jueves, 18 de marzo de 2021

PRÓXIMO VIAJE

 Sus deseos de comprarlo todo en Marte es excesivo, pero yo que la quiero con locura, hasta robaría un banco para comprarle un billete y colocarla en el primer vuelo, pero creo que aún queda un poco para esa primicia, aunque por hacerla feliz soy capaz de todo y así se lo he dicho:

─«Cariño, ya sabes que irás en ese vuelo y podrás adquirid todo lo que allí encuentres. Lo único que te pido es que no regreses con un marciano, porque no sabré como tomarlo y los tríos y sus hábitos, me crearían mucha inseguridad».


Nani. Marzo 2021

martes, 16 de marzo de 2021

ENCADENADOS

 

Las palabras de la escritora y presidenta de AMEIS para los Escritores Solidarios de Cinco Palabras son:

Améis, alegría, comunidad, apoyo y creación.


Lo importante es que améis lo que hacéis, sea lo que sea, nos dijo un día nuestro padre. Eso siempre conservará la ilusión y la alegría de ir hacia adelante, pero sobre todo, os hará crecer en vuestra autoestima. El universo al fin y a la postre es una comunidad o conjunto de varias que se aúnan, para llegar a metas verdaderas, necesitando del apoyo de cada ser humano. Cuando faltan colaboraciones es cuando falla la creación de proyectos eficaces. La humanidad necesita del vecino, porque somos el eslabón de la cadena.

 

Nani. Marzo 2021

lunes, 15 de marzo de 2021

EL MAESTRO NOS VISITA

 Relato publicado en;

MUJER Y TRABAJO VisiBiliz-ARTE: ANTOLOGÍA



Trabajo realizado sobre el cuadro: “Cristo en casa de Marta y María” 1618. De Diego Velázquez.



─Por favor tía Sara, no vuelvas a decirme que es lo que debo hacer, ni me señales o me indiques nada con ese dedo que siempre está en posición de mando. ¡Creo que he demostrado, qué sé hacer todo lo que me propongo!

─Bien sabes que anoche antes de ir a descansar, dejé el pan fermentando y el horno encendido para cuando me levantara; después de un ligero amasado, meterlo a cocer. Has visto en el bazar que ya se está enfriando, puesto que me levanté al amanecer. También has podido observar allí dispuestas, las aceitunas y los platitos de sal de Sodoma, ¹ para que luego se sirvan todos a su gusto. Lleva un buen rato cociendo la sopa de verduras y ya me dispongo a seguir con el almuerzo, mientras mi hermana María, ¡ahí la tienes!, embobada escuchando al Maestro como si no hubiera que preparar el vino, (los vasos pequeños); ¡no pondremos las copas, ya que en una ocasión le escuché decir a Jesús que le producen malestar; como un presentimiento que tiene, algún acontecimiento duro que tendría que ocurrir! ² Los tazones para la sopa y los platos para el pescado. Las nueces para colocarlas repartidas sobre la mesa, ¡ya sabes que ese adorno siempre ha gustado mucho en nuestra familia y normalmente, terminan consumidas por todos! Aún tengo que preparar la maror ³  para acompañar los peces que ha traído recién pescados Pedro y también, debo lavar y colocar las hierbas. Mi hermano Lázaro podía haber traído ya los pepinos, rábanos, lechuga, endivia, diente de león y resto de hierbas, ya que de lo contrario, no podré terminar. No quiero que crean que no respeto a nuestros antepasados, como siempre nos enseñaron nuestros mayores.

─También quería preparar, aprovechando que a Lázaro le regalaron un queso de cabra, unos buñuelos fritos rellenos con el mismo y rebozados en miel.

