Viernes creativo: escribe una historia
Señora,
señor vendo un poquito de alegría. Me han dicho que no iba a tener éxito cuando
he ido a la oficina de información al nuevo comerciante. Me han comunicado que
hay negocios que no funcionan porque o no se llevan los productos que se
ofrecen o no son de interés para el comprador. Me han contado que hay cosas que
ni se compran ni se venden y estoy totalmente de acuerdo, pero también sé que
el que no se reinventa se muere de aburrimiento y yo necesito trabajar y ganar
el sustento, así que se me ha ocurrido vender cosas que el personal ni sabe que
existen y sin embargo todos necesitamos,
por eso empezaré con la alegría, después con la ilusión, la emoción, el llanto
(que también es necesario) y hasta estaría dispuesta a cambiar alguno de estos
artículos por la frustración que la mayoría de los seres tienen y que ni
siquiera lo saben. Después enterraría esos malos sentimientos para que cada vez
fueran más escasos y no proliferaran. Sé que no voy a hacerme rica.
Precisamente no es eso lo que busco. Sí quisiera hacer entender, que no es eso
lo más primordial para el ser humano. Hoy en día todo el mundo quiere hacer
dinero fácil y brillar cuanto más mejor (no saben que ese oropel es falso y
desde el otro lado se ve tan opaco y triste que da pena). Quisiera con mi
negocio hacer comprender que hay otras cosas más precisas, como puede ser una
puesta de sol o mirar las estrellas sentados en el peñón de un camino
cualquiera de esos que nos llevan a pasar una noche a la luz de la luna,
acompañados del susurro de las hojas al viento y a ser posible, al lado de un arroyo y escuchar como corre el
agua. Toda esa naturaleza que algunas personas no han vivido nunca y que si
alguna vez la experimentaran, estoy segura que sería un artículo tan necesario
como el traje que usan día a día. Pero para todo ello, necesitan la alegría, la
ilusión, la emoción el desapego y sobre todo, la generosidad y si no la ofrece
nadie, yo estoy dispuesta a poner un chiringuito donde se adquiera, a cambio,
tendré pan diario y mucho tiempo invertido.
Nani.
Julio 2019