jueves, 30 de agosto de 2007

LA MUERTE DE UN FUTBOLISTA

Hay cosas que por más esfuerzo que haga, no consigo entender.
El día 28 de agosto, ha muerto un futbolista de 22 años por paro cardíaco, perteneciente a un club de fútbol que creo va en cabeza en estos instantes (no entiendo mucho, aunque en casa algunos miembros de la familia, siguen esta afición y algo tienes que implicarte, guste más o menos).
Mientras hacía algunas tareas, escuché la noticia por la radio autonómica andaluza, serían las 15,30 de la tarde. La verdad es que cuando escuchas una noticia de este calibre, te da mucho sentimiento. Saber que alguien que tenía toda una vida por delante, así de sopetón se vea interrumpida su existencia, tiene que ser un bloque de mármol el otro que escucha, para que no le afecte. Piensas en su familia, en todo lo que ha dejado de hacer, en ese hijo que nacerá dentro de dos meses, y deseas que tanto sus allegados sufran (y haya sufrido), lo menos posible.
Pero a lo que me refiero y por eso al principio, decía que no consigo entender, es el despliegue informativo. Tenía puesta como anteriormente dije, la emisora de radio autonómica andaluza, donde a esa hora comienza un programa variado y de entretenimiento, sin grandes perceptivas (parece que en verano, todos nos volvemos tontos y se hacen programas para tontos, seguramente que la intención tanto en prensa, radio y televisión, es rellenar espacios, tiempos y páginas) y como no suele haber otras cosas, los escuchas (seguramente por tontos, mejor es poner música, pero como tampoco en casa está una sola y convive con más personas...)
Ya creo que estoy divagando y se me está yendo el santo al cielo.
A lo que iba es que a partir de esa hora, la programación habitual se interrumpió y no se ha hablado de otra cosa, en todo el día (me acosté ya entrada la noche y seguía la historia), a otro día era el funeral y que puedo contar..., televisiones nacionales, autonómica, prensa y radio, seguían con el tema y supongo que esto dará para un montón de días que rellenar.
Es verdad que podía haber apagado el aparato (en ocasiones lo hice), pero vuelvo a repetir, no estoy sola en casa y como andas para acá y para allá, en el coche y en mil sitios, vas escuchando lo mismo.
Y ahora pregunto yo, y es a lo que voy: ¿Si se muere o mejor, le conceden una medalla a un Novel de la Paz o de Investigación (personas que están aportando unos beneficios a la sociedad), nos afecta y nos preocupamos de informar que han hecho y porque se les concede esa medalla? O para que resulte más cercano: Día 29 (un día después), al mismo tiempo que se organizan los preparativos del funeral del que nos estamos ocupando, muere un tractorista en su puesto de trabajo, de la misma edad más o menos y otro trabajador por una emanación de gas. Estos son dos ejemplos, seguro que ha muerto un montón de gente en sus puestos de trabajo y ya no recordemos a los que están muriendo bajo las bombas o tiroteos en esas interminables guerras. Pero bueno, otra vez divago, me voy a centrar en esos dos trabajadores. ¿Quién le va a dar una medalla a sus madres, esposas e hijos. ¿Quién les va a mandar una corona de flores o les va a reconocer que ellos también han muerto en su puesto de trabajo?
¿Quién le va a dar un escarmiento a las empresas que permite que los trabajadores se arriesguen sin las medidas óptimas?
Conclusión:
¿Se pretende que seamos todos unos borregos (si no lo somos ya), o es eso lo que demandamos? Ya me planteo además, que clase de gente estamos poblando este puñetero mundo, que parece que solo nos interesa la carnaza ¿Será que así nos sentimos mejor y tapamos de esta manera nuestras propias miserias?
De verdad que no sé que nos está pasando. Sí creo, que estamos un poco fuera de contexto si no es, que estamos dejando de ser “seres humanos”.

P.D. Hoy día 30, según los informativos ha muerto otro futbolista por el mismo problema. Deseo de corazón que descansen en paz, pero que también lo hagan el resto de fallecidos en el mundo entero (que además mueren de causa antinatural) y que por desgracia, a nadie nos preocupan demasiado.

NANI. Agosto 2007.


