miércoles, 29 de enero de 2025

TURISMO MODERNO

 


Imagen subida de la red

Desde entonces, no encontramos manos de obra. La noticia corrió como la pólvora y cuando reaccionamos, lo que creíamos era un impecable anuncio de márquetin, se convirtió en toda una huida. Nuestro asesor diseñó un anuncio que consistió en difundir que los fantasmas de la mansión se sentaban en las mesas junto a los comensales, y jugaban a esconder los cubiertos o en los pasillos ponían zancadillas a los incrédulos, por lo que el sector servicios creyó que no iban a competir con lo esotérico y paranormal. Ahora la clientela se ha reducido a flipados, parapsicólogos y el equipo de un programa muy popular de televisión.

 

Nani, enero 2025

viernes, 24 de enero de 2025

CABALLO DE CARTÓN

 


Imagen subida de la red


He pasado en casa de los abuelos el finde y aunque no me dejan subir a las cámaras porque dicen que hay peligro de derrumbe, yo como chico rebelde más interés he mostrado siempre. Aprovechando que la abuela ha ido a dar de comer a las gallinas, he subido y de primeras ha llamado mi atención un caballo de cartón. Aquel que desapareció un día sin saber la razón. Cuando ha vuelto la abuela y lo ha visto, he percibido un triste y pesado silencio. Con lágrimas, ha dicho que tuvo que esconderlo porque venía con cosas inadecuadas para los niños. Le he preguntado si fue el motivo por el que se llevó la policía al tío Toni. Afirmó con la cabeza y sollozaba. Lo devolví al desván. He abrazado a la abuela y le he dicho que no quiero un caballo tan feo y triste, que prefiero las gallinas y su compañía.

 

Relato finalista en el programa de RTVE, "Las Mañanas con Carmen Asencio".


Nani, enero 2025

martes, 21 de enero de 2025

AGUA

 


Foto de mi autoría


Me ha despertado algo que parece choca contra los cristales de mi ventana.  Como el extraño ruido persiste, me levanto para ver si alguna rama roza, ya que me está desvelando y me produce un cierto malestar.

Con cautela me aproximo a la reja que hay en mi habitación, y miro a través del cristal.

Está mojado y empañado, ya que ha llovido. El agua ha sido la que ha producido ese tintinear en el cristal y la causante de mi despertar.

Hacía mucho tiempo que no llovía y al ver los cristales llenos de goterones, me ha dado un vuelco el corazón de alegría. Hacía tanto tiempo que no escuchaba ese tenue repique y motivo de mi desvelo, que ni recordaba su soniquete.

A partir de ese instante, he imaginado como bajaría el agua calle abajo, limpiando de polvo el asfalto y los zigzags que a lo largo de los distintos callejones va surcando, hasta llegar al arroyo. 

He pensado en la alegría que tendrán las hojas blanquecinas por el polvo, de los olivares al sentir la tibia ducha que los limpia y los deja respirar, así como sus raíces sedientas que, si pudieran, bailarían al son de los valses más deliciosos. ¿He dicho si pudieran? ¿Quién podría afirmar tal cosa? La naturaleza es tan mágica, que igual nos sorprenderíamos si realmente supiéramos que bailan, que lo mismo y a su manera lo hacen, sus raíces al menos se conectan.

He agudizado el oído para escuchar el tamborileo de la gotera enorme que hace el canalón roto, al chocar contra el macetón que hay a la derecha de la puerta de entrada. Seguro que mañana cuando salga para el trabajo, estará radiante la palmera que se secaba por días sin remedio.

También se habrá mojado la ropa que tenía tendida, pero bendito chaparrón que le ha caído. No hay prisa. A Dios gracias, hay otras mudas y la mojada ya tendrá tiempo de secarse, hasta la colada tendida lo va agradecer, como lo estarán celebrando los veneros, ríos, manantiales, fuentes y nacimientos fluviales. ¡Hasta los escasos lavaderos que aún quedan, darían saltos de alegría al verse rebozar!

Ya no me importaba el desvelo, porque era hora de celebrar y ver caer el agua o la vida que nos ofrece el ambiente.

Después de estar un buen rato viendo caer el maná líquido de manera acompasada, sacar las manos para que la belleza hecha fluido me las limpiara de tanta mugre que a lo largo de la vida vamos acumulando, decidí volver a la cama, pero por supuesto, sin cerrar la ventana. Deseaba escuchar su sonido en el silencio de la noche y me acunara con su hermosa nana. Esperaba quedarme dormido, sabiendo que el agua nos estaba ofreciendo su poder de auto abrillantado, para que siguiéramos reluciendo y respirando con la pureza del aire limpio.

