martes, 11 de julio de 2017

VIENDO PASAR LA VIDA



Imagen recogida en la red

Cuando voy para el trabajo o a otro menester, siempre le encuentro ahí. Le doy los buenos días o las buenas tardes y no me contesta. Ni levanta la vista del punto en el suelo que mira, si no es que mantiene los ojos cerrados. Creo que ya por su edad no me escucha, o bien a estas alturas no le merece la pena ni responder, porque sus pensamientos lo ocupan de manera que distraerse le hace perder minutos que necesita antes de su partida, o igual tiene recuerdos tan bonitos que observando cómo van surgiendo los acontecimientos de nuestra era, no le interesa en absoluto levantar la mirada o hacer el mínimo esfuerzo.
Me llama la atención cada una de sus enormes arrugas en ese rostro marcado por la vida y la lucha en la faenas del campo y al aire libre. ¡Cuánto habrá arado con ayuda de su yegua, en esa era ya destrozada y donde ahora hay una piscina! ¡Cuántas haz de paja habrán atado sus manos ahora temblorosas, y cuántas pleitas habrá confeccionado en los días de lluvia a la luz del candil! Su vida debe haber sido tan intensa y le habrá dado tantos momentos sencillamente…, sencillos e intensos, que no cambiaría nada ¡ya pudiera caerse el sol a sus pies! No le interesa variar la postura que tiene día tras día sentado en su silla de enea, con las manos apontocadas en la vieja garrota que motivo más, fue de su padre y le da el aliento que ya le va faltando.
Me quedo con ganas de hacerle una foto para guardar el recuerdo y los sentimientos que me produce verle, pero creo que sería faltar al respeto a esa sabiduría, esa reflexión continua y a la intimidad que intuyo al pasar a su lado. Esa fragilidad podría romperse con el clip del disparo de mi cámara y prefiero que siga en su pequeño o gran mundo, donde debe habitar un alma enorme que sin querer, se va apagando como la luz del candil que utilizó los días de antaño.

Nani. 11 julio 1017

martes, 4 de julio de 2017

APRENDIENDO A CRECER





Imagen recogida de la red

No conseguía entender lo que pasaba. Más tarde les notaba distintos. Después era ella la que tenía mala cara y a él le vi llorar en el baño. Siempre creyó que no lo veía, pero no he olvidado la pena que se le colgaba a la espalda, lo mismo que una mochila cargada de piedras. Después les escuché decir que desde que Virtudes vino la primera vez, todo cambió. A ella le gustaba mucho salir con Virtu, ir al cine o a tomar un café por las tardes. En ocasiones y mientras él trabajaba, ella venía y la ayudaba para que le quedara más tiempo y ambas se sentaban en el salón a charlar, reír e incluso cogerse las manos. A él le escuché decirle que se iba a casa de los abuelos, mientras ella decidía que era lo que de verdad quería. Ella decía que nunca se lo había planteado y yo no entendía nada. Triste él, también ella y yo no sabía que pasaba. Un día les pregunté y me dijeron que no me preocupara, que nos querían mucho y que no deseaban que lo pasáramos mal, pero cuando no se entiende,  todo resulta obscuro.
Otro día mientras preparaban la ensalada, Virtudes le dijo que debía salir del armario, que no vivía así, ni tampoco los demás. Que sabía que no tuvo la oportunidad de ver lo que realmente se escondía dentro y como una loca, me fui a mirar, pero en el armario solo había ropa y zapatos, además de las sábanas que bordó la abuela. Ellas nunca se enteraron de que escuchaba cuando creían que miraba la televisión, jugaba con mis muñecas o hacía los deberes.
Cuando volvió de estar con los abuelos, escuché decirle que no era posible seguir juntos y que todo debía hacerse de manera que a nosotros no nos afectara. Lo hicieron muy bien para que lo pudiéramos entender…, con sus enormes dudas al principio.  La satisfacción de tenerles como padres hoy me llena de orgullo, pero al principio fue trabajoso y muy lamentable en ocasiones con el resto de mortales, pero supimos crecer. Las dificultades nos enseñaron a respetar, valorar y procurar no hacer juicios sin más.


