Suena el despertador y recuerda que no tiene que
levantarse. Se enoja por haber olvidado silenciar el reloj ya que es día
de descanso. Al cabo del rato se ha desvelado y decide levantarse,
podrá aprovechar para desayunar con tranquilidad y de paso, escuchar los
discos que le regalaron para su cumpleaños. Se coloca un batín,
descorre la cortina, sube la persiana y el espectáculo es asombroso. Ha
caído una fuerte nevada y todo aparece blanco, así que ya no habrá
música por el momento, sino que se irá a pasear por las murallas y
arrabales de la fortaleza; igual tiene suerte y se tropieza con Cava La
Sultana, donde dicen aparece en días de fuertes nevadas caminando con
babuchas de lentejuelas, traje de seda malva y velo del mismo tejido. La
leyenda cuenta que si te cruzas con sus bellos ojos negros, tendrás el
soplo de vida que solo ella infunde, adquirirás la sabiduría de los
emires que vivieron entre las murallas y podrás gozar de la alegría del
agua que fluye en los manantiales, por lo tanto, se lanza a la aventura y
a la vuelta, nos contará que sucedió.
Nani. Enero 2014