Agradecía de antemano, la ducha que al levantarme iba a recibir. El vaso de agua que iba a beber junto al desayuno y el paraguas que iba a sacar, para ir al trabajo o quizá, ni lo abriría.

Y pensando en la belleza del agua, su delicadeza y la grandeza tan inmensa que tiene, a pesar de ser tan humilde a veces, debí quedarme dormido.

Al despertar en la mañana, he tenido la sensación de haber soñado que bajo la lluvia me mojaba como a mí me gusta, aunque he tenido que tirarme de la cama como un poseso, ya que o iba al váter o me pasaría lo que al bebé de la vecina cuando se queda sin pañal. ¡Es lo que tiene soñar con agua!

Más tarde, cuando me he aseado y me he ido al cotidiano trabajo, no he cogido nada para protegerme, deseaba recibir el chisporroteo en las mejillas. No me ha importado llegar mojado, porque hoy era la alegría y la vida la que me envolvía. El agua es la fuente de vida y por ello, siempre la celebro como lo único verdaderamente necesario. Sin el agua se nos terminaría todo, sin ser lo suficientemente conscientes de que es lo más vital, bello y natural que nos rodea.



Relato publicado en el Nº 36 de la revista Pansélinos. Os dejo el enlace para que podáis disfrutarla. 

 

Nani, Enero 2025

domingo, 19 de enero de 2025

DÍAS DE NIEBLA

 


Foto de la artista Stefania Bonatelli

 

Solo salgo el día que hay niebla. Vivo junto a mis congéneres y estamos en lugares recónditos o secretos bajo tierra e incluso, dentro de cuevas desconocidas y desde hace miles de años nos refugiamos a estos lugares huyendo de los investigadores lunáticos. Quieren hacernos pruebas, pero en realidad lo que buscan es nuestra sangre que es distinta a la de los humanos y a la de ellos. Más resistente e inmune a todas sus debilidades entre otras cosas, aunque lo que en realidad pretenden es poseednos para tener ellos el almacén a sus carencias. Cómo los días de niebla no ven bien, salimos a proveernos. Hemos conseguido desarrollar un repelente que no detecta nuestro olor, ni presencia y así pasamos desapercibidos. Algún terrícola sabe dónde estamos, pero no hablan, saben que no deben decirlo porque nos pasaría como a ellos que son desde entonces, esclavos de la tecnología y de lo que simuladamente les ofrecieron. Son muy pocos los que están enterados de estas experiencias y abusos a los que es muy difícil escapar. Pero sí que están dejando de tener dependencia ya que últimamente se han dado cuenta de sus objetivos y la sumisión está pasando a ser rebeldía. Muy pronto, los esclavos tendrán que buscarlos por otras galaxias y con nuestra unión y avances, lograremos expulsarlos y podremos reconstruir o reiniciar la tierra. Y no será gracias a la IA, sino a la inteligencia humana que podrá sobreponerse a lo que hasta ahora es la norma.

 

Nani, enero 2025

jueves, 16 de enero de 2025

APRENDIZAJES

 


Las palabras que Soledad Olayo nos dio para la ONG Cinco Palabras son las siguientes:

Elixir, crecimiento, propósito, ikigai y revelación.


 

Tras las fiestas navideñas nos saturan anunciando el elixir que dará con la clave para el día de los enamorados, como si se tratara del crecimiento o método contra la alopecia. Ya ni siquiera hay propósito, gesto o delicadeza al otro, aunque siempre estuviera disfrazado. Ahora roza la frialdad sin reserva. El respeto, la armonía y la complicidad, se sustituye por materia. Ni aprendemos, ni transmitimos valores y naturalidad a los que llegan. El Ikigai que diría mi profesora de yoga, y que fue una revelación el día que nos explicó en qué consistía, habrá que difundirlo sin demora.

 

Microrrelato escrito para Cinco Palabras. Apoyamos con los relatos solidarios en el mes de enero, a las personas afectadas por la Dana en la Comunidad Valenciana, concretamente a la localidad de Chiva.


Nani, enero 2025

lunes, 13 de enero de 2025

LA VENDA QUE TAPA SUS OJOS

 


─ ¿Puedo pedir otro deseo?, ─dijo con voz tenue.

