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Hoy
no hay relato
Escuché
de siempre decir a mis mayores, que la escasez de pan y de alimentos cuando
fueron pequeños, les hizo valorar el plato que todos los días se colocaba en la
mesa. Huviera lo que fuese, siempre se aplaudía y se celebraba, dando gracias a
Dios por tener algo con lo que calentar el estómago.
Sabían
de muchas personas que no conseguían un chusco de pan, una sopa caliente en
invierno o unas simples collejas silvestres, para hacer una miguilla o una
simple tortilla si obtenían algunos huevos.
Hoy
los padres nos quejamos de que nuestros hijos no quieren nada más que los
precocinados, hablando de alimentos. Esos que todos sabemos son insalubres. No
nos molestamos en cocinar. Es más cómodo ir a super de la esquina y subir lo ya
cocinado, sabiendo en el fondo que nos arrancará la salud.
¿Y
que decir de la ropa y zapatillas de marca?
Me
parece que no hemos sabido enseñarles el valor de las cosas y el esfuerzo que supone
obtenerlo. Según que épocas de la vida, nos hemos visto más o menos
presionados. En ocasiones, hemos tenido trabajos precarios y ha habido que
hacer más números que cuando comenzábamos a multiplicar, pero a pesar de todo,
seguimos sin valorar nada y no digamos a las personas.
Cuando
me asaltan estos pensamientos, pienso en Siria, Etiopía, Yemen, Israel y
Palestina, Haití, Afganistán, Ucrania y tantos casos entre etnias y sus eternas
guerras, que ni podemos hacernos idea de cómo se encuentran realmente en estos momentos.
Nos molesta escuchar o ver estas situaciones y más ahora ¡estamos en
vacaciones! Además, no interesa que sepamos la verdad. Mejor un reality o como
se llame y nos vamos a la cama tan contentos, pero si nos inquieta y no
conseguimos dormir, acudimos a los somníferos que para eso están, ¡las
farmacéuticas necesitan vender!
En
fin, no sigo…
Hoy
no consigo un relato y estoy divagando, creo. Así que mejor lo dejó aquí, el
calor y las fiestas de verano, dejan la mente un poco en la cuerda floja, así
que mejor me voy a dormir la siesta que mañana dicen que suben de nuevo las
temperaturas. Como si además del cambio climático ─eso
no es relevante─ no hubiera cosas más importantes de las que hablar en los
medios. En verano lo más normal es que haga calor y lo incrementamos con
nuestras malas cabezas, pero claro, sigo diciendo que es verano y todo se
rellena con lo emitido o publicado anteriormente, que a los becarios ─que son
los que trabajan en estas fechas─ además de cobrar poco, no se les puede dejar
responsabilidad en sus manos y luego, ¡les pedimos experiencia!
Nani, agosto 2023
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