Fotógrafo Strömholm (Suecia 1918 – 2002)
Tía
Roberta estaba obsesionada con las noticias diarias que publicaba el periódico
de la ciudad o más bien, con las esquelas y obituarios en especial y que leía cuando
llegaba a la corsetería que regentaba. Comenzaba la lectura por las páginas
finales. Se ponía al día de los fallecidos, las dedicatorias de familiares y
amigos y después si los conocía, echaba unas lagrimitas, les deseaba un descanso
en paz y continuaba con las páginas de sociedad. Con ellas se alegraba el ánimo
y ponía nota a los vestidos y trajes de las señoras, corbatas de los caballeros
y como no, a los complementos que los acompañaban. Estaba a la última en moda
de bolsos, zapatos, pendientes, collares y opinaba si estaban bien conjuntados
o no. Más tarde hacía los crucigramas y dejaba para el final, las noticias
mundiales y nacionales, como si fuera un postre. De esas lecturas casi no
opinaba, no porque no estuviera al tanto de lo que se cocía en los distintos
fogones mundiales, sino por lo indignada que a veces se encontraba tras las
lecturas. Decía que el mundo iba en picado hacía un declive y según estamos
viviendo, parece que no se equivocó.
Ahora
ya no puede leer esas esquelas, porque la mayoría de los diarios no se editan
en papel y en digital no sabría cómo hacerlo, además, hace tiempo que nos dejó
y fue ella la que protagonizó una de esas esquelas que tanto le gustaba leer, y
como homenaje le dedicaron el periódico y sus paisanos, rezando así: «Roberta
Jiménez Castro, fallecida en el día de la fecha. El periódico de su ciudad y
sus conocidos, le hacen este homenaje y le dedican este obituario por ser la
más fiel seguidora de las páginas de este periódico. Madrid, 13 de febrero de
1960».
Nani,
febrero 2024