Imagen de Luchia Puig
Un
capilar me habla de tu fuerza. Otro de tu seguridad y de tu firmeza. De tus
inquietudes y todos tus deseos. El siguiente, de lo mucho que te ha costado
llegar. De aquel día en el colegio, cuando empezaron los chicos a decirte que
eras fea y gordita. De tus lágrimas calladas porque tenías miedo a contarlo.
Del temor que te inspiraba aquel señor que llegaba a casa y te miraba con lujuria.
Del miedo que pasaste cuando se lo contaste a tu madre. De como ella te
defendió a la primera y lo mandó para siempre a su barrio. De lo mucho que
echaste de menos un referente paterno. El tuyo tuvo un accidente cuando aún no
tenías recuerdos. De los esfuerzos para conseguir unos estudios. De lo mucho
que te costó obtener la llave que abría y cerraba tu corazón, porque no era fácil
hacerla girar a quien se lo merecía y mucho era el temor, de entregarla a
quienes no sabían de tu valía. De lo mucho que te costó caminar esquivando las
rebabas de la acera o caminos, para no tropezar de nuevo y de aquellas heridas
que te lamías, cuando alguna vez te caías.
También
esos capilares, me contaron de lo orgullosa que te sentías al terminar la
jornada, por muy dura que esta hubiera resultado. De las gracias que dabas,
mientras te duchabas y preparabas tu cena o la de los tuyos. Me hablaron de lo
bonita que te resultaba la vida, cuando por la mañana pisabas al tranco de la
puerta, con una ilusión nueva. De tu día a día y de lo que compartimos, para
que no fuera la mochila pesada, como viste de pequeña en aquella mujer que te dio
la vida y echabas tanto de menos, después una lucha encarnizada, de arañar hasta
las piedras y una despedida solitaria en un hospital, cuando la arrancó de tu
vida una inesperada pandemia, que creímos nos cambiaría y nos haría más
fuertes, solidarios y humanos.
Una
vez más, tu mirada me habla de la vida y de lo cotidiano y no, de lo que
proclaman a bombo y latillo los medios, los que mueven los hilos haciéndonos confundir,
porque todos sabemos que la vida es la que tu vives con los tuyos. Eso siempre
suma y no lo que nos cuentan otros.
Nani.
Julio 2022