Hacia demasiado calor para conciliar el sueño y decidió que era hora de cambiar de lugar y de pensamientos. El calor y los problemas rutinarios, en la vigilia se hacen bocas de lobo hambrientas dispuestas a tragarse hasta el último aliento. La terraza y el cielo estrellado se ofrecían tentadores, con la lluvia de estrellas incluido, así que sin pensarlo un minuto más se encontraba mirado el firmamento que ofrecía el atractivo parpadeo, incluidos los deseos pedidos con los ojos entornados, cada vez que se deslizaba una estrella, intentando abrazar la tierra en su fugaz huída del cosmos.
Absorto como estaba, se estremeció al escuchar un ruido que provenía del rosal amarillo. Los vellos se le erizaron y casi no respiraba esperando se repitiera el ruido. Se sabía a solas con sus pensamientos, sus deseos al amparo de un cielo cubierto de estrellas, luceros y lo que menos podía sospechar era escuchar algo que le resultaba desconocido, en la oscuridad nocturna. El miedo empezó a invadir su quietud y la respiración se hizo difícil y entrecortada. Un nudo atenazó su garganta quedando interrumpido por la lengua seca. Hubiera deseado tener a mano una jarra de agua helada, aunque el pánico le hubiera impedido mover un solo dedo para recoger el preciado líquido y acercarlo a la boca. Así callado como estaba e intentando escuchar, el sudor corría por su rostro y los ojos casi desorbitados se transformaron en carcajada, cuando un nuevo chasquido se escuchó y al mismo tiempo su cuerpo fue a parar directamente al suelo. La hamaca donde estaba sentado se había partido y sus pobres huesos fueron a parar directos a las losetas de la terraza. Mientras se reía a carcajada limpia, pensaba que era lo más lógico que le pueda pasar a una hamaca de plástico al sol y se rompa al percibir el peso de un cuerpo y lo más gracioso pensaba, es que la fantasía puede dispararse y llegar a inventar y producir pavor, cuando la lógica era tan evidente. Mientras sonreía y recogía los maltrechos pedazos de hamaca, pensó que Morfeo vendría a abrazarle con ternura y pasión.
Nani. Agosto 2009.
1. Nombrar a la persona que te lo entregó
Respirar el aire fresco de las noches de verano y el del amanecer.
Mojarme con el chirimiri de las primeras lluvias y oler la tierra mojada.
Tomar una "servesilla" con los amigos.
Leer, escuchar música y aprender.
Fantasear.
Bueno creo que he puesto más de cinco cosas (ninguna por orden, eso depende del día) y es que me gusta la vida y las cosas de la vida.
Los cinco blog premiados son:
ENTRE MIS JARDINES
Mi Espacio Flamenco
La vida en danza
Corrientes de agua y azahar
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