En 1960 contaba seis años. Mi
ilusión era volver a estar con los abuelos. Solo les había visto una vez y era
tan pequeño que apenas les recordaba,
aunque tenía la necesidad de sus manos cálidas y huesudas y sentirme acurrucado
por ellos.
Esa Navidad mis padres me
prometieron que los Reyes Magos nos harían un gran regalo. Pasajes en tren
directo a Madrid y más tarde, otro hacía los olivos de Jaén.
Preparamos las maletas y ayudaba
en lo que podía o más bien entorpecía, pero estábamos tan ilusionados que no importaba lo que
hiciera. Conocí a mucha familia, recogí aceituna con todos y pude gozar del cariño de aquellos viejecitos
que me dieron tanto.
Cuando terminé mis estudios, volvimos para hacernos cargo de la poquita
tierra que se convirtió en nuestro orgullo.
Hoy mientras recuerdo todo esto,
de nuevo me dirijo a ese país a ganarme un sueldo. La ventaja es que conozco el idioma y las costumbres, los
amigos y parientes que me acompañan lo tienen más crudo.
Nani. Diciembre 2012
Y con esto me desapido hasta el año que viene, deseando paseis una feliz nochevieja y que 2013 os colme de muchísImas "Pequeñas Cosas".