lunes, 12 de marzo de 2018

INCONGRUENCIAS


Salieron juntos cogidos de la mano y así llegaron al parque.
Él los observaba a unos pasos.
Ellos subieron al tobogán.
Él se dejó caer en el banco verde a esperarles.
Ellos reían y se deslizaban.
A él empezó a darle el agobio. Todo apremiaba. Mamá no había superado  la intervención, ni la quimio. Ya no podía esperar más y debía decirles que no volvería más.



Nani. Marzo 2018

viernes, 9 de marzo de 2018

PARALELISMO

“No soy de tu propiedad”

Saliendo para mi caminata matutina, he notado como me seguían unos pasos y me he asustado. En mi carrera me siento ahogada, noto mucha sed y no tengo una gota de agua. Los pasos me persiguen, intento escabullirme entre los soportales de la plaza. Me agazapo tras una enorme  columna y mi perseguidor me pasa un poco desconcertado al no ubicarme. Salgo de mi escondrijo y vuelvo por donde he llegado. Abro mi portal y me adentro en mi refugio. Nunca un vaso de agua me había sabido a gloria y el alivio experimentado se ha convertido en pánico al pensar que no me siento segura. Presiento que la vida, mi vida a veces peligra. Es como si mi libertad no me perteneciera. ¿Debo vivir con este pánico prendido a mis venas durante el resto de mi existencia?


Nani. Marzo 2018

jueves, 8 de marzo de 2018

8 DE MARZO

SOY MUJER


¡ESTOY DE HUELGA!

Nani. 8 Marzo 2018

lunes, 5 de marzo de 2018

TEATRO, TEATRO



Hacía casi dos milenios que lo habían crucificado y como si se tratara de la obra contemporánea de todos los tiempos, se seguía representando teniendo como actores principales a los habitantes de Siria, Yemen, Turquía, Sudán, Haití, Congo, Afganistán y un largo recorrido de países donde parece ser que los mejores actores se cotizan entre niños, madres e indefensos seres. Considerando que ya se han modernizado los métodos y lo hacen con bombas, son más eficaces, abarca a más actores y son más rápidas. La madera es muy costosa y talar árboles según nos dicen, está prohibido.


Nani. Febrero 2018

viernes, 2 de marzo de 2018

BORRAR, BORRANDO


Salí a pasear y olvidé que habíamos quedado. Fue el comienzo de mi independencia, de mi maduración y de todo lo que me impusiste  de forma solapada. Hoy salgo de mi prisión dorada y me sustento del aire limpio que hay fuera, me visto con la brisa que recorre mi plenitud, mi cabello vuela al viento y mis ojos recorren todo un mundo lleno de esperanza. Con mi goma de nata borro todo aquello que escribiste y que a fuego se había gravado en mi corazón haciéndolo sangrar. Con este olvido que comienza hoy, he sabido que si duele no es amor como tú decías.


Con esta foto de Cléa Lala y esta frase más o menos literal —transformadla un poco si necesitáis— podéis inspiraros y escribir vuestro relato:
«Recuerdo que te olvidé»


Nani. Marzo 2018

lunes, 26 de febrero de 2018

FETICHE


Cuando se acercó a cerrar la ventana, tropezó con el guante que creyó haber extraviado en el recorrido por el museo de artes decorativas. La felicidad que le ocasionó el hallazgo fue máxima, ya que dicha prenda había pertenecido a su abuela y siempre le atribuía un halo de buena suerte y misterio al mismo tiempo. Aun  pareciendo superstición era algo que no podía evitar. Salir a la calle sin llevar esa prenda resultó ser algo ya impensable, tanto si era invierno como época estival. Sabía que era diseño propio y sobre todo, sentirse dentro de esa piel o llevarlos cerca, era como notar la caricia de la persona que más amó de niña. Nunca creyó hacer mal a nadie si con ello se sentía protegida.


Nani. Febrero 2018

sábado, 17 de febrero de 2018

FOBIAS




No me gustaba coger el álbum de fotos de los abuelos. Siempre me dio un cierto calambre o escalofrío tocarlo y mucho más, mirar las fotos de color sepia y humedecidas por las esquinas. Olían a naftalina y a moho. Si las rozaba dejaban ese olor nauseabundo en mis manos que por mucho que las lavara, allí seguía. A veces no quedaba otra que alargárselas a la abuela. Ella se empecinaba en que mirara aquellos recuerdos que a mí me producían miedo y espanto. Un día de pequeño escuché escondido detrás del sofá que el hijo de la abuela, mi tío, había raptado a los hijos del vecino del pueblo para pedir un rescate y la niña se le había ido de las manos. A partir de ahí, a la abuela se le fue el hijo al penal para toda la vida y con él, todo su juicio. Por eso no soportaba el álbum, ni aquella niña que se veía en la esquina de la foto más vieja. Esa niña que parecía huir no he sabido nunca, si hacía arriba o hacia abajo y que mis padres decían que no estaba en el viejo retrato.


Nani. Febrero 2018