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martes, 28 de agosto de 2007

SIEMPRE LES QUEDARÍA PARÍS

Se le ha echado la hora encima. Alberto la espera a la entrada de la sala quinta para ver la película "Casablanca". A las cinco y media, es pase único dedicado a la tercera edad, por lo tanto es conveniente aprovecharlo. Además de que es la película por excelencia de los dos, los precios son más económicos. Se tiene que dar prisa, porque ya son las cinco menos cuarto y aunque no le coge muy lejos, sus pasos ya no son tan ágiles y coger el autobús no le interesa, a veces, sobretodo en horas puntas no le conviene. Un taxi tal vez, pero habían decidido evitar gastos supérfluos, la pensión de viuda no da para tanto y le daba mucho apuro que Alberto corriera con alguno de sus gastos. Él también tiene a sus nietos, sus hijos y aquella esposa atrapada entre tubos, probetas y olor a hospital. Además, un paseo es bastante recomendable.

"Por Dios, no encuentro los guantes, si creo los dejé en el cajón de la cómoda, o ¿quizá los metí en el del centro?.

Todo esto lo hace la mujer, de forma mecánica y un poco precipitadamente. Al urgar entre las ropas colocadas con mucho primor, tropieza con algo que la paraliza. No puede evitar sacar un objeto, envuelto en un cernadero blanco. Lo destapa y aparece una muñeca de china muy pálida, de labios rojos ardientes, un vestido de jacona salmón, calcetines y zapatitos blancos y pamela a juego con el vestido. Con las prisas, no recordó que estaba terminantemente prohibido, abrir el cajón del centro, sin estar predispuesta y evitando tropezar con aquella muñeca, que nunca se atrevió a regalar o tirar. No podía evitarlo, había sido la que tanto meció su pequeña. Había sido aquella que quedó sobre las sábanas, después de la dichosa meningitis que destrozó a todos. Sin poderlo evitar, besa una y otra vez la fría muñeca, hasta que el sonido del teléfono la vuelve a la realidad. De pronto, recuerda qué buscaba y porqué tiene aquella muñeca entre sus manos. La deja sobre el mármol de la cómoda y coge el auricular del teléfono, que hay sobre la mesita de noche.

"Si, ¿dígame?. Ah...., eres tú. Alberto, no encontraba los guantes, perdona, ya no es hora. Buscándolos, he tropezado con la muñeca de china, ya sabes, te prometí regalarla, pero... no pude. Vale te espero. Te agradezco que te pases por aquí, te necesito. De acuerdo, hoy sí te la llevas y se la das a tu amigo el coleccionista. Bueno.... vale, preparo un chocolate caliente y tú te traes los pasteles. Veremos "Casablanca" aquí en casa, aunque la versión está muy pasada y tiene anuncios de la tele, podremos al menos volver a escuchar una vez más a Humphrey Bogart decir,"Tócala otra vez Sam" y creer que aún, nos queda París.

Mientras saborean el humeante chocolate, los dos muy juntos sentados en el sofá del saloncito, absortos como están en su película favorita, piensan en el fondo de sus corazones, que por lo menos, "Siempre les quedará París".

nani. Agosto 2007.



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viernes, 24 de agosto de 2007

¿TIENES MALA LECHE?

Con el grandísimo atrevimiento por mi parte y homenajeando a GLORIA FUERTES:





¿Qué si tengo mala leche?
Si hijo, si que la tengo mala,
y no solo mala,
sino que a veces,
hasta se me pone agria,
cuando me hierve por dentro,
tanta injusticia, tanta sinrazón
y tanta destrucción.




Como creo hubiera dicho ella y digo yo hoy.

nani, Agosto 2008.


