sábado, 8 de mayo de 2021

ANUNCIOS POR PALABRAS (19) "ÁNGEL CAÍDO"

 


Soy un ángel en paro y me ofrezco a hacer cualquier trabajo. ¡Si pudiera ser honrado lo prefiero, claro que así me veo por ello! Últimamente estoy cayendo muy bajo, por ser cabal y aconsejar a mi anterior protegido, que no jugara al bingo. ¡Ha quedado en la ruina y me ha echado de su lado! Por pedirle que fuera fiel a su esposa y honesto en su trabajo. Pero él sigue en sus caprichos y a mí me ha dado por beber y fumar. ¡Me siento fracasado y es por eso, que he puesto este anuncio!

No me importa hacer cualquier tarea, si a cambio vuelvo a  vestir con camisa, me afeito y dejo la botella y el cigarrillo. No me reconozco y las alas se me están poniendo pajizas (será por el humo), pero esta es la peor deshora de un ángel.

 

Nani. Mayo 2021

miércoles, 5 de mayo de 2021

JUBILADAS Y NADA

 




Relato publicado en la revista digital Valencia Escribe, Número 8.

Podéis leer la revista en el enlace siguiente:

https://www.yumpu.com/es/document/view/65580550/valencia-escribe-numero-8b


JUBILADAS y NADA

Hoy como todos los jueves tocaba cafelito. Es el ratito donde tomamos contacto para dar paso a nuestro encuentro del club de lectura. Quedamos todas las semanas en el bar del parque, para el café de la tarde y cada quince días procuramos comentar el libro acordado. En esta ocasión la lectura recomendada ha sido la novela «Nada» de Carmen Laforet; aunque en general hemos estado poco motivadas. La pobreza de la posguerra española, la burguesía y el franquismo que tanto escuchamos de boca de nuestros padres y abuelos, parecía  habernos puesto de acuerdo y el comentarlo no fluía, como en más de una ocasión ocurrió. ¡Ya nos conocemos y todas esperamos el momento idóneo, o bien simplemente, decir si nos ha gustado la lectura o no y pasar página como se suele decir!

De pronto, Mónica con su taza en la mano y el pensamiento y la mirada perdida en el bamboleo de la palmera que se mueve al ritmo de la brisa, comenta como si su voz saliera del fondo de un socavón:

─ Ayer vino mi vecina Dolores a casa. Llegó a dejarme el pasapurés que le había prestado y me comentó que estaba preocupada por su jubilación, ya que al ser viuda y no haber cotizado lo suficiente, lo mismo lo que le queda no alcanzará para cubrir gastos. No quiere ser una carga para alguna de sus hijas, a las que les viene todo justo. Sus maridos trabajan en la obra y en la restauración, así como ellas en lo que pueden, pero con sueldos tan míseros,  que incluso a veces ella ha tenido que ayudar en alguna que otra necesidad.

Amalia da un sorbo a su  café y comenta:

─ ¡Ufff, hay muchas clases de jubiladas! ¡Jubilados también, pero en este caso hablo de mujeres y jubiladas! Están las que estuvieron cotizando. Son privilegiadas porque pudieron prepararse y tuvieron un buen trabajo remunerado y por tanto, cotizado por parte del que contrata y de la contratada. Suelen quedarles un gratificante «júbilo», del que gozan. Se pueden permitir viajar, satisfacciones el resto de su vida, disfrutan de todo lo que les apetece e incluso, pueden favorecer a los suyos.

─ Están las jubiladas que tuvieron un trabajo y un sueldo que por los pelos, llegaba a poder cubrir necesidades y para más inri, lo mismo tenían hijos, pero no aportes del otro miembro de la familia que procreó con ellas, bien porque no quisieron hacerse cargo de los hijos o bien, porque murieron y a ellas no les quedó apenas asignación de viuda. Por chiripa consiguen alguien que les firme la cartilla laboral o agraria y pueden justificar su aporte, para cuando llegue esa jubilación. Puede que cobren algo digno que les permite pagar el alquiler de la vivienda y algún capricho a los nietos por Navidad o en cumpleaños. Aunque para ello, se queden un mes sin postre y así poder contribuir con los suyos o bien, entregar el regalo soñado.

