Foto "Ururgallen", artista Uğur Gallenkuş
No
puedo salir de esta atroz guerra. A ellos no les importa nada más que sirva para
criar a sus hijos. Las mujeres solo hemos servido para ser violadas, masacradas
y ser las que cuando ya no servimos para criarles varones, nos dejan en la más
triste miseria y cuantas más mujeres mueran, mejor para ellos. Para lo único
que les servimos, es para que ellos nos tomen con tanta violencia, que ya no
nos quedan ganas de nada en la vida. Si nos preñan y son hijos los que tenemos,
nos dejan amamantarlos y nos dan algo de comida para que tengamos teta; después,
patadas para que hagamos lo que ellos desean. Hoy no me quedan ganas de vivir.
Esta niña muerta tras el bombardeo y que tengo en mis brazos, es la que se ha
llevado las pocas ganas que me quedaban. Quiero irme con ella. No puedo seguir adelante.
Aquel hijo que amamanté, cuando ya se defendía solo, desapareció y no le vi nunca
más. Igual es aquel soldado joven, que vino a violar a toda chica que encontró
a su paso, cuando llegó a la aldea. No siento piedad por estos hombres. Ya no
siento ni dolor, ni miedo, ni temor. Tan solo quiero ir al lugar que van las
mujeres de mi raza, cuando no sirven para nada. No me queda nada y no tengo
fuerzas. Solo quiero cerrar los ojos y no ver nada. ¡Quiero ir con todas las
que ya se fueron y no volvieron más!
Nani.
Agosto 2021