-¿Qué
dónde voy? ¿Tú que crees?
-¡Ahí
te quedas, el establo lo limpias tú!
-¿Qué
te dedicas a supervisar?
-¡Desde
hoy yo me voy a proponer renovar mi aspecto y sobre todo, mi forma de vivir!
Por
lo pronto, me cambiaré el abrigo, los zapatos y el peinado, me bordaré una sonrisa
con buqué afrutado y buscaré toda la alegría que quepa en este triste corazón
de esparto y amianto. Solo necesito algo de tiempo, pulir las astillas que se
me han clavado en el alma y lo demás, vendrá solo.
-Chao
amore, que todo te vaya bonito,
Nani.
Enero 2019