lunes, 18 de octubre de 2021

CUANDO HAY QUE DESNUDARSE

Sin poder superar su muerte lame su dolor y lo guarda entre las otras telarañas que acumula. Mira al frente y deja caer  las lágrimas mientras llega al lugar que le hace continuar. En la fuente de la esquina se refresca la cara, ensaya una sonrisa y aunque la nota forzada, la va relajando. Cuando atraviesa la puerta del aula, saluda a los adolescentes. Ellos les devuelven el saludo con más cariño si cabe, y escribe en la pizarra mientras se arma del valor que necesita: “Hoy hablamos de la vida y la muerte,”. ¿Quién se anima?, no he preparado otro tema, ─ les dice.

 

Nani. Octubre 2021

viernes, 15 de octubre de 2021

SORPRESAS QUE DA LA VIDA

 


Ilustración del fotógrafo Ben Zank (@benzank)

Hace unos meses sembré unas semillas que me habían traído mis hijos de un viaje por distintos lugares del mundo. Se hicieron un homenaje después de trabajar duro y para celebrar la apertura siempre con seguridad, que concedía la pandemia, las vacunas y la osadía que les caracteriza.

Uno de los regalos exóticos que me trajeron, fueron unas semillas que coloqué en uno de los arriates que tengo en la pequeña parcela que heredé de los abuelos.

Germinaron con rapidez y crecían de una manera apabullante. Me gustaba mirarla después de regarla e incluso le hablaba y acariciaba sus hojas carnosas y aterciopeladas, muy agradables al tacto.

Hace una semana debí acudir a casa de mi otra hija que daba a luz en esos días y fui a ayudarla en las tareas caseras, hasta que se recuperara un poquito. Cuando he visto que todo marchaba, he dejado a los nuevos papás para que disfruten de su hijo y me he venido de nuevo a casa.

Lo primero que he hecho ha sido ir a regar  mis plantas y ver cuánto había crecido mi misteriosa planta. Al llegar casi me caigo de espaldas o como vulgarmente se dice: ¡Me siento de culo, ha sido mucha la sorpresa! De una de las ramas, salía el cuerpo de una mujer, ataviada con una chaqueta clásica, parece que con tendencia Coco Chanel.  Aún no le ha crecido la cabeza y cara. Las piernas quedan como incrustadas dentro de las ramas. ¡ya se verán digo yo!, pero lo que ahora me intriga es si tendrá melena rubia o morena. Rizos o pelo liso y lo que le pido a la naturaleza, es que la dote de una bonita sonrisa, ¡Eso será un gozo, aunque me asalta una duda! ¿Se marchitará como cualquier flor o se quedará para siempre para hacernos mutua compañía? 

 

Nani. Octubre 2021

jueves, 14 de octubre de 2021

¡NO, NO NOS ENTERAMOS!

 

Las Cinco Palabras propuestas por Jaime Serra, presidente y fundador del Banco Solidario de Alimentos de Valencia, para la página de Escritores Solidarios, @cincopalabras, son las siguientes:

Mar, viento, naranjos, palmeras y flores.


El mar no es el mismo, ni el viento  mece los susurros de igual manera. En la costa donde crecen los naranjos, este otoño se disfruta con calor, pasión y mucho gozo. La pandemia va cediendo y la gente se alegra.

Pero hay otro mar que se calienta. Las palmeras se queman y hasta las flores están encenizadas viendo como la lava arrasa, destroza y solo queda la espera. No se puede hacer nada. Los palmeros sufren y callan.

La naturaleza en pocos meses nos habla de su enojo y de los vulnerables que somos, aunque el ego nos ciega.

Nani. Octubre 2021

martes, 12 de octubre de 2021

EL NIÑO DE LOS ESCALONES

 


Foto del artista urbano Kevin Lee, titulada "La invisibilidad de la pobreza"


Todos los días cuando subo las escaleras del mercado, te veo sentado en los primeros escalones esperando un donativo, un trozo del bocadillo que voy ingiriendo o una simple botella de agua para calmar la sed. Tienes la misma edad que mi hijo pequeño y no comprendo cómo alguien te pudo dejar abandonado en tan lamentable situación y cómo las autoridades lo permiten. Dicen cuando lo he comentado, que tan solo veo yo esa imagen y no es así. Estás siempre pidiendo comprensión, algo de cariño y si es posible, una muda limpia para cambiarte. Me contaste que tus padres se fueron a comprar agua y que no volvieron. Eres la propia imagen de la incomprensión humana.

