martes, 3 de junio de 2008

DE VUELTA A CASA, una nueva sorpresa




Pues sí, ya he vuelto. He estado una semanita fuera de casita disfrutando de la compañía de mi hija y como todo se acaba, esta escapada también se ha terminado y ya llevo un par de diítas en casa ordenando ropa, colocando algunas cositas en su sitio y en fin…, de nuevo he vuelto a la rutina.
Esta tarde ha tocado regar las macetas que las pobres están frititas a excepción de las que están en la terraza, que esas si han recibido el agua de la lluvia.
Como os decía, ha tocado regar macetas y para el final he dejado las que más pesan y como también necesitan más líquido, las he llevado al patio unas y otras a la terraza. He disfrutado del escaso sol que a candilazos asoma y desaparece, según las caprichosas nubes le hacen sombra o se esfuman en cuestión de instantes. Esta primavera está resultando atípica, pero agradecida por el agua caida al campo y por los innumerables alérgicos que vivimos en estos parajes olivareros.
Como siempre que me pongo a contaros cositas, el santo se me va al cielo y me voy por las ramas… ¡ay Roko si me leyeras como afirmarías estas cosas que estoy contando, e incluso dirías que empiezo con los cartones y... jajajajaja, mejor lo dejo, porque eso solo lo entendemos tú y yo!
A lo que iba…, he sacado las macetas grandotas y ¡ohhhhhhhh sorpresa! ¿Qué creéis que me ha pasado? Sí, sí, ¡lo habéis adivinado, de nuevo ellos han hecho de las suyas, sí “los dioses menores” han actuado de nuevo!, pero esta vez no me he enfadado, ni les he tenido que reñir. Esta vez me han hecho sonreír (claro, después de lo que os cuento), porque el ingenio que tienen no tiene límite.
Cuando tan atareada iba con mi regadera a limpiar hojas y humedecer la seca tierra, mi amiguito (sí el que me ayudó a pelar ajos), sale de entre las hojas y cogido a una ramita ya reseca e imitando a Tarzán (no hace el gritito tarzanero, sino lo digo por la forma de trasladarse y acercarse a mí), me dice: “Nani, ya me he duchado así que mucho cuidado”. Si hoy no me ha dado un infarto ya no me da nunca. ¿Cómo reaccionarías tú que me lees, si de pronto cuando vas a regar una maceta te viene alguien de esa forma y con voz chillona te suelta esa frasecita? He ido a recuperarme a la silla que tengo a propósito para tomar el sol y de paso leer unos capítulos del libro que tengo empezado y de pronto tengo a los ochos “dioses menores” delante de mí y preocupados por el susto que me he llevado.
Se han puesto a escalarme y en un piz-paz, he tenido a uno en la oreja, otro en el escote de mi camisa, otro entre el pelo masajeando mi cuero cabelludo, otro en mi mano, el que siempre está de guasa en mi hombro y besando mi cuello (me hace cosquillas el mu joío) y el resto encima mía como Dios les ha dado a entender. Me dicen que como yo no estaba y no han tenido su ración de verduras, se han refugiado en las macetas para poder proveerse de clorofila y además como está el tiempo como está, tampoco han podido hacer su fotosíntesis diaria así que mientras yo volvía o no, necesitaban asegurarse de su supervivencia con lo que tenían a su alcance y claro, han recurrido a estas plantitas que tenemos en casa. Como veis no he podido enfadarme, el error lo he cometido yo, debí dejarles alguna buena ración de verduras y además alguna puerta abierta al exterior para que aprovecharan los pequeños momentos que se disfruta en esta primavera del “solito” (como decimos los andaluces) y que tanto necesitamos los que vivimos en estos lugares del sur.
Para compensarles le he prometido una tortilla de espinacas para esta noche, una ensalada variada para mañana y para que me perdonen el despiste, un bol enterito de frutas naturales aderezadas con nata montada y caramelo. ¡Ah, y les he prometido que el primer día de sol radiante que amanezca, nos vamos con un remojón de naranja al campo a disfrutar correteando y hacer la fotosíntesis a nuestras anchas!

… y ahora prometo pasar por vuestras casas, porque esta semanita os he tenido muy abandonaditos…


Tengo que pedir disculpas y agradecer al mismo tiempo, estas consideraciones, que por falta de tiempo en estos últimos días y meses no había hecho. Os pido me perdoneis y os doy beso lleno de agradecimiento a...