─ Luego están las «jubiladas de nombre». Esas que  han dejado de trabajar con muy avanzada edad y porque sus huesos ya no responden. Fueron o son las que trabajaron en todo lo que les salía, bien en el campo, sirviendo en casas, en cocinas de barrio, trabajos esporádicos o en lo que encartara y se han pasado agachando la raspa, desde que tuvieron uso de razón, hasta ya no poder con el hato. Esas jubiladas de nombre, no tienen ni para pagarse una sopa algunas noches, y no les queda más remedio que acudir a la beneficencia, Cáritas o como se llame en cada época la asistencia social de turno. Ellas son las que se acuestan con la soledad de corazón, de estómago y hasta del gato que ronda la calle donde viven.

Amalia se queda pensativa al terminar esas reflexiones y todas le acompañamos en sus pensamientos. Algunas asentimos en silencio. Hoy hemos terminado nuestro café a pequeños sorbos, lo mismo que tomamos la vida. Sorbo a sorbo y suspiro a suspiro, Con la mirada a veces perdida mientras reflexionamos, observamos e incluso, nos sublevamos pero para adentro, si no nos queda otra alternativa.

 

Nani Mayo 2021

 

 

 


lunes, 3 de mayo de 2021

ELECCIONES

A quién no entiendo es a él cuando me mira como si no tuviera derecho a reír, decir lo que pienso o pararme bajo la lluvia sin paraguas. No me importa mojarme o que me miren raro. Ellos son los otros, con los que nada tengo que ver, pero él, es mi compañero de vida, el que debería alegrarse de mi risa, de mis locuras y de todo lo que puedo hacer con él y sin él. Aunque hasta aquí preferí estar cerca. Si sigo sin entenderle, tendré que seguir el camino que tanto teme. La elección la tiene en su mano.

 

BABEL


A quién no entiendo es a él y mira que me esfuerzo. Sé que no hablamos en distinto idioma, pero creo que escuchamos lenguajes diferentes. 

 

NO ESTAMOS A LA ALTURA

A quién no entiendo es a él porque creo que no somos de la misma raza. Él siempre pareció un Gran Boyero Suizo, elegante y altanero y yo, he sido siempre una Caniche muy coqueta e ilustrada. ¡No tenemos futuro!

 

Nani. Abril 2021

viernes, 30 de abril de 2021

SUEÑOS CON IMAGEN


Sé que tuve otra vida y esa seguridad la tengo, desde que un día comencé a soñar cosas bastantes extrañas, que no entendía. Al principio empecé a estar intranquilo, siendo esos sueños incomprendidos, los que no me dejaban tener una vida normal, por lo que decidí acudir a la consulta de un terapeuta emocional.

Pasadas unas cuantas secciones, comenzó aplicándome trabajos Psicoterapéuticos, recomendándome que no me agobiara y que más pronto que tarde,  llegaría a un diagnóstico satisfactorio. Todo ello me tranquilizó y aunque seguía teniendo los mismos sueños, comencé a normalizarlo. Al compartirlo y ver que podía tener una explicación, me  hizo sentir normal y todo fue un ejercicio de voluntad.

El profesional me recetó para empezar, que después de un sueño y antes de que me entrara pavor o confusión, anotara todo lo que me viniera a la mente, aunque estuviera atropellado, ¡ya lo iríamos desmenuzando!, ─me aconsejó. Poco a poco, hemos recopilado tanta información, que he decidido vivir de ello. Desde la crisis económica anterior que me dejó sin trabajo, principalmente por confundir mi vida real con los sueños que tenía y diagnosticadas mis extrañas vivencias, propuse mis proyectos a unos amigos que estaban en las mismas condiciones laborales que yo; emprendiendo lo que hoy es “Los sueños con imagen”. Todos esos sueños ya están diagnosticados. Son las vivencias que tuve en una vida anterior y que por mi gran sensibilidad, se repiten una y otra vez de forma incontrolada, siendo el motivo por el que creí estar perdiendo el juicio.

Hoy hemos fundado un teatro de visiones, sobre todo adaptado al público infantil, donde representamos todo lo que en otro tiempo viví, siendo los números más apreciados, el de Gurú y el de domador de felinos. El gato de mi hija nos ayuda bastante, es muy manso y los efectos especiales, hacen el resto.

 

Nani. Abril 2021

jueves, 29 de abril de 2021

VIVENCIAS

Estas son las palabras para los relatos solidarios, que nos regaló el actor David V Muro:

Divergente, empírico, disidente, pragmático y residente.


─Nuestra empresa comenzó siendo similar a otras. Ahora la encaminamos por un sendero divergente.

