Procuraba no perder
sujetándole las nalgas
ya que era la apuesta que debería ganar. ¡El que más tiempo estuviera agarrado,
ganaría ese primer cubata de su existencia y el paso a la iniciación sexual! Lo
que nunca previeron fue el gran trofeo que la dueña del posadero tenía
preparado; puesto que no era de alquiler como uno de ellos dijo, sino la miss
bachillerato que para empezar, le propinó un buen puñetazo en las mismísimas
narices y más tarde, el selfie que habían preparado las compañeras.
INOCENCIA
Procuraba no perder
sujetándole las nalgas
ni un minuto, ni un jadeo, ni un achuchón en aquel escondrijo que descubrieron
cuando salían de la escuela. Aquel fue el secreto mejor guardado de ambos,
hasta que llegó la elección de universidad. Entonces se perdió la inocencia, la
vehemencia y hasta la lealtad.
Nani. Abril 2015