NOEMÍ PASTOR DE "BOQUITAS PINTADAS". POR EL PREMIO A LA "CALIDEZ". MUCHÍSIMAS GRACIAS PRECIOSA.






MUCHAS GRACIAS DRIADA POR ESTA ROSA "EMINENCE", ME LA OFRECIÓ EN SU DÍA PERO NO SE LO AGRADECÍ EN SU MOMENTO.




Todos estos detalles que tenéis conmigo, os los concedo a los que dedicáis unos minutos de vuestro tiempo leyéndome. Muchas gracias a todos.
Nani. Junio 2008.






miércoles, 28 de mayo de 2008

UNA NANA AL ATARDECER

A By Alex, por dedicarme una puesta de sol.
Con los pies descalzos paseo por la playa y de vez en cuando me inclino para recoger una concha que pasa a formar parte de la colección que se amontona en la bolsa que llevo colgada a la cintura. La brisa me golpea el rostro y el pelo revolotea cual mariposa alrededor de mi cráneo. No pienso en nada, solo siento. Disfruto de las olas que golpean mis tobillos, de la sensación que producen mis pies al hundirse en la arena mojada y de los últimos rayos de sol que me acarician. Empieza a inclinarse la tarde y se acerca el momento que espero y que culminará el día. La puesta de sol ya se asoma encima del tranquilo océano y sin pensarlo un momento me siento en la cálida arena que me abriga y me da fuerza para mantenerme quieta y contemplar la estampa que tengo delante. Una nube se posa a la derecha del rojo sol y le contagia sus tonos dorados–rojizos, que la avergüenzan por sentirse culpable de ocultar parte de su majestuosa belleza. Poco a poco se retira y despacito se disculpa por haberle hecho sombra. Me empapo del momento. Mis poros están abiertos a todas las sensaciones, mis oídos escuchan el ir y venir de las olas, mientras mi mirada se mantiene quieta en el horizonte donde permanece el rojo sol meciéndose sobre las quietas aguas. A lo lejos se escucha una nana y la mezcla rojo-amarillo se difumina. El sol se ha dormido mientras mis pupilas han grabado en mi alma un paisaje inigualable. De nuevo la estampa se queda quieta, serena y calmada. Yo me levanto y sacudo la arena de mi falda, aspiro fuerte la brisa que me da en la cara y me encamino a casa mientras pienso que he disfrutado de unos momentos deliciosos.
Nani. Mayo 2008.

domingo, 18 de mayo de 2008

ME DEJASTE TIRADA

¿Dónde estás querido mío? ¿Dónde fuiste a parar? ¿Por qué nunca me dijiste a donde llegaste o a donde te llevaron? ¿Quién o quines me lo van a decir alguna vez? Ya sabía yo que tu espíritu era aventurero y que te gustaba volar, pero te marchaste sin despedirte, sin un simple “adiós” o “hasta pronto”. Te recuerdo con tu traje (carcasa como solías decir) marrón café con leche, tan elegante y pinturero, tan… especial, tan, tan, ¡qué único fuiste para mí y cuantos momentos felices vivimos juntos! Sí, es verdad, te gustaba llamar la atención y hacerte notar, pero a mí no me importaba, muy al contrario, estaba orgullosa de ti y de todo lo que eras capaz de hacerme sentir. Rebozaba de felicidad cuando entonabas aquellas canciones que escuchaba en la radio, en “Los 40 principales” o en aquellos programas que daban en la tele y que tan dichosos nos hicieron (hoy nuestros hijos dirían que eran horteras), pero ¡como disfrutamos con “Salto a la Fama “! (eso era una especie de “Operación triunfo” de aquellos tiempos), pero con el que tú y yo gozamos así como con “Escala en HI-FI”, aquello era un programa con todas las de la ley, (bueno para decir verdad, era un caraoque o similar, interpretado por actores del momento, alguno de ellos lo veo ahora en “Camera café” y hace que me acuerde de tí), donde escuchabamos las canciones del momento y las veíamos interpretar. Fuimos felices al ritmo de “Los Ángeles”, “Los Munstang”, “Los Sirex”, Salvatore Adamo ¡ohhhhh, cuando decía aquello con aquel acento! :" ... y mis manos en tu cintura…", hayyyyyyyyyyyyy, o Johnny Halliday y su rubia mujercita Sylvie Vartan por ejemplo y como olvidarme de los melenudos como decía mi padre, los míticos y “La creme de la creme”, nacidos en Liverpool "The Beatles" eso era ya el no va más. Para quién no lo vivió ¡no sabe nada de nada! Siempre que te recuerdo se me va el santo al cielo, pero es que silbabas tan deliciosamente, cantabas, entonabas e incluso te atrevías con alguna que otra sinfonía que la nostalgia al evocarte es superlativa ¡vaya pijada me ha salido!, en fin que lo que quería decir es que todo fue ¡tan bonito cuando te tuve conmigo!, hiciste que aquellos duros días de trabajo, adolescencia y días inciertos fueran distintos. Cuando llegaste con el tío Antonio todo cambió. Buscaba un momento para estar a tu lado, acariciarte, rozarte, pasarte la mano para que no tuvieras ninguna motita ni nada que pudiera perjudicarte. Limpiaba esa carcasa que tú decías y te mimaba como a lo más preciado que tenía por aquella época. El día que no volviste se me cayó el alma al suelo. Sí, aquel día te fuiste con mi hermano a un guateque y yo me quedé trabajando.Os llevasteis todos mis discos de vinilo (no os lo he perdonado aún), aquellos que compraba con la paga de los domingos (de muchos domingos). Y me dejaste tirada ¿o no fue así? Eras mi querido tocadiscos Philis de segunda mano color café con leche. Yo te quería y no volviste más. Te quedaste en aquel guateque con toda mi música y no volviste, en el fondo de mi alma te recuerdo con cariño y con odio ¡me dejaste tirada! Nani Mayo 2008

