Mi participación en "Esta Noche Te Cuento".
Se
parecía a la Mariquita Pérez y ella lo sabía. Llegó con su vestido vaporoso de nailon
traído de Marruecos y confeccionado por la modista del barrio, todo vaporoso con
ayuda del cancán almidonado y planchado durante horas por la chica de servicio.
Bajó de un descapotable añil procedente de la capital y creyendo que era una
princesa de cuento de hadas. Así continuó su vida entre los pueblerinos que
ella infravaloraba, porque entendió que ser la esposa de un asalariado de
reputación era suficiente para estar en la cima. Todos la vieron tan moderna y tan
bonita que la cuidaron y la respetaron, pero ella no lo supo valorar y poco a
poco se fue quedando solo con las tres o cuatro señoras rancias que como ella,
estaban siempre en un peldaño por encima
y con el respeto siempre por debajo. Más sola cada vez en su burbuja.
Enviudó y llegó la lentitud y la poca agilidad, el cuerpo se marchitó, se quejó
pero su actitud no mejoró. Hoy camina con bastón intentando erguirse, siempre
sola. Quién la conoció cree que si hubiera disfrutado con naturalidad de sus
vecinos, quizá lloraría menos y la
soledad no se notaría tanto.
OS DESEO UN AÑO 2019 LLENO DE PAZ, AMOR Y MUCHAS LETRAS.
Nani.
Diciembre 2018