─Agradecería tía, que en lugar de vigilar y ordenar me ayudaras y al menos, miraras si los higos secos están presentables para poner en la mesa y también, podrías rellenar unos dátiles con las almendras fritas que hay en un bote con tapa. Las freí el pasado viernes, para tenerlas el shâbath ⁴ y sobraron algunas. Vamos a ser muchos a la mesa y no quiero que falte de nada. Los musht ⁵ son cuatro y lo mismo no va a haber una pieza para cada uno. Mira también, como está de duro el pan de higo y si se puede servir, ¡vamos, que esté presentable y no se haya enmohecido!; lo pondremos también en la mesa, ¡sé que al Maestro le gustan mucho los higos y todo lo que se derive de ellos!

─ ¡María podía acercarse y arrimar leña al fuego, aún hay mucho trabajo y me pone nerviosa su pasividad!

Marta secándose las manos en un trapo, se acerca con el ceño fruncido al lugar donde Jesús y María, charlan alegremente.

─ ¡María, deberías ayudarme! ¡Me estoy agobiando y vosotros ahí charlando sin parar, podías decirle algo a mi hermana! ─comenta Marta, dirigiéndose al Maestro.

─ ¡Marta, Marta!, ─responde Jesús─. No te apures por estas cosas, ya sabes que tan solo es una la necesaria y María está en ello.

Marta da la vuelta  enfadada y  vuelve al banco de trabajo, hablando para sí misma.

─ ¡Siempre es lo mismo, todo el trabajo para mí! Aquí nadie arrima una rama al fuego. Mirar si el vino de la tinaja está bebible y no se ha puesto hecho vinagre, ¡como yo estoy ahora! Todavía no he llenado la vasija de servir el vino y, tampoco le he añadido la miel y la leche para que se vaya suavizando. A Lázaro le gusta de esta manera y creo que al Maestro también. Así todos beberemos y nos sentará mejor, una vez hayamos terminado. No me gustaría que alguno de nosotros terminara ebrio. Nunca me gustó esa faceta y menos hoy, que  todos queremos disfrutar de la palabra sabia del Maestro.

Mientras tanto, Marta escucha las pisadas de su hermano. Lázaro ha vuelto y lo increpa al entrar a la cocina.

─Lázaro, ¡podías haber tardado un poquito más! No doy más de mí y tú te entretienes con las verduras y las hierbas. Aún me quedan muchas cosas por hacer y nadie me ayuda. ¿Ves esos dos? ¡Ahí de cháchara y ni me hacen caso!

Lázaro que conoce bien a su hermana, la besa en la frente y con una sonrisa, le dice:

─No te enfades hermana. Todos te dejamos hacer porque como tú, no hay en toda Betania otra mujer que cocine mejor, además ya estoy aquí para estar pendiente del fuego, ayudarte con el vino, e ir colocando la mesa. ¡Quédate tranquila y ve haciendo lo que puedas, siempre preparas mucho más de lo que nuestros estómagos soportan! El Maestro se va a ir satisfecho porque sabe qué haces todo con amor y eso es lo que a él le satisface. Sé que te pones celosa de María y quisieras estar escuchando como ella, pero Él sabe que María será la que transmita su palabra con mucho más desparpajo que nosotros y es por eso, que la encamina y la instruye.

Marta le contesta:

─Está bien Lázaro. Ve mirando que no falten ramas de sarmiento para hacer el pescado, lo voy a rellenar con hierbas de las que has traído y saltear con miel y vino, pero primero pon leña gruesa que voy a freír los buñuelos para que estén fríos a la hora de comerlos. Cuando termines, mira en el bazar, ¡sin asustarte, que allí se encuentra la tía Sara!; si ha dispuesto una bandeja con galletas de langosta, ⁶ que olvidé comentárselo antes.

─Tuve que enfadarme con ella, solo sabe ordenar y no ayuda. Ahora me siento mal, sé que tengo mucho genio, pero es que todos me dejáis lo más engorroso, mientras los demás reis, os divertís y habláis de millones de cosas. Yo me entero luego de algo, si tenéis gana de contarme. ¡A mí también me gusta estar cerca de Él, es tan apuesto y habla tan bien!