martes, 13 de mayo de 2008

LA POBRE PI




La malvada hipotenusa capturó a Pí y esta no lo aceptó. La envidió desde que fueron pequeñas. No era culpa de ella que Pitágoras la catalogara tan cuadrada, de hecho forma parte de esos cuadrados y para colmo, siempre lleva a su cargo a dos catetos. Ella Pí tiene un nombre sugerente, es redondita con perímetros que equivalen a las circunferencias, la tierra o los círculos y su categoría es mucho más relevante a pesar de que la idiota de Wikipedia diga de ella, que es un número irracional, (ja, ja, ¡irracional!). Según leyó el otro día en una página de google, no es demasiado fiable ya que cualquier persona puede colgar en la Wikipedia de las narices, todo lo que se le antoje.



Hoy además os tengo que dar una noticia. El microrrelato que colgué el pasado 15 de marzo “El café”
http://misrelatosyotrascosas.blogspot.com/2008/03/el-caf.html, ha sido seleccionado para la publicación del libro “A contrarreloj II” y también el poema que hice con intención de homenajear a Gloría Fuertes colgado el pasado 3 de Agosto “¿Crees en los dirigentes?” http://misrelatosyotrascosas.blogspot.com/2007/08/crees-en-los-dirigentes.html para la publicación del libro “Poemas para un minuto II”, ambos editados por la Editorial Hipálage y que ya han sido puestos a la venta. Ya sabéis, a veces participamos en certámenes para probar, y te llega la sorpresa de que te seleccionan para la publicación de un libro. Con estas ya son tres las veces que me publican en las mismas condiciones, no llego al final pero parece que llaman la atención, así que debo sentirme satisfecha y daros hoy las gracias a quienes me leéis porque sois los que me animáis a seguir haciendo esto. De nuevo muchas gracias y muchos besicos.

Nani. Mayo 2008.






jueves, 8 de mayo de 2008

LA FUENTE DE LA MORA



Mercedes es una niña alcalaina, bastante curiosa y traviesa, que no deja a su abuela tranquila en momento alguno.
El afán de la niña, es que su abuela le narre cuentos e historias y no se conforma con cualquier cosa.
-¡Por favor abuela, si esa historia me la contaste ayer, hoy quiero una nueva, además siempre me prometes la de la mora Cava. Dices siempre que cuando sea grande, que es de mayores y que no es para niños! ¿No te das cuenta abuela, que ya he crecido una raya? El mes pasado me mediste en la puerta de la alacena y ¿ves como he subido?, esta que queda por debajo, es de enero.
La abuela, cansada de escuchar la misma perorata de su nieta día tras día, se resigna y contesta:
¡Está bien Mercedes,
habitante de la ciudad…
“Alcalá la Real,
la muy noble y
la muy leal”,
a la que yo añadiría,
cabezota y pertinaz,
mientras no te sales con la tuya
no paras…,
no pararás!