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miércoles, 22 de agosto de 2007

LA LLAMADA




Toc, toc. Toc, toc.
Se despereza, se restriega los ojos y presta atención, porque le ha parecido que alguien está llamando.
¿Pero llamando en dónde?
Enciende la lamparita que hay encima de la mesita y se incorpora en la cama, esta vez además, agudizando el oído.
Toc, toc. Toc, toc.
Se intranquiliza y se asusta un poquito. Los golpes parecen que se producen dentro del armario.
Y dentro de este... “¿A ver? – piensa -, si sólo hay ropa, los libros de la facultad, los zapatos, la flauta, la guitarra, ¡pues por poco que me guste, tendré que mirar!”
Y de nuevo, se repiten los toques. “Toc, toc. Toc, toc”
Asustada como está, se tira de la cama y se va no sin un poquito de congoja, hacía el sitio donde parecen provienen los golpecitos. Abre con cuidado una puerta y espera. Después la otra y al mismo tiempo, de nuevo: “Toc, toc. Toc, toc”
Esta vez el corazón bombea más aprisa y un calorcito le sube por la garganta y se detiene en las sienes. Vuelve a escuchar y de nuevo: “Toc, toc. Toc. toc”
Ahora si cree saber de donde proceden los toques, y sus manos se posan sobre la funda de la guitarra. Se sobresalta al percibir, además de escuchar, los puñeteros golpecitos: “Toc, toc. Toc, toc.”
Ahora ya no le queda más remedio que abrir la funda y ver que pasa dentro.
Abre no sin cierto temor, y como siempre, dentro está su querida y olvidada guitarra. Hace mucho que no la toca, ni la saca de su funda. Hace ya algún tiempo, que no la necesita de la misma manera que hace unos meses. Fue su compañera en las alegrías y las penas de la adolescencia y hoy, debido a estos ruidos que la han despertado, se encuentra otra vez con ella entre las manos. La acerca a la cara y al rozarla la besa. De nuevo siente esa llamada que las mantuvo en aquellos días tan unidas, tan necesitadas la una de la otra, y como por arte de magia, vuelve a rozar las cuerdas con sus dedos y a escuchar aquella canción que tantos recuerdos le aportan y sin apenas poder evitarlo, unas lágrimas empiezan a deslizarse por sus mejillas. La canción fue la que estuvo de moda, mientras ella terminaba el último curso de instituto y con ella y gracias a ella (incluidas canción y guitarra), conoció al príncipe azul de sus sueños. Un príncipe, que se convirtió en rana cuando ella le empezó a conocer. Sus sueños habían sido otros y en un principio, le deslumbró aquella sonrisa alegre, aquellos ojitos pícaros y risueños y la simpatía que derramaba a raudales, pero que la falta de sinceridad y de honestidad, fue emborronando y dejando al descubierto, la rana-sapito que tenía dentro. Siempre tuvo claro, que si compartía sus sentimientos con algún chico, este tendría que ser limpio y claro, como el sol del medio día. Por eso tuvo que decirle adiós y para olvidarle, compartió todo con su querida guitarra a la que le contó, cómo le dolía la despedida, hasta que poquito a poco, dejó de susurrarle y dedicar su tiempo a esos libros que fue colocando encima de la funda de aquella amiga del alma.
Y hoy, suena la guitarra, es ella la que reclama su atención, es ella la que hoy está triste y necesita su caricia. Necesita que le acune y le haga cosquillitas, igual que ocurrió, aquellos días que se mantienen olvidados y callados en el cajón de los recuerdos, esperando que llegara un día como el de hoy, para recordar que esta viva y que necesita el calor de unas manos y el rasgueo suave de unos dedos conocidos y apreciados, para hacerla vibrar de nuevo. Y cuando empieza a tocar, por inercia suena aquel estribillo que su padre le enseñó, y que sin querer, tararea con la mayor naturalidad del mundo:


"La guitarra que compré

lleva dentro un corazón,

ni siquiera lo sabía

el que a mí me la vendió..."

nani. Agosto 2008.



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domingo, 19 de agosto de 2007

