jueves, 5 de agosto de 2010

CANTOS DE SIRENAS



Los dibujos se los cojo prestados a http://carapahn.blogspot.com/



La luna estaba zurcida al cielo,

con puntadas de nube alrededor.

"La ladrona de libros” de Markus Susak.


La luna estaba zurcida al cielo con puntadas de nube púrpura. El sol ya se dejaba caer para descansar en un colchón marino, mecido y arrullado por la voz de las sirenas.

Los nativos del lugar siempre decían que cuando el sol se ponía, el mar se serenaba y se escuchaba ese ir y venir de suaves olas que le acunaban.

Los cantos de sirenas eran tan poderosos y sugerentes que algunos lugareños atraídos por sus melodías, se introducían en el mar como hipnotizados y no volvían a sus lugares de origen, corriendo el bulo de que las ninfas marinas se adueñaban de su espíritu y los hacían sus más fieles amantes, incluso que llegaban a ser servidores y criados incondicionales y hasta se llegó a escuchar, que se alimentaban con sus entrañas, las cuales les otorgaban juventud y belleza para la eternidad.

Lo cierto es que desaparecían algunos jóvenes guapos y varones famosos por su belleza y varonil semblante.

Una madrugada, la hija de Manuela la frutera y de Juan el pescador más veterano, no se conformó con la desaparición de su novio Pablo, se escondió bajo las redes de la barcaza y cuando Juan se hizo a la mar y advirtió su presencia, era muy tarde para dar la vuelta y dejarla. Ella le explicó que tenía que buscarle en los cantos de las sirenas. Que ella era capaz de cantar con más intensidad y dulzura que todas las ninfas juntas y que tenia que rescatarle de sus infames y egoístas poderes, así que el padre se dejó convencer y sentada en la proa la vio y escuchó hasta el amanecer y resto de la mañana. Sus melodías eran sentidas, pero según avanzaba la barcaza y la mar se vestía de luna llena, los cantos se hicieron tan sumamente melancólicos que dolía escucharlos. Juan no tenía que acercarse a su hija para saber que las notas que salían de su garganta eran un llanto lleno de súplica y también supo, que le costaría mucho superar aquel desengaño que los viejos del pueblo hacían creer que eran cosas de sirenas.

Mientras, “la luna estaba zurcida al cielo con puntadas de nube alrededor” y llanto de una joven enamorada.



Este relato ha surgido por la influencia playera, los recuerdos infantiles que a veces me asaltan por tantos y tantos cuentos leídos. Y es que las vacaciones y el relax, a veces tienen estas consecuencias además de la lectura de: “La ladrona de libros” que es muy sugerente.


Nani. Agosto 2010.

sábado, 10 de julio de 2010

EL OBRADOR DE MARÍA


Para América de " Mi Espacio Flamenco" a la que le deseo felices días.

Con el transcurrir del tiempo, la importancia dada a aquel nombre fue en aumento. Había sido el de su querida abuela y era también el suyo.“María”. De que modo había significado cuando fue niña. Su abuela le enseñó todo lo que sabía. Ella le contó todos aquellos cuentos de princesas, hadas, nomos, príncipes encantados y animalitos del bosque. Ella, la introdujo en aquel obrador, cuando apenas había cumplido los doce años y le enseñó a derretir aquel sabroso chocolate que cubría los jugosos y deliciosos bizcochos, secreto de familia que en el pueblo de su niñez se diputaban los habitantes y que después, le servirían para ganarse el sustento.