─Más empírico y formado. ¡Disidente por llamarlo de alguna manera! ─Sigue diciendo.

─Por supuesto que el tiempo y el día a día, te hace más pragmático pero, ¿sabes una cosa? ¡Me encantaría  que nos hablaras en cristiano, que eres residente en una ciudad donde se cuenta todo con palabras asequibles aunque la experiencia y similar,  la metamos en el mismo saco!

 ─ ¡Hasta ahora nos entendemos a la perfección, a ver si te va a pasar como al señor de los globitos!

 

Nota aclaratoria: No sé si me he ido por los cerros de Úbeda, 🙏 (El de los “globitos” era un señor que cuando volvió del Servicio Militar, preguntó a su padre qué eran los globitos que colgaban del techo. Contestando el padre todo enojado, que si se le había olvidado que eso eran los melones que le ayudó a sembrar antes de irse a cumplir con la patria. Por supuesto, se quedó con el apodo. Cosas de pueblo).

 

Nani. Abril 2021


miércoles, 28 de abril de 2021

MIRANDO HACIA ARRIBA

 


(Foto Nani Canovaca)

Hoy, esas nubes cargadas de agua, han dado vida a unas ramas yermas que han decidido florecer y dar vida, a unas pequeñas y coloridas criaturas, que gritan de alegría por encontrarse llenas de luz y verdad.

 

Nani. Abril 2021

viernes, 23 de abril de 2021

HACE TIEMPO...

 


Imagen encontrada en la red


Para celebrar el día del libro, lo hago con algo que podría estar entre las hojas de uno de ellos.

Tenía un tío al que quería mucho y me contaba muchas historias verdaderas e inventadas.

Me sentaba por las tardes a su lado y mientras colocaba el género en el pequeño negocio que tenía, me hablaba (creo que a veces lo hacía para sí mismo) y yo embelesada, le escuchaba siempre  con la boca abierta, me encantaba oírle y mirarle, mientras hacía y deshacía.

Un día de aquellos, me contó:

─Me crie entre botas o cubas de vino. Al anochecer alrededor de esas botas se reunían los carpinteros, zapateros y el tabernero que era mi padre. En la trastienda, se ponían a veces las botas, y no lo digo porque entre ellos había más de un zapatero, sino que, por entonces cuando llegaban a sus casas, solo había un triste huevo cocido y un chusco de pan. De esa manera olvidaban un poco el hambre que pasaban. Colocaban el huevo en un huevero, le abrían un agujero en la parte superior y el chuco de pan lo hacían tiritas, que mojaban y remojaban y re chupeteaban, hasta comerse el chusco y el huevo quedaba por dentro, tan limpio como estaba por fuera.

Alguno de ellos, ─me dijo─, gritaba sobre todo a su mujer y a sus hijos. El hambre y la poca vida se hacían más asequibles, nublando su conciencia entre esas botas, que el zapatero se había pasado el día remendando, confeccionando y cosiendo. El carpintero, lijando madera, repasando y la ebanistería se hacía arte entre sus manos, aunque nadie lo apreciara. Trabajaban todo el día para conseguir una monedas que cuando pasaban de una mano a otra, se fundían en el ultramarinos, donde tenían una cuenta abierta para ir retirando lo más necesario y que pagaban poco a poco, con la miseria que obtenían después de trabajar de sol a sol y a veces, algo más.

Mientras tanto, las mujeres cosían, aparaban los materiales que más tarde convertirían en zapatos sus maridos, otras eran modistas y otras tantas, fregaban casas, lavaban la ropa, peinaban a las señoras en sus propias casas e incluso, iban a planchar montañas de ropas de esas señoras y sus familias; además de llevar sus casas, criar a los muchos hijos que tenían, alimentándose de lágrimas, penas y mucha hambre, ya que para ellas, a veces no había huevo, ni chusco y tanto cansancio, que hasta les hacía olvidar el hambre.

Aquel día mi tío, dijo que se le había metido polvo del trigo en los ojos, pero siempre supe que lloraba y se quitaba las lágrimas a puñados, solo que no me atreví a decirle nada, sino que le di un beso en cada ojo, para que se le pusieran mejores.

Cuando nos cambiamos de ciudad, le eché mucho de menos. Luego cuando volvía en vacaciones le visitaba, pero ya no me contaba historias, decía que las había olvidado todas.

 

Nani. Abril 2021