Y la niña muy contenta,
en una sillita pequeña
se fue a sentar.
Mientras…,
la abuela azuza el fuego,
para crear un ambiente
ancestral.
- Pues verás, en los años de “Maricastaña” cuando los moros vivían allá arriba en la Mota, había una mora que “Cava” se llamaba, muy guapa y hermosa y que a escondidas se veía con un cristiano Capitán, apuesto y bastante galán.
-¡Abuela no te subas por las ramas, a la historia por favor y como la contaba tu abuela, que no soy tan pequeña!
-¡Nada, que esta niña no se calla, ella erre que erre, hasta que no consigue lo que quiere, no para!, - dice la abuela entre dientes.
-Veras, según mi abuela contaba, allá arriba vivían los moros y aquí abajo los cristianos. Del castillo de “La Mota”, salía la bella “Cava”. Vestía una túnica de seda de color violeta, velo de gasa del mismo color cubriendo el negro pelo y parte del rostro. Las babuchas a juego, llevaban cuentas incrustadas de cristal de diferentes colores, y apoyado en la cintura, llevaba un cántaro de barro y vacío. Resultaba que en el castillo no quedaba agua. Como los cristianos querían expulsar a los árabes de dicho castillo, habían envenenado los pozos y así morirían de sed o tendrían que rendirse.En el valle había una fuente, que estaba vigilada por un soldado cristiano. La mora “Cava”, con lágrimas en los ojos, le contó el primer día que su madre agonizaba, que tenía los labios secos y que necesitaba subir con el cántaro lleno. El joven soldado, al observar la pena de la “Cava”, se emocionó y como la morita tenía unos ojos enormes sobretodo cuando se inundaban de lágrimas y que a la luz de la luna parecían más hermosos, quedó prendado y le dijo:

Para cobrarme el favor
el velo te has de quitar
y descubrir la belleza

que debajo seguro está.

(Por lo tanto…
cristiano y mora,
atrapados quedan ya).

- A partir de aquel día, la “Cava” bajaba a por agua y según pasaban los días, las horas se hacían eternas ansiando llegase la noche para ver a aquel apuesto Capitán que la dejaba coger el preciado líquido y que poco a poco, se fue apoderando de su corazón.
El la esperaba sentando al borde de la fuente dejando el caballo atado a un milenario álamo blanco y la mirada puesta en el sendero que hacía descender a la bonita mora. Todos los días compartían su amor presintiendo que este duraría por poco tiempo, ya que en el momento en que “Tayre” su padre volviera del último viaje que emprendió y se enterase, lo prohibiría. Siempre había dicho: “¡Antes muertos, que en manos de los cristianos, por Alá que lo juro!”. Pasaron los días y la madre murió, pero “La Cava”, siguió viendo a su Capitán. Cuando volvió el padre y se enteró, la amenazó con matarla si volvía a ver al cristiano, culpándola de la muerte de la madre. La pena de la mora “Cava”, cada día era mas grande y la desesperanza del Capitán aumentaba noche tras noche. Una madrugada de luna llena, ya cansado el Capitán y pensando en volver al campamento de la Fuente del Rey, escuchó ruido. Se estremeció de emoción. Allí, bajo la luz de la luna estaba su amada “La Cava” tan hermosa como siempre, aunque con una tristeza enorme reflejada en sus grandes y bellos ojos. La mora “Cava”, se precipita a los brazos del Capitán amado. Antes de que puedan reaccionar, se escucha un tropel y aparece “Tayre” el sultán con un arma en la mano. Enfurecido y enloquecido, se precipita sobre el cuerpo de su hija “La Cava” atravesando su corazón con la fría daga. La bella “Cava”, a los pies del Capitán se desploma, diciendo:

“El amor me trajo,
el amor me lleva.
No pequé padre mío,
¡Por mi madre y por Alá!,
sólo conocí un sentimiento,
que no comenta…
ni de donde viene,
ni adonde va.

- Y dice la leyenda - sigue diciendo la abuela -, que el viejo sultán quedó enloquecido, no recobrando jamás el juicio. De esta manera, quedó bautizada “La Fuente de la Mora”, donde “La Cava alcalaina”, entregó todo su amor y también su vida.

