Ellas
bailan sonrientes, acompañan un vals y
se divierten al sentirse protagonistas de cuentos, poemas o guiones. Les
fascina salir a la luz, formar parte de un pentagrama, rellenar hojas
literarias, máster, investigaciones o noticias; sobre todo si son de las que
alegran y dan aliento. Por el contrario, se entristecen bastante cuando se las
maneja con mala intención utilizando seres nobles o vejando a los más débiles.
Se sienten pletóricas cantando a voz en grito al rellenar una carta, cuando en
un pos-it pegado a la puerta de la nevera recuerdan la compra o dejan un cariñoso
mensaje, pero el culmen de su felicidad hasta casi alcanzar el delirio del
orgasmo, es cuando van seguidas de un beso de carmín rojo bermellón acompañadas
de mucho amor o cuando se encuentran entre las manos y la vista de los más
pequeños. Ahí saben que tienen que ser muy delicadas y respetuosas, porque tienen
en sus manos la formación, la pasión o el más dulce de los sentimientos. Las
letras, sílabas y frases, pueden sumarse con mucho honor a las numerosas
maravillas del mundo, aunque nadie las catalogue en ese gremio o se les hagan
monumentos para que brillen aún más.
Nani.
Enero 2019