Nani. 4 de julio de 2017

jueves, 1 de junio de 2017

ANUNCIOS POR PALABRA 13



Imagen obtenida en la red

PREMIO GERUNDIO DE LITERATURA

Se busca hombre o mujer (negro creemos le llaman) y verdadero autor del premio Gerundio de literatura 2017, titulado “Las calles perdidas”, supuestamente escrito por Venancio Pocaletra Incorrecta. Por la forma de estar narrada la novela con tintes de ensayo, los expertos creen que la autoría corresponde a una novelista o ensayista novel, aunque eso no es una pista relevante, ya que un buen autor puede hacerse creer de cualquier manera, como es el caso.
Un chivatazo bien contrastado, ha sido por lo que se ha conocido la verdadera identidad del fraude.
Nos comunican que el escritor que aparece como autor, ha tenido que devolver el importe del cuantioso premio antes mencionado, siendo además penalizado con una multa de 25.000 euros y la no autorización para publicar, en toda la unidad europea durante una década.
Los responsables de dicho premio, ruegan a cualquier persona que tenga idea de quién puede ser el verdadero autor, les hagan llegar un correo a la dirección siguiente: gerundiodeliteratura@gmail.com, a la atención del gerente D. Casimiro de Cerca.
De igual forma, si el verdadero autor/a nos estuviera leyendo, le agradeceríamos se pusiera en contacto con el gerente y dirección mencionada. En la editorial están interesados en conocer a dicho autor e incluso, podrían llegar a ofrecerle un puesto de trabajo en alguna de las dependencias literarias. También comunican que no debe temer hacerse visible, ya que sus letras tienen mucha valía y son dignas de que sean reconocidas. En todo caso, una necesidad o error puede estar al alcance de cualquier mortal.

Nani. Junio 2017

lunes, 22 de mayo de 2017

ÁRBOLES CADUCOS




Imagen recogida de la red

El crujir de las hojas les recuerda lo solos que están en aquel parque llenos de árboles caducos. Siguen paseando de la mano y por un momento se sienten abatidos, pero se miran al mismo tiempo y en sus ojos encuentran la fuerza y la satisfacción de la vida vivida. Saben que pronto cruzarán al otro lado.
Ella le dice: Han sido más de setenta junto a ti.
Él le aprieta la mano y contesta: Los mejores a pesar de lo entroncado de la ruta y los tropiezos de aquel tiempo, al menos no acabé como el poeta a pesar de haber pasado por la misma celda y parecidos motivos.


Nani. Mayo 2017

lunes, 15 de mayo de 2017

NARRADOR



Imagen recogida de la red

Desde ese día nadie vende barquillos en el parque, ni helados, piruletas o palomitas. Fue demasiado impactante aquel acontecimiento y nadie quiere volver a recordar. Ahora los niños juegan en los columpios o se deslizan por el tobogán. Algunos críos llevan sus patines o intentan esconderse por detrás de los árboles, haciendo un amago de escondite. El color lo pone desde hace unos meses, un señor que vende globos Disney y que observa demasiado.

Quisiera existir para poner sobre aviso a los padres, algo me dice que no tiene buenos pensamientos.

Nani. Mayo 2017

martes, 2 de mayo de 2017

IMAGINE



Imagen rescatada de la red

Ocho de diciembre de 1980, lunes. De esta manera no habitual en la cadena comienza el noticiario. Levanto la cabeza que tenía sumida en la lectura. Me llama la atención esa manera y el tono de voz. Presiento que algo duro ha pasado y presto atención. El presentador prosigue diciendo que ha sido tiroteado cuando iba a entrar en su edificio y que ha fallecido en el hospital.  No he escuchado el nombre del cadáver, pero en un instante quedo petrificada. La imagen de John aparece y unas lágrimas se derraman por mi cara. La juventud se me escapa mientras escucho de fondo “Imagine”.


Nani. Abril de 2017

lunes, 24 de abril de 2017

EL LIBRO DE PÁGINAS EN BLANCO


http://www.zendalibros.com/bases-del-concurso-historias-libros-zenda-e-iberdrola/


Cuando cumplí ocho años mi padre me regaló además de una tarta preciosa, un libro con las páginas en blanco. Hasta ese momento siempre había tenido libros de cuentos y empezaba a leer las colecciones juveniles, pero nunca vi un libro como aquel. Le pregunté ya que no sabía que podía hacer con un libro como este. Me contestó que desde que mamá estuvo enferma y después murió, le preocupaba que no tuviera a quien contarle mis problemas, ya que él siempre estaba fuera y cuando volvía tarde, a veces estábamos ya dormidos. Entonces me pidió que cada día rellenara una hoja y lo dejara sobre su mesita de noche. Lo leería cuando llegara a casa y me dejaría en la hoja siguiente, lo que opinara de mi anotación. Al principio me quedé un poco descolocada, pero muy pronto necesité rellenar hojas. Al otro día y en mi escritorio, me encontraba un cariñoso mensaje de papá e incluso, algún día había hasta un dibujo. Se convirtió en uno de mis libros más queridos hasta hoy. 
Papá lleva una semana que no viene y  necesito saber qué pasa. He seguido escribiendo y dejando en blanco la hoja contigua, pero ya van siete días que no rellena nadie mis hojas en blanco. Ayer le conté que me vino por primera vez la regla y que me duele mucho la barriga. Hoy he llamado a la tía Lola y me ha venido en media hora. Cuando le he contado lo que me pasa y lo preocupada que estoy por papá, me ha dicho que necesita hacer unas gestiones importantes para toda nuestra familia. Me ha dicho que es normal que algunas veces me duela la barriga y que no deje de escribir en las páginas en blanco, que será mucho más bonito cuando papá las rellene de nuevo, porque lo que está haciendo es una mejora en su vida personal. Me ha dado miedo y eso es lo último que hoy cuento en la última página en blanco.

Nani. Abril 2017