Nani. Mayo 2008.


martes, 29 de abril de 2008

ME, ME, ME VOY PA LA COCINA

Jozú, Jozú. Hace unos días me atacan los virus y me impiden actualizar el blog hasta que consigo eliminarlos y hoy que tengo que hacer una “Secretaria” me voy para la cocina y en el momento que me noto algo más despejada (porque ando un poco espesilla)…y, ¡la madre del cordero…!, ¿qué me encuentro? ¡Menudo desbarajuste hay en el fregadero, grifos y fogones! ¿Os podéis imaginar quienes andan armando semejante revuelo? ¡Pues sí, son ellos los revoltosos, “los dioses menores”, esos mismos que Mario había dibujado en el fregadero, grifos y encimera de mi cocina!
Yo tampoco me lo podía creer hace unos días cuando les encontré alborotando de una manera increíble. Se suben al grifo y cuando tengo el barreño lleno de agua para lavar las acelgas, se tiran y se dan cuatro o cinco largos y hacen carreras para ver cual de ellos es más veloz. Cuando preparo harina para emborrizar los boquerones, se revuelcan y me preguntan voz en grito (menuda voz de pito tienen): “¿Cómo están ustedes?” Y lo vuelven a repetir. Claro, siempre caigo en la trampa mientras ellos se tronchan de risa cuando me ven mirar para todos lados y bueno, se me queda la cara esa de “alelá” cuando veo que me han tomao el pelo y estoy sola como siempre. Pero no se calman hasta que de igual forma contesto: “BIIIIIIIEEEEEEENNNNN”. Entonces salen del plato saltando y sacudiéndose como si fueran gato o perro que sale del agua, delante de mis propias narices y he aquí la Nani, estornudando de manera que casi me salgo del pellejo y los muy joios, despendolaos y muertos de risa, o haciéndose una cresta al contacto con el agua (menudo amasijo forman con agua y harina) y claro, ya han conseguido hincharme las narices y les tuve que meter en una caja transparente que habían tenido bombones (el remedio fue peor que la enfermedad más adelante veremos porqué), pero al final pidieron disculpas y prometieron portarse como unos auténticos “dioses menores”. Así que me puse a estirar la masa de hojaldre para hacer una empanada y se subieron a mis hombros (ya es una costumbre y hasta ahí aguanto), mientras me contaban que estaban tan contentos y revoltosos, porque han visto llover con ganas y además de vez en vez, salir el sol (uno cantaba por lo bajini, “Caracol, col, col, saca los cuernos y verás el soooollll”, ¡si calladitos del todo no se quedan… ¡, ufff) y vale, todo eso es más o menos normal, pero anoche empezaron otra vez y como ya no he aguantado más les he metido en la despensa y como os contaba, esta mañana habían derramado el arroz, los fideos y se comían el chocolate de una manera descontrolada y es que el chocolate, para ellos es tan, tan excitante como un café exprés lo es para mí (por eso pasó lo que pasó cuando los metí en la caja de los bombones, les hizo efecto el tufillo que había), y como veo que no escarmientan he pensado que habrá que hacer como con los niños, les he puesto tarea como castigo y deberán ordenar la despensa para empezar (han sido ellos los que han formado ese desbarajuste) y les he colgado una nota para que de paso me saquen los ingredientes de la receta que tengo que confeccionar y que son los siguientes:

1 Pollo grande.
Aceite de oliva.
2 Hojas de laurel.
2 Cebollas grandes.
6 dientes de ajos.
1 vaso de vino blanco.
2 Higaditos de pollo.
Sal.
Pimienta molida.
Azafrán en hebra.
Colorante.
1 bote de pimientos morrones.
150 gr. de guisantes.
1 bote de 1/2 Kg. de tomate o bien, tomates naturales, pelados y sin pipas.
150 gr. de Jamón en taquitos.

