(Relato sin i
latina)
He
echado de menos las madejas de lana hechas rulos para que sea más cómodo a la
hora de tejer. Tampoco encuentro los muñecos que he elaborado para el escaparate
de Mercedes “Talleres artesanos”. Estoy pensando que debo rebuscar por la
caseta del perro o la cesta del gato. ¡Como los muy gandules hayan cazado todo
lo que dejé esta mañana en el canasto de costura, se quedan esta tarde en casa!
Lo peor será para el pequeño Lolo, que todas las tardes sueña con pasear al
chucho y arrullar a su veloz compañero de lamentos nocturnos, a la luz de la
luna. No creo que el doctor nos multe por una jornada pasada por alto. La
enseñanza será gradual y tampoco está mal que deduzca que cuando no se actúa
con razón, se les reprenda como a él (por señalar algo que pueda entender),
cuando se come las galletas de la caja de lata que tanto le gustan. Aunque su
edad no corresponde a los años de su documento, hay que encauzarle de forma razonable
y las mascotas son su referente. Cuando se portan mal sabe que no deben hacerlo
y de ello aprende. Pero temo que pueda ser el bueno de Lolo y entonces, me va a
costar hacerle comprender que debemos llevar los muñecos al taller y las lanas devolverlas
al canasto de costura.
Nani.
Marzo 2020