─ ¡Ay Marta, Marta!, ─se va diciendo Lázaro─. ¡Me voy a hacer todo lo que me has encargado, que no tenemos todo el día!

Pasado un rato, Sara y Lázaro preparan la mesa, mientras Marta termina los pescados. Más tarde, todos sentados alrededor de las viandas,  degustan los manjares preparados. Marta y María, comen cada una a cada lado de Jesús. Más tarde, cuando este se despide, se dirige a Marta y le dice:

─Marta, es un honor compartir la mesa con tu familia y comer lo que tus manos preparan. No te enfades con María, ella deberá estar preparada y siempre contará con tu apoyo. A cada uno de nosotros, se nos ha concedido un don y debemos ponerlo al servicio de los demás.  El tuyo es hacer manjares y manualidades. Tu hermana sabe conversar y yo debo seguir la tarea que se me ha encomendado. ¡Todos somos útiles y necesarios!

(1) En la Biblia, la sal es un medio simbólico de unión entre Dios y su pueblo (Levítico, 2, 13) y Elíseo purifica una fuente echando sal en ella (II Libro de los Reyes, 2, 19-22).

(2) Lucas. 22, 42-43. «Padre, si quieres aleja de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya».

(3) Maror: Las hierbas amargas, simbolizan la amargura y las penalidades de la esclavitud sufrida por los judíos en el Antiguo Egipto. La Maror puede ser cualquier hierba de sabor amargo, hay que tener en cuenta que las hierbas deben ser frescas y sirven para las salsas o simplemente, comerlas tal cual.

(4) Sábado.

(5) Musht (pescado). A las tilapias del Mar de Galilea, se las llama tradicionalmente musth ('peine' en árabe), hoy llamado también “pez de San Pedro”.

 (6) Langosta. Era uno de los alimentos más sorprendentes de la época. Se comían cocidas rápidamente en agua y sal obteniendo un sabor similar al langostino. Se encurtían también en vinagre o miel para reducirlas a polvo y mezclarlo con flor de harina, para hacer galletas.

 Nani Canovaca 

viernes, 12 de marzo de 2021

DÍA DE FIESTA

 


Historia infantil

 

De chirriquitina viví en una ciudad pequeñita y montañosa, donde el acceso de vehículos grandes era para ellos una osadía, arriesgándose a asomar por aquellos andurriales, así que teníamos poca o ningunas probabilidades de asistir a eventos o cosas importantes que en las grandes ciudades festejaban, o se organizaban.

Una gran fiesta para nosotros, era cuando en el mes de agosto y después de recoger las mieses, bajábamos al pueblo al que nuestra pequeña pedanía pertenencia. En esas fechas se celebraban las fiestas patronales y la feria que se montaban en una gran explanada a las afueras de la ciudad. Normalmente, también había un circo y el día que nos desplazábamos era un acontecimiento que celebrábamos toda la familia, como lo más importante del año.

Padre, la tarde anterior dejaba el carro impecable de pajas y restos de cereales, lo fregaba y dejaba al raso para que se secara. Cuando nos despertábamos, todos ayudábamos con la ilusión reflejada en la mirada y en los sentidos, deseando comenzar la prometida salida.

Madre habría preparado ya un contundente desayuno y padre colocado una manta vieja sobre el carro, ya que allí debíamos subirnos todos. No era muy largo el desplazamiento, pero sí muy laborioso, sobre todo para padre que debía conducir con acierto por el angosto camino a Petra, que era la vieja mula que ayudaba en las faenas y tiraba del carro, siendo en aquella ocasión mucho más delicada la carga que llevaba, que la que acarreaban diariamente de la era hasta el pajar o hasta el granero de casa.