¿Porqué “baño maría” abuela? -le preguntó un día-. La abuela, igual que si se tratara de otro cuento más, le relató el procedimiento del baño maría y como se llegaba a la perfecta consistencia y porqué era aconsejable hacerlo así. ¡Que importante había sido para ella esa palabra y que relevancia le pudo dar a partir de entonces al chocolate fundido, que le dio la estabilidad económica y la sentimental! ¡Que orgullosa y satisfecha se sintió aquel domingo que Alfonso le pidió que preparara un recipiente lleno de chocolate! Ella le miró extrañada. Tenían mucho trabajo por entonces en aquel obrador. Los bizcochos familiares habían trascendido y hubo que trasladarse a la ciudad para ampliar el negocio. Allí distribuían la especialidad a distintas provincias. Tuvieron que aumentar la plantilla de empleados y la producción se hizo tan extensa, que por entonces se llegó a ser en ocasiones agobiante el trabajo. Es por eso, que le extrañó la petición de Alfonso. Tanto él como ella, anhelaban un domingo para descansar. De todas maneras no supo negarse, se lo había pedido de aquella manera que le resultaba imposible darle una negativa. Se lo preguntaba infinidad de veces. ¿Qué tenía aquel hombre que la derrotaba? La respuesta que se daba a si misma siempre la achacaba a su mirada, pero la única y verdadera razón es que estaban enamorados. Cuando todo lo tuvo preparado y sumida en todas esas preguntas sin respuesta e intrigada por la petición de Alfonso, le anunció que el chocolate estaba en su punto. En el punto de cobertura que hacían un día tras otro. "Vete al jardín, -le dijo-. Espérame tomando el sol que voy enseguida. No me mires tan extrañada, voy a cubrirte hoy a ti. Desde que te conocí y te vi por vez primera en el obrador, ha sido la fantasía de mi vida y hoy la voy a llevar a cabo". Ella le miró con los ojos muy abiertos y una sonrisa dulce y cariñosa. Se encaminó a la ducha, dejó que el agua tibia le cayera y con una alegría inmensa, se dirigió al jardincito que había en la parte trasera de la casa. Él la esperaba con el recipiente de chocolate tibio sobre una mesita baja. Se miraron con una sonrisa cómplice. Después, todo transcurrió de una forma tierna, dulce, calentita y muy complaciente. Desde entonces, aquel trabajo que a veces se hacía agotador, disipaba el cansancio y la fatiga al derramar el derretido chocolate sobre los bizcochos. La sonrisa se dibujaba en sus rostros y las miradas cruzadas, les relajaba y les invitaba a hacer de su trabajo, una vida más bonita.
Desde entonces, supieron hacer de ellos mismos,una golosina dulce y amena. Su vida fue a partir de aquel domingo, un delicioso manjar.


POR UNOS DÍAS, "LA CASA ENCENDIDA" PERMANECERÁ CERRADA YA QUE ME MARCHO DE VACACIONES.
DESEO A TODOS LOS QUE POR AQUI PASAIS, UN VERANO LLENO DE DESCANSO Y DISFRUTE FAMILIAR, AL AIRE LIBRE O COMO MÁS OS GUSTE.
YO ME VOY A LLENARME DE NATURALEZA Y NOS VEMOS DE NUEVO, CUANDO SE PASEN ESTOS DÍAS DE CALOR.

BESICOS MUCHOS.

Nani. Julio 2010.

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jueves, 24 de junio de 2010

EL HUESO DE LA CEREZA



Por fin había encontrado el establecimiento que vendía aquel artilugio que tanto necesitaba y que la temporada pasada tuvo que jubilar por no dar ya más de sí mismo. Se trataba de un aparatejo que ni sabía su nombre, pero que en la temporada de la recolección de la cereza, era sus pies y sus manos cuando llegaba el momento de quitar los huesos a tan apreciado fruto. No era ni eléctrico ni demasiado sofisticado, manual y bastante lento, pero había sido lo único encontrado en el mercado, que no estropeaba el fruto al mismo tiempo que deshuesaba la cereza que para ciertas confituras, jaleas o licores era imprescindible hacer.

Lo había visto anunciado en un catálogo de esos que dejan en los buzones y que normalmente va a la bolsa del reciclado de papel, pero que por no se sabe que razón, se le había quedado en las manos cuando con prisas recogió las cartas del banco y todos los demás anuncios y entraron con ella al servicio donde aprovechó para hacer el apartado de cartas servibles y las que no. Como solo había tenido un sobre y aquel catálogo, mientras terminaba sus necesidades le echó un vistazo a aquello que además sabía no compraría nunca, hasta que su vista se detuvo en el artilugio que le iba a salvar la vida.

