Boca
abajo y con una linterna, leía todo lo que en sus manos caía. para esconder el
libro bajo de la almohada, lo más rápido posible.
Tenía prohibido leer libros que le ocasionaban pesadillas. Su padre dijo que ya tendría edad, pero nunca entendió la madurez increíble que tenía durante el día, que luego en los sueños nocturnos, volvían a ser los de la niña de diez años que eran los que había cumplido.
Aunque no podía evitar que le aburrieran
los personajes de Disney o los cuentos populares de toda la vida. Ella creía
que el ser humano debía ser menos lelo y más culto, para no difuminar y confundir; pero no podía evitar las sombras por la noche y las voces tenebrosas, salir de
debajo de la cama.
Nani.
Julio 2022