─Tú dirás, pero sabes que no hay mucho tiempo y tampoco puedo asegurarte que se te conceda.

─Ya sé que no tengo tiempo, pero si consigo que se cumpla mi petición, la sociedad ganará.

─Pues dime…

─Entregue esta carta a la Corte Suprema. Espero que, aunque yo ya no esté se haga justicia. He pagado por otra persona que fue la que cometió el delito. Me he despedido de todos, me han traído el último almuerzo y también me ha visitado el pastor de la prisión. Solo pido que los míos sepan de la injusticia cometida.

 

 

PAREJA BIEN AVENIDA

─ ¿Puedo pedir otro deseo?

─ ¿Será por deseos entre tú y yo?

─ ¡Mira que te conozco, y no quiero que discutamos!

─ ¡Tú pide que tus deseos son órdenes!

─ ¡Quítate la ropa y métete en la piscina, que se me ha caído la cartera y en ella he guardado los pasajes del viaje de aniversario!

─ ¡Pero si tenemos menos de tres grados!

─ ¡Claro, por eso te pido que te metas tú que eres menos friolero que yo!

─ ¡No creo que deba, te puedes quedar sin acompañante!

─ ¡No te preocupes, siempre quedará Luis!

 

 

Nani, enero 2025

miércoles, 8 de enero de 2025

SU MAGESTAD

 


Imagen subida de la red


Con los pies descalzos paseo por la playa y de vez en cuando me inclino para recoger una concha que pasa a formar parte de la colección que se amontona en la cesta que agarro con la mano. La brisa me golpea el rostro y el pelo revolotea igual que una mariposa alrededor de mi cráneo. No pienso en nada, solo siento. Disfruto de las olas que golpean mis tobillos, de la sensación que cada paso produce en mis pies al hundirse en la arena mojada y de los últimos rayos de sol que rozan mi piel. Empieza a inclinarse la tarde y se acerca el momento que espero y que culminará el día. La puesta de sol ya se asoma encima del tranquilo océano y sin pensarlo un momento, me siento en la cálida arena que me abriga y me da la fuerza para mantenerme quieta y contemplar la estampa que tengo delante. Una nube se posa a la derecha del rojo sol contagiando sus tonos dorados/rojizos, tal que si se avergonzara al ocultar parte de tan majestuosa belleza.

Poco a poco y avanzando el ocaso, el sol se abraza al océano permitiendo que este acune al rey del día y puedo percibir la nana que le canta, cuando las olas van y vienen de forma delicada, para que la cuna le relaje y duerma con la misma delicadeza que le despierta mañana tras mañana.

Cuando ya decido volver a casa porque la luz se ha perdido casi totalmente, me levanto y vuelvo recordando el momento vivido.

En el camino a casa, presiento que alguien me está siguiendo. No me atrevo a dar la vuelta y observar, pero me detengo un segundo para escuchar mejor.  Los pasos que me persiguen no los escucho y apresuro mi caminar. El corazón quiere subirse a mi garganta y salir por la boca, mis sienes pretenden estallar y empiezo a sudar de manera exagerada. Al llegar a la altura del bar de Paco, entro y pido un refresco. Ahora si me permito mirar a la puerta por donde he entrado. Nadie entra tras de mí, ni pasa de largo. Intento serenarme cuando siento que alguien a mi espalda toca mi hombro. El grito que sale de mi boca, desplaza las miradas de los parroquianos sentados en las mesas, hacía mi persona. Me vuelvo y mi primo Julián me dice: Marta, me ha costado cogerte, qué prisa llevabas o ¿es que te has asustado? Lo siento si ha sido así, pero nunca creí que tú, la chica valiente de la pandilla, la pelirroja que no amilanaba ni al gamberro más gamberro, pudiera asustarse de buenas a primeras o ¿es que ya no eres la misma?

─No Julián, ya no soy esa chica ─le respondo─. ¿Por dónde has entrado? ¿Esto qué es, una venganza de cuando éramos niños? Ya soy una mujer y por desgracia ahora no vamos tan seguras por ciertos sitios. Cuánto me gustaría ser la Pipicazalargas como me apodasteis. Ya no solemos estar seguras las mujeres. Y para colmo, hay a quienes les gustan fomentar ese miedo. Por muy valientes que seamos e independientes, esa desazón se cuela sin darnos cuenta por los poros y llega a los huesos.

Nani, enero 2025