Salieron juntos cogidos
de la mano y así
llegaron al parque.
Él
los observaba a unos pasos.
Ellos
subieron al tobogán.
Él
se dejó caer en el banco verde a esperarles.
Ellos
reían y se deslizaban.
A
él empezó a darle el agobio. Todo apremiaba. Mamá no había superado la intervención, ni la quimio. Ya no podía
esperar más y debía decirles que no volvería más.
Nani. Marzo 2018