Aquel día salimos después del desayuno con nuestras mejores galas y mucha ilusión. Sabíamos que alguna chuchería caería, algún sencillo juguete y un anillo para madre en los puestos del serrín y, almorzaríamos en la taberna del Julio donde había pescado fresco y frituras varias. Nos subirían a alguna atracción y a disfrutar del día, que culminaba con un asiento en el palco del circo, donde jaleábamos a los payasos, los malabaristas, trapecistas y todas las actuaciones. Aquel año hubo unos chicos jóvenes vestidos de indios y otro de  cowboys que bajaban y subían de sus caballos, se lanzaban flechas encendidas, se disparaban balas que no les alcanzaban y todo ello se ve que a mis hermanos los cautivo, porque a otro día después de despertarnos muy tarde, ya que llegamos agotados, me pidieron que fuera a la salida de casa donde había un árbol un poco seco. Ellos ya estaban preparados con una cuerda para atarme y se disponían a probar su nuevo juguete; unas flecas compradas el día anterior en la feria. La manzana en mi cabeza no se estaba quieta, pero es que yo temblaba como las pocas hojas que tenía el árbol donde me sujetaron. Las flechas no tenían puntas pero como era muy pequeña, yo solo quería salir de allí y chillaba o  lloraba llamando a madre. Recuerdo que una de las flechas me dio en la cara y como tenía ventosa y mi cara estaba húmeda de tanto llorar, allí se quedó clavada mientras ellos reían y se revolcaban como unos puñeteros gusanos. Pasé un miedo infinito y lo que tan solo recuerdo después; es a madre muy enfadada. Seguro que nos echó en falta y allá nos encontró; a ellos hechos unos gamberros muertos de risa, yo una Magdalena sucia y pegajosa.

Aquel día ellos se ganaron ir a ayudar a padre hasta en la hora de la siesta y yo, que según madre me había dejado embaucar, a  aprender a bordar y sin rechistar. El día no estaba para mucha tertulia, así que callamos e hicimos lo que pudimos. Desde luego por mi parte, no me salió bien ni el cordoncillo que comenzó a enseñarme.

 

Nani. Marzo 2021

jueves, 11 de marzo de 2021

BUSCANDO MI IDENTIDAD

 


La mejor manera de canalizar mi vocación era seguir. Más adelante podría intentar mi camino. Quería cambiar. Nací en un cuerpo equivocado y ellos querían curarme con pastillas y obligados encierros. Al final pude salir y encontrarme. No me localizaron aunque siempre estuve al tanto. Hoy me pregunto: ¿Alguna vez lo intentaron?

Nani. Marzo 2021

lunes, 8 de marzo de 2021

SOY Mª GLORIA ZALDÍVAR, CONTEMPORÁNEA DE OTRAS MARÍAS

 


Si estás leyendo este escrito, es porque se ha cumplido el acuerdo que hice con el mismísimo diablo. Le vendí mi alma a cambio de que me sacara del olvido y en algún momento, hiciera visible mi vida y mi trabajo, aunque fuera  después de muerta, que sería lo más probable. ¡Al fin vamos a ser visibles, porque lo que no se ve o no se conoce, no existe!

Siempre me gustó escribir e incluso intercambié cartas con María de la O. Al vivir en las condiciones que tuve o tuvimos las mujeres de nuestra época, mi manera de prodigarme fue bastante penosa. A ella en particular, le debo que me publicaran bajo el seudónimo de Gerardo Colmenero, en la revista Blanco y Negro, (1920 a 1922 y algunas otras fechas). Después que estallara la guerra civil, a ella le fue imposible ayudarme y a mí encontrarla. Además de que ella no era la conocida sino su esposo, aunque fuera María la autora de toda la obra que él firmaba. Una mujer no podía prodigarse en la cultura de aquellos tiempos. Recuerdo cuando en casa descubrieron un manuscrito en el cajón de mi cómoda, preparado para enviarlo a la editorial; me fue requisado y más tarde, supe que sirvió para alimentar la chimenea del estudio de nuestro padre.