Nani. Octubre 2021

lunes, 11 de octubre de 2021

HASTA QUE VOLVAMOS A LA VIDA

Y pagar la entrada para acceder a él debería ser un acto de amor, aunque a veces creo que les robamos su intimidad. Los enterraron juntos y nos preguntamos el motivo. Han pasado miles de décadas y los seguimos admirando. También mirando con recelo la diversidad. El amor sea cual sea no se juzga, sino que se bendice; pero no estamos preparados.

 

ESPECTÁCULO

Y pagar la entrada para acceder a él aunque parezca excesivo, merece la pena aunque a veces duela. Debes entrar con el espíritu preparado y según te encuentres remueve, reflexionas y te planteas tu existencia. Ver esas criaturas aplastadas como se aprecia por el desprendimiento, impacta y más aún, que lo miremos como la pintura de un museo. Era otra época y sus viviendas precarias. Al fin y a la postres no hemos cambiado tanto, solo se necesita un avión o una bomba. Hoy ocurre en Siria, Afganistán o en Nueva York y no movemos un dedo. 

Nani. Octubre 2021

viernes, 8 de octubre de 2021

EL DOLOR DE LOS PALMEROS

 


Esta primera semana del mes de octubre nos llegan las Cinco Palabras desde Canarias, coincidiendo con la causa del mes que se centra en recaudar fondos para los damnificados por el volcán de La Palma.

Las Cinco Palabras propuestas por la periodista canaria, María Montero, son las siguientes:

Aborígenes, Benahoare, tagoror, resiliencia y Laurisilva.


Como los aborígenes de La Palma me siento desmantelada. Hoy quisiera formar parte del Benahoare y sus calles a pesar de los kilómetros que nos separan e incluso, desearía estar presente en el tagoror y aportar lo que en mi mano estuviera, aunque tan solo fuera calentarles el estómago con unas papas arrugás. Sentirles de cerca y aprender de la resiliencia que caracteriza a las personas que acostumbran a vivir humildemente, sorteando las inclemencias del tiempo y la tierra hostil que les rodea. Más tarde pasear por la Laurisilva, mientras me cuentan cómo se recogen los plátanos, por ejemplo.

 

Nani. Octubre 2021


jueves, 7 de octubre de 2021

UN REGALO INESPERADO

 


Relato con el que participo en el concurso "Premio Relato Corto"

Los días que subo las escaleras del metro en la estación cercana al hospital donde trabajo en el turno de noche, encuentro a un niño sentado en los escalones primeros que me deja un poco tocada. Tiene la ropa hecha girones, está demacrado y sucio. Los primeros días no hice mucho caso, porque creí que fuera algo fortuito y que sus padres andarían por allí cerca, pero al tercer día y aunque iba como siempre con prisa, decidí pararme y preguntarle por sus papás y la razón por la que todas las noches estaba allí, en lugar de en casa.

Me dijo que habían tenido un accidente y esperaba a que sus padres salieran del hospital. Le pedí que se fuera con los abuelos y como imaginé que no habría cenado, cogí de mi mochila el sanguis que me había preparado, le pedí los nombres de sus padres para preguntar por ellos. Busqué un bolígrafo y una libreta para anotar lo que me dijera y cuando quise despedirme de él, ya no estaba.

Se ve que iba noqueada cuando entré en la salita de enfermeras y mientras me cambiaba, mi compañera de turno me pidió le contara que me pasaba. Cuando le narré todo lo referente al niño y todo lo que me había contado, me dijo que ese niño aparecía de vez en cuando y que siempre decía que esperaba a sus papás. Parece ser que hace unos años hubo un accidente, donde murieron todos los que iban en el coche; padre, madre y un niño que quedó con vida,  estando encamado en el pabellón infantil por un tiempo, pero que al final murió pidiendo ver a sus padres. Me cuenta también que a veces se aparece, porque murió inquieto y necesita que alguien le de la paz que no consiguió. Según me dice mi compañera, estos casos pasan porque buscan a la persona que le devuelva la paz para su descanso y que aún no la ha encontrado.

Ese turno en el hospital lo hice con cierto malestar, deseando volver al otro día y encontrarme con el chico.

Volví a encontrarlo pasados cuatro días. Allí estaba llorando. La ropa destrozada, lleno de polvo y de sangre pegada al pelo. Le cogí, le abracé, lloramos y al cabo de un rato, me dijo que ya estaba dispuesto a irse, que había encontrado a sus papás y que no volvería más al metro, que yo había sido el camino que le llevó al lugar donde debía estar ahora.

Si algún día me hubieran dicho que iba a vivir algo semejante, les hubiera mandado a paseo, nunca creí en semejantes acontecimientos, aunque siempre respeté y pensé que en la vida todo es posible.

Desde entonces, cuando subo ese tramo de escaleras, siempre encuentro la misma paz que ese chico encontró y que a mí también me regaló.

Nani. Octubre 2021