LA SALA DE ESPERA

El humo del cigarrillo sale de su boca muy pausadamente. Ella lo mira sin ver, con los ojos medio entornados. La cabeza apoyada en el respaldo del sillón. La mano que sostiene el pitillo, caída sobre el brazo del asiento. El tabaco se consume entre sus dedos y el calor tan próximo, es el que le hace reaccionar. Busca un cenicero para apagarlo, aunque la ceniza ya ha caído al suelo. Mira a su alrededor, está sola y apenas se ha dado cuenta, de que han ido pasando todas las personas que con ella, esperaban en la salita. Muy pronto le tocará entrar en el despacho. No entiende, por qué hay que esperar tanto. Son muchos los días, los meses, los..., los tres años casi. Como tengan que seguir esperando aún más , no sabe si podrán soportarlo. Su marido, no quiere apenas hablar del tema y ella..., ella se va hacer polvo los pulmones por tanto fumar, pero no puede evitarlo, es lo único que le calma la impaciencia, la ansiedad. Cuando todo parece que va a llegar a su fin, de nuevo la llaman y allí se encuentra, fumando como un carretero y con el corazón en la garganta. Seguro que cuando hable con esa señora que dentro la espera, vuelve a salir, aún peor que entró. Esta espera es interminable -se decía- ¿y por qué les tenía que tocar a ellos? ¿por qué tenían que ser ellos los que esperaran tanto?. No sabía si merecía la pena, el tiempo pasa y las inquietudes cambian así como los deseos. Lo había comprobado en otras personas que al final, acabaron renunciando. Pero no, a ellos no les pasaría igual, esperarían lo que hubiera que esperar, aunque él le haya dicho que no la acompaña ni una vez más. Por eso no está en la salita con ella. Hoy está más asustada que otras veces. Se encuentra sola y le echa de menos. No puede evitar que los ojos se le llenen de lágrimas.
De pronto, la puerta se abre. Sale una señorita y anuncia que pueden pasar los señores de Osorio. "La directora les está esperando"- dice.
Se limpia las lágrimas con los dedos, cuidando de no estropear el maquillaje.
La directora la recibe con un abrazo. No dice nada, tan solo le entrega una fotografía. En ella, hay dos niños. El más mayorcito tendrá como dos años, otro más pequeñito y acostado en una especie de capacho de mimbre, tendrá como seis meses escasos. Son muy morenitos y tienen rasgos peruanos. Ahora, no le importa estropear el maquillaje. Llora, llora como cualquier madre cuando acaba de dar a luz a su hijo. Su parto ha costado. Ella las estrías las va a llevar en el corazón.
Él, siempre lamentará no haber estado allí, para cogerle la mano con la última contracción. De todas maneras, el embarazo ha merecido la pena. ¡Vaya si ha merecido la pena! -se dice- mientras besa una y otra vez la fotografía.

Nani, Agosto 2008.

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viernes, 17 de agosto de 2007

PERÚ LLORA

Hoy es de esos días que te levantas un poco aturdida y te quedas casi en blanco. No sabes que pensar y menos que decir.
Ayer criticaba el masacre de Irak y hoy, cuando escucho los datos oficiales del terremoto de Perú, me quedo casi estupefacta, por no decir "estupefacta o estúpida" de aturdimiento.
Espero los comentarios y disculpas de unos y otros y por supuesto, la pregunta que siempre nos hacemos: "¿Porqué permite Dios estos destrozos, en estos países?", y a continuación el comentario: "Al perro chico, todo se le vuelven pulgas". Pero que poquitos nos preguntamos: "¿Qué les habrá pasado a las familias de los dirigentes de este país, o a los que tienen una vivienda construida en el sitio adecuado y de manera idónea? ¿No será que los muertos y las casas destruidas, son los que viven y se construyen al pie de volcanes, montañas peligrosas, orillas de ríos o al borde del mar? De construcción no entiendo nada, pero si sé, que la gente que muere en un terremoto o maremoto, siempre es la que vive en el lugar que el poderoso no quiere para él. Ellos, (los muertos y los heridos), están o estuvieron ahí, porque no pueden hacerlo en otro sitio y además tienen la certeza, que cuando se van a la cama a descansar, no saben si al otro día despertarán o lo harán entre escombros.

nani. Agosto 2008.


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jueves, 16 de agosto de 2007

¿TIENES HERMANOS?

Con el grandísimo atrevimiento por mi parte y homenajeando a "GLORIA FUERTES".
¿Tienes hermanos?
De sangre tengo tres,
a los otros los estoy perdiendo...
unos se mueren de hambre,
otros muchos me los están matando en la guerra
y al resto,
me los mata la prepotencia
.
Como creo hubíera dicho ella, al enterarse del gran masacre de Irak.
nani 2007.