Cuando reclamé aquel tomo de folios escritos todos a mano, con una esmerada letra que bien sabe Dios el trabajo que me costó, ya que todo lo hacía a escondidas y sobre todo, cuando los hombres estaban fuera de la casa. Pues como decía, cuando los reclamé, se me informó que yo no debía escribir ya que mi vida tenía un solo objetivo y, que estaba por supuesto decidido. Sería la esposa del coronel de la marina “Sánchez Ortiz”.

─ ¡Un orgullo!, ─dijo padre. Qué era una honra para mí, ocupar el lugar de su fallecida esposa hacía unos meses. Qué necesitaba una mujer que se ocupara  de sus seis hijos, de su casa y por supuesto, de él cuando se encontrase en tierra.

Era un viejo señor, que a mi lado podía pasar muy bien por mi padre y su hijo mayor, podía haber sido mi hermano; aunque a un hermano no hay que distanciarlo con cerraduras de por medio. Me quedé aterrorizada cuando se me comunicó toda esta parafernalia, aunque ya estábamos habituadas las mujeres a estos pasajes y, no nos quedaba otra que aceptar o tirarnos al río.

Lo siguiente que hice cuando fui consciente del futuro que me esperaba, fue recoger otros manuscritos que tenía entre mis dos colchones de lana y llevarlos al desván, ocultarlos en el baúl que contenía la ropa y enseres de mi bisabuela, ya que sabía que allí no llegaban manos algunas por respeto al tiempo que llevaba muerta y porque a mi familia, les daba pánico tocar lo que había pertenecido a los que ya habitaban el mundo de los muertos. ¡Esas supersticiones a veces nos salvan!  Sé que gracias a ello, hoy me vais a conocer y todo el legado que allí dejé. Estoy segura os va a encandilar el día que llegue a vuestras manos y no es que sea una presuntuosa o creída. Ya a estas alturas de mi «no vida», eso es lo que menos me preocupa y sí, que sepáis de las calamidades que algunas mujeres hemos pasado porque tuvimos inquietudes, necesidad de sacar las letras que se nos incrustaban en nuestro sentir, en nuestras venas y en todo nuestro espíritu. Por eso decían que algunas nos volvíamos locas, que éramos brujas o que nos poseía el diablo y nada más lejos de esas creencias. Éramos tan solo mujeres que necesitábamos decir. Qué deseábamos hacernos ver sin ninguna pretensión (a veces habíamos hasta inventado algo que podía ayudar al género humano), por ello era una necesidad como la de beber agua o ser simplemente persona y nada más. Ahora sé que ha llegado el momento de que se nos reconozcan a todas las olvidadas, ocultadas y sobre todo, calladas a la fuerza.

Ahora sé, que gracias al interés de personas que saben que ante todo «somos», vamos a invadir las bibliotecas, las estanterías de vuestras viviendas y esas redes que no llegué a conocer, pero que tengo entendido son un medio valioso para que los escritos, los estudios y todo lo que se investiga, pueda quedar al servicio de quien lo necesite.

 

#HistoriasdePioneras

 

Nani. Marzo 2021

sábado, 6 de marzo de 2021

ABLACIÓN

 


Las palabras del empresario del vino Antonio Díez Martín para los Escritores Solidarios de Cinco Palabras:

Hijas, adversidad, vino, tierra y piedras.


No podemos quedar impasibles ante las hijas de la adversidad, la superstición, la falta de cultura y el machismo existente en países que aún maltratan a las criaturas por el hecho de nacer mujeres.  Nos afecta a todos. No se puede permitir la tortura de por vida. “Se entiende en otras épocas,” cuando contaban que vino un chamán a decirles que era necesario para que la tierra fuera fértil y no se convirtiera en piedras, pero ahora; ya es cuestión de que todos clamemos: ¡Basta ya! ¡Digamos que se trata de  humanidad y mirad con honestidad!

 

Nani. Marzo 2021