Y de deberes, mientras me ayudan en el guiso anotarán las ocho cosas que quiero hacer antes de irme pa el otro barrio, según me han endiñado la señora Nanny y la señora Illyakin (así mato dos pajarillos de un mismo tiro), para hacer eso ¿cómo se llama? “mimo, memo, mama, mima, mete…, me, me, me toy poniendo nervusa, bueno como se llame esa cosa que todos estáis pensando, ¡sí el mete, digo el meme…, yujuuuuuuuuu, lo he dicho!
Bueno pues en esas estamos y ahí está el cacho guasón estornudando como yo, porque se ha entretenido en abrir la pimienta. El más travieso de todos está de color naranja con una cresta verde, porque ha cogido los botes de colorante amarillo y el verde, para hacer una gracia y se los ha echado encima, ¡menuda gracia me hace a mí! El más responsable y formalete, está llorando porque me está ayudando a pelar cebollas y el que siempre sonríe, hoy anda algo seriote porque le escuecen los dedos de pelar ajos y a escondidas soy yo la que sonrío al ver al más morenito de todos, que ha venido con el laurel en la cabeza (se ha hecho una corona y se la ha puesto, ¡si es que no paran!)…, y nada o me lo tomo a cachondeo o no acabo con este grupito de revoltosos que vinieron de México impregnados en un dibujo, enviados por Mario a ayudarme en las cotidianas pequeñas cosas y como os digo, lo que urge hoy es hacer esa gran “Secretaria”.

Mientras están ahora entretenidos en estos menesteres yo voy a coger un buen trozo de jamón serrano y lo voy a cortar en taquitos y lo reservo. Después cortaré el pollo en tajaditas y pongo el perol con aceite de oliva, cuando está algo calentito le pongo el jamón que teníamos reservado y le doy unas vueltecitas con el fin de que vaya aromatizando el aceite y cuando empieza a freír le añado el pollo troceado, el laurel que mi amigo traía en la cabeza y dejo freír a fuego suave. Cuando ya vemos que está fritito, pero no demasiado (mientras que mis amigos a mis espaldas vuelven a despendolarse), le pongo el vino blanco y dejo que se vaya consumiendo y lo remuevo. Aparte pongo otra sartén y cubro el fondo con aceite de oliva, le añado los ajitos troceados, la cebolla hecha cascos, los dos higaditos, un puñadito de guisantes y un pimiento rojo de lata. Lo dejo todo al fuego suave que se vaya pochando y me voy al fregadero porque se están bañando los que pelaron las cebollas, los ajos y el que se había hecho la cresta verde y se pintó de amarillo con el colorante. El barreño donde se han metido, parece más un potaje que un barreño de agua. Tengo que cambiarles el líquido unas cuantas veces hasta que dejan de soltar color amarillo y como podéis observar, entre unas cosas y otras, todavía no he podido ni pensar un solo momento en esas ocho cosas que quiero hacer antes de pasar a mejor vida ¡como se suele decir! Entre pitos y flautas, mejor dicho entre dioses menores y cacharros, veo que el pochado está en su punto y el pollo también. Quito el fuego a ambos recipientes, preparo un barreñito adecuado para triturar lo que había puesto a pochar y lo vacío junto con el tomate, un pellizco generoso de azafrán en hebra y un chorrito de agua. Meto la batidora (regaño al mismo tiempo a mi amigo “revoltoso” que se ha subido al filo y puede resbalar y ser parte de la salsa) y con plena seguridad de que ninguno se ha escapado y ha hecho de las suyas, meto mi potente batidora y trituro el contenido hasta que todo queda bien mezclado y hecho papilla. Vuelco sobre el pollo, enciendo otra vez el fuego y dejo una llamita floja y sigo cocinando, mientras le agrego el resto de los guisantes, la sal (hay que tener en cuenta que el jamón ya sazona un poquito y podemos salar demasiado el guiso si no lo recordamos), apuro el contenido de la salsa con un chorrito de agua que agrego al guiso y dejo que vaya reduciendo la salsa. En esta tarea estoy cuando me percato que mis amiguitos no se escuchan, no se ha metido ninguno entre mi pelo (saben que me enfado mucho si lo hacen mientras cocino), ni se ha metido ninguno en mi escote (dicen que así ven mejor como cocino), ni salta ninguno del grifo a mi hombro y de aquí al barreño o al rollo de papel de aluminio (dicen que les gusta escuchar el ruido que hace la lámina de aluminio), así que me vuelvo para ver que pasa y me los encuentro a todos sentados tan anchos y tan panchos en el frutero, encima de las peras y las naranjas y cada uno de ellos tiene un rollito en la mano en forma de pergamino que me ofrecen con una sonrisa y la verdad sea dicha, “¡me han desarmado los mu puñeteros”!, llevan muy poquito entre estos pucheros, pero me han conquistado y saben muy bien como sacarme de quicio o derretirme cual caramelo avainillado. Miro mi guisote y veo que por un momento puedo dejarlo hacer “plof, plof” y me acerco a los pequeñajos sonriendo yo también. Desenrollo el primer pergamino en el que puedo leer: “Te hace mucha ilusión viajar a donde sea, pero si te dan a elegir, podría ser Kenia, Egipto, Perú o México, lo dijiste anoche mientras dormías en el sofá”, (se me saltan las lágrimas, jejejeje, pero intento disimular). Voy hacía otro pequeñajo y repito la operación, donde leo: “Quieres tener tiempo para disfrutar a los hijos de tus hijos”, bueno ¡se ve que hablo en sueños! Vuelvo a repetir la operación (este es el prenda de la cresta) y ahora leo: “Deseas sonreír día tras día”. Vaya, ojalá así sea, pienso. Ahora me dirijo al puñetero que le gusta meterse en mi escote y vuelvo a leer: “Tienes ganas de pasear como antes hacías” ¡Puñeta con los dioses menores, me tienen calada! Me acerco al que todavía tiene los dedos quemados por haber pelados los ajos y sonríe mientras me ofrece su mensajito que dice: “Quieres tener tiempo para ver dos películas por semana y si pudiera ser sentada en un cine, mejor aún” (Huy, que pillines estáis hechos, -les digo) Ahora me dirijo al que aún tiene los ojos rojos por llorar al pelar cebollas y sigo leyendo: “Quieres terminar todos esos cuentos que tienes aparcados hace mucho, mucho tiempo y que se te atrancaron como un hueso de aceituna en la garganta, que ni sube ni baja” ¡Ufff -pienso – se las saben todas! De nuevo voy hacía el que me hace cosquillas entre el pelo y vuelvo a leer: “Quieres brindar con tu familia y amigos por el fin de las guerras”, esto me deja un poco helada porque es una utopía, pero si que me gustaría que pasara antes de marcharme para siempre y para terminar, me espera el nadador de largos en el barreño y vuelvo a desenrollar: “Quieres levantarte todos los días con un proyecto, una canción y un gracias a la vida”