Y allí se encontraba, en la dirección que le indicaba aquel catálogo, empujando un carrito de compra y mirando estantes atiborrados de género seguramente venido todo él de China o Corea.

No solía entrar en este tipo de establecimientos ya que le dolía pensar que eran objetos fabricados por niños o personas a las que se les explotaba de manera inhumana, pero he aquí que alguna vez se cae en la tentación y se guardan los prejuicios en el bolsillo del pantalón y además, bien escondido para que el remordimiento no haga demasiada pupa.

Cuando se acercaba al lugar del menaje de cocina y hogar, vio su adorado artilugio, le miró el precio y como pensó que no era excesivo en vez de coger un artículo, fueron tres los que puso en la cesta. Sabía que de darle otra tunda como la del año anterior, si no acababa de la misma forma sí terminaría semijubilado y no pensaba pasar otra irritación como la de los últimos días que casi debió hacer la tarea sirviéndose de la puntilla y mucha habilidad en sus dedos.

Cuando terminó de poner el trío en la cesta y como no pensaba adquirir más objetos en el establecimiento, terminó el largo pasillo para dar la vuelta y salir al paralelo e ir a la caja y abonar el importe, cuando se dio cuenta que se hallaba en un laberinto que no tenía salida posible, si no hacía el recorrido por un lugar tenebroso que le indicaba una flecha con la palabra “SALIDA”. Recordó los relatos a los que tan aficionada era y que acababan en otra dimensión, o los de Deutsch. Lo cierto es, que en su casa la buscan desde hace ya más de una década.

Nani. Junio 2010.

viernes, 11 de junio de 2010

LA HORTICHUELA




© Paisaje de La Hortichuela. Foto hecha el 9 de junio de 2010.

Desde la ventana vio asomar a lo lejos el coche blanco y ya no supo como reaccionar. Sabía que en cualquier momento podía ocurrir y por eso se asomaba continuamente. De volver, aparecería por donde le estaba viendo llegar, pero hasta que no fue real la escena, no dio crédito al hecho. Notaba como le bombeaba la sangre en las sienes, en las muñecas, en las corvas, en la garganta y el corazón aceleraba los latidos de manera que de haber estado alguien en la misma habitación, hubiera escuchado el “tic-tac” casi como el del carrillón del despacho del tío Honorio. Quería apartarse de la ventana, quería salir corriendo, quería gritar, pero ni las piernas, la garganta, ni el cuerpo entero respondía a sus deseos. En este instante ya no admiraba el paisaje, ya no veía la casita de la abuela Manuela al frente, ni los olivos, tampoco reconocía el baile acompasado de las hojas en la copa del álamo que tanto le gustaba mirar. Ni el cerro del fondo, ni las nubes del día lluvioso que se había presentado, no, ya tan solo tenía ojos para el vehículo que parsimoniosamente se aproximaba al mirador. Tuvo un ligero vahído y se agarró con fuerza a la silla que tenía al lado. Duró tan solo un segundo, se irguió con fuerza, aspiró una fuerte bocanada de aire y sin premura se retiró de la ventana. Bajó las escaleras muy despacio, fue a la salida de la casa y antes de abrir la puerta, ya se escuchaba el ruido de un motor cerca. Supo que a partir de aquel instante, su vida daría un giro de noventa grados. Supo que la vida volvería a tener sentido, supo que dentro de aquel coche llegaba la vida que se había detenido hacía ya dos inviernos.

Nani. Junio 2010.

viernes, 4 de junio de 2010

PRIMERA Y SEGUNDA






Los dibujos se los cojo prestados a http://mariapahn.artelista.com/



La escucha con admiración y perplejidad. Las razones que da al señor que la interroga son tan convincentes, que se olvida de todo para tan solo saber más de lo acontecido.

Cuando habla de su hija los ojos le brillan y piensa si ella podría hacer lo mismo. Intenta empatizar y el vello se le eriza.

La interrogada dice que ha cumplido ya los ochenta. Mira a la persona de parecida edad que tiene cerca y no puede evitar la comparación.

La que habla toda fortaleza, la otra que lo ha tenido todo, cree no tener nada.

