… y sigue tu recuerdo
danzando en las notas de mi guitarra, como el aroma a lavanda prendido en mi
olfato, a pesar de haber intentado una y mil veces borrarlo, como cuando utilizaba aquella Milán con olor a
nata.
Todo queda arrugado, sucio y roto,
igual que la cuadrícula después
de borrar y borrar.
La música que brota de mis
dedos lamenta el añil de tu mirada.
Los días no brillan de igual
manera, porque cuando miro al frente, siempre me tropiezo con el hueco de tu
ausencia.
Nani. Marzo 2013