.… y bueno chicas Nanny e Illyakin y resto que me estáis leyendo, como veis estos “dioses menores” me conocen mejor que yo misma y os acaban de dar respuesta al "meme" que me habéis encargado, de paso todos juntos hemos hecho el típico guiso de mi ciudad “la secretaria” (que como comprobareis, siguiendo los pasos que he dado podréis hacerla también vosotros). Ahora pruebo el guiso y está en su punto de sal, la salsa está perfecta, lo cambio a otro recipiente más adecuado para que no se enfríe y lo llevo a la mesa donde espera la familia. ¿Os sentáis a la mesa con nosotros?


HE TARDAO UNA JARTÁ EN HASER ESTE MEME, PERO ES QUE ANDO MU MAL, LO QUE SE DISE MU MAL DE TIEMPO ESTOS ÚTIMOS DÍAS, DISCULPEN LAS IMPLICADAS.


Nani. Abril 2008.




jueves, 24 de abril de 2008

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA


Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.

Ella también se había equivocado. Ella había creído que la quería. Ella había confiado en él. Ella, creyó que estaba en cenas de empresa cuando le decía que llegaría tarde una noche tras otra. Ella le creyó, cuando le dijo que estaría una semana en la sucursal del Bilbao.

Ella, como la paloma de Alberti, también creyó que el mar era el cielo, que la noche la nevada... y se equivocaba.

Siempre le había esperado. Siempre había confiado en él. Siempre le anhelaba con una ansiedad que...

Mientras, seguía leyendo el poema de Alberti....


Que tu falda era tu blusa.
Que tu corazón....


Si, su corazón ya estaba hecho añicos y se derrumbó por completo.

En realidad, había intentado mantener todo su aplomo, pero interiormente ya se había derrumbado desde aquel día que le confesó haberle mentido tantas y tantas veces, porque no había sido nunca el hombre que ella creyó.

Él, siempre había sido un agente de la policía internacional, que intentaba desenmascarar a su padre. Un traficante mundialmente conocido y buscado y que la policía estaba ansiosa de echarle el guante.

Desde entonces ella... Ella se durmió en la orilla de la nostalgia y él, él se fue por donde llegó, antes de proponerse quitar la máscara a aquella banda de indeseables.
Nani. Abril 2008.