La primera lo perdió todo al desaparecer su pequeña flor.

La otra, perdió la alegría al creer que no era suficiente.

La primera dice que lucha por encontrar el pequeño capullo que brotó de aquel rosal que le robaron los uniformados, que ese es su objetivo y que no va a descansar hasta encontrarle.

La otra no dice nada, vive para regodearse en su acidez.

La primera parece una joven llena de energía.

La segunda está ajada y apagada.

La que está llena de vida su finalidad es darla.

A la otra, apenas le queda esperanza ni ilusión.

La primera brilla porque su meta está llena de esperanza.

La segunda no sabe que hay algo más y sigue amargada en su regodeo.

La primera sonríe con amor, la otra sigue en su ignorancia.

La primera sigue resplandeciente en la pantalla del televisor. El presentador le da las gracias, la despide y le desea suerte: “Ojalá encuentre a su nieto, no pierda la esperanza”.

Esta contesta al presentador: “Las abuelas de Plaza de Mayo no la perdemos”.

La otra mira la pantalla, pero ni se ha enterado, sigue en otra galaxia.

A esta segunda, la mira su nieta y sin apenas darse cuenta, seca una gotita que le resbala por el rostro.

Nani. Junio 2010.

sábado, 29 de mayo de 2010

LA CASA ENCENDIDA, Luís Rosales




El día 31 de mayo “LA CASA ENCENDIDA” hace un homenaje a Luís Rosales, para celebrar su centenario.

Luís Rosales fue un poeta granadino al que yo debo el nombre de este blog. Adopté el título de unos de sus libros. Un libro de poemas de la posguerra española, con el que me identifiqué muchísimo cuando lo leí, así que me quedé en “La Casa Encendida” supongo que con el beneplácito del autor. Cuando comencé esta andadura lo comenté aquí y dejé esa parte que más me gusta. Más tarde volví a hacerlo cuando os contaba que uno de los relatos con el que había participado en un concurso, fue seleccionado para una publicación a cargo de la Editorial Ábaco.

Hoy, por haber llegado a ser "Okupa" no quiero ser menos y os dejo mi homenaje particular y el deseo de que le conozcáis un poquito quienes no sepáis de él. Por diferentes motivos y todos como consecuencia de esa guerra civil que sufrieron nuestros padres y abuelos, se conocen más unas personas u otras. Otro motivo más por el que me identifico con el poeta y su obra. En casa fue una constante esas consecuencias que todavía colean en muchos lugares y ocasiones. Y yo me pregunto, ¿hasta cuando? ¿Cuándo vamos a poner un poco de cordura en el día a día?


Simplemente, os dejo unas pinceladas, mi recuerdo y este vídeo que se ofrece con motivo del mencionado homenaje.


Nani. Mayo 2010.






lunes, 24 de mayo de 2010

EL TIEMPO



El dibujo se lo cojo prestado a http://mariapahn.artelista.com/

Todo discurría demasiado lento. Miraba las manecillas del reloj, más tarde la hora del teléfono móvil sin que entre una y otra hubieran transcurrido apenas unos segundos. La misma hora para el intervalo de tiempo pero era el suyo el que caminaba muy despacio y eterna se hacía aquella espera sentada en aquel banco del patio del colegio.

El timbre que debía sonar y al unísono los jóvenes salir en tropel, con risas, empujones, arrumacos y todo lo normal en los chicos, se hacía de rogar.

El corazón le golpeaba en el pecho. El día que había amanecido esplendido, no lo apreciaba como hubiera sucedido en circunstancias normales y sin apenas advertirlo, empezó a hacer repaso de todo lo ocurrido en las últimas semanas.

Hubiera dado algo por un cigarrillo de aquellos que decidió dejar hacía ya algunos años, devolviéndole a la realidad una ligera humedad en sus mejillas.

No entendía que había pasado. No encontraba motivos aparentes para aquellos avisos. No sabía cual era su fallo o si habían influido las nuevas amistades, o si era la adolescencia, pero en aquellos momentos se sentía fracasada.

Nani. Mayo 2010.