El olivo que
hay ahí enfrente me habla de paz.
La paloma que
vuela sobre mi cabeza, me da paz.
La golondrina
que bebe en mi fuente, viene con paz.
Los peces que
hay en la pileta me piden pan.
El gatito que
ronronea en mis piernas, me demanda una caricia.
El cachorro
que me ladra, me pide amor.
Mi niño
pequeño me dice que el árbol está “emojado”,
que el cactus
también se “emoja”,
que la
oscuridad no le gusta
y me mira triste
cuando algo no comprende.
Mi otro niño
no entiende porque hoy no se baila,
a él le gusta
mover el culete al son de cualquier ritmo,
pero hoy todo
se ha confundido y no sé explicarles porqué.
No quiero que
me vean con lágrimas y me pongo a hacer croquetas,
después les
haré galletas.
Mañana quiero
que salga el sol.
(Homenaje a
mi poeta de guardia Gloría Fuertes y dedicado a Mario e Iván).
Nani. Octubre
2017
Con este poema (y que es de mi autoría), participo en el concurso de Zendalibros.com
Con este poema (y que es de mi autoría), participo en el concurso de Zendalibros.com