Foto de Lope
Caminaba sin apenas percibir el dulce masaje del agua
rozando mis tobillos. Mi objetivo era alcanzar la esfera luminosa que al frente
me llamaba, me subyugaba y me atraía de
tal manera; que no podía imaginar el
tiempo que llevaba pisando la húmeda alfombra, hasta que noté un suave roce en
mi hombro derecho. Me estremecí y miré
movida por un impulso incontrolado hacía
ese lado. Estaba tan absorta que lo que vi me dejó atónita. Me encontraba sola
en la playa, la puesta de sol era tan bonita, que embelesada había permanecido
andando hacía la esfera, como si no existiera nada más en el mundo y a mi
alrededor, como si de esa manera pudiera alcanzar la luminosa imagen, no podía
imaginar que una gaviota me sacara del embeleso y me dejara tan asustada por unos momentos. A
veces mi mundo se reduce a unas cuantas
emociones que pueden llenar los grandes momentos, aunque para apreciarlos
haya que tenido que parar por un sustito impresionante.
Nani. Septiembre 2012