domingo, 7 de junio de 2020

PACHAMAMA





El día que no podáis disfrutar a la orilla de una playa, arropados por las olas de un mar suave y cálido.

El día que no podáis gozar un duerme vela en otoñó, arropados con una manta de hojas caídas.


El día que no veáis el cielo (a veces pasa más de lo que quisiera), por estar cargado de contaminación.

El día que la lluvia sea ácida (más aún), provocada por la mano humana.

El día que la nieve no os proporcione un manto de humedad para todo el año.

El día que vuestra mirada no perciba una margarita en primavera, una amapola, un lirio o la odiada gramínea en una cuneta.

El día que mi mirada se apague.


#52RetosLiterup
Nani. Junio 2020


sábado, 6 de junio de 2020

LOS LIBROS


Mis padres eran unos grandes lectores y eso lo he heredado de ellos. Cuando era pequeña me aficioné a leer el periódico que todos los días llevaban a casa y me encantaba empezarlo por la última página. Las primeras hablaban de política y de economía y eso no me gustaba, pero las viñetas, los anuncios de pérdidas, la carta al director (mi madre decía que era muy rara), las esquelas me encantaban, pero no es que fuera rara es que algunas eran bastantes curiosas e incluso hasta divertidas. Como decía, ahí empezó mi afición a la lectura. Después llegaron los comic y más tarde los libros juveniles que intercambiaba con mis amigos. Esa afición sigo teniéndola y normalmente nos vamos haciendo un listado de todos los títulos que van editándose o releemos tanto novela, relatos, microrrelatos, poesía, testimonio, ensayo o lo que nos vamos encontrando y nos gusta. De vez en cuando algo de teatro aunque nos hemos propuesto hacerlo más asiduamente. Como también colaboramos en la edición de la revista literaria “La Tregua”, la incluimos en los intercambios programados. Para este mes ya tenemos nuestra programación.

La lista de María que es la poeta del grupo, es la siguiente:

“Una manzana en la nevera” de Claudia Sánchez, “Mar de chuvia seca” de María José Viz Blanco y “Un desastre delicioso”, de Olga RT. Para el mes que viene, nos propone poesía clásica que de vez en cuando nos gusta releer e incluso comentar en el club de lectura.

A mí que me gusta la novela, por lo tanto he preparado:

“La bailarina de Auschwitz” de Edith Eger, “La sonrisa Etrusca” de José Luis Sampedro y “La voz dormida” de Dulce Chacón. Para el mes que viene estoy preparando novela negra y de intriga que me gusta mucho.

La lista de Marta es de microrrelato y son:

“El árbol de los cuentos” de Luis Mateo Díez, “Fuera de Temario” de Manuel Espada y “Las hormigas también gritan” de Ignacio Rubio Arese. Para el próximo mes, dice que nos traerá seguramente “Rayuela” de Cortazar, así que tendremos maga y disfrutaremos con ella, entre otras cosas.

Estoy segura que un mes más, vamos a disfrutar leyendo y después comentando. Hay muchas personas que están copiando esta afición nuestra de intercambiar libros. Resulta con ello, que podemos leer más variedad y no tener tan cargadas las librerías de casa con todo lo que nos apetece leer. De todas maneras no olvidamos pasar por la biblioteca municipal, ya que a veces no nos viene bien invertir y lo hacemos de esta manera que también tiene su encanto; bueno, yo diría que mucho encanto.


#52RetosLiterup

Nani. Junio 2020

viernes, 5 de junio de 2020

MADURANDO COMO LA FRUTA DE VERANO







De niño fui bastante travieso y goloso. Un día me di un atracón de pan de higo y comenzó a dolerme la barriga. Me quedé dormido en el sofá, estaba mal. Noté su mano en mi frente, estaba enfermo. Era la abuela Misericordia, con la que pasaba grandes temporadas. Como pude, le dije que no les contara nada a mis padres y ella con la compasión y ternura que la caracterizaba; me respondió que sería nuestro secreto, pero que a cambio tenía que adquirid un compromiso. ¡Ya es hora que andes sentando la cabeza! ─dijo, y me besó.

Nani. Julio 2020

miércoles, 3 de junio de 2020

UNA CIUDAD



Empezaba la ciudad a desperezarse, con un poco de prudencia y un tanto de recelo. No todos cumplían el protocolo y el miedo de los más cautos y de riesgo, se difuminaba o se percibía por debajo de las losas de la acera, en las esquinas de las plazas, en el puerto junto a las barcas de los pescadores o el paseo marítimo. También en los parques infantiles que deprimidos, lloran en silencio porque les faltan las risas y jolgorio de los que no entienden el vallado de sus mecederos, toboganes o recovecos por los que empiezan a encoger el ama al perderse, de las miradas paternas.
Con pena ve madrugar a los más responsables que enfundados en sus mascarillas, guantes y responsabilidad adherida al cinturón e incrustada a los  bolsillos del pantalón, donde llevan la tarjeta de crédito con lo que aconsejan se hagan los pagos de lo necesario para la semana y la respiración entrecortada. También observa a los barrenderos y a los que después llegan con la desinfección de las calles, enfundados en esos buzos horribles, donde disimulan las lágrimas que se enganchan a las gruesas gafas protectoras que a veces empañan y no acaban de ver lo sucio que el mundo les muestra.  
Ve al ejecutivo que enfundado en su traje, corbata y maletín de piel en la mano, se abre paso altivo y desafiante, gritando a los humildes trabajadores que con dinero nada pasa y puede que la suerte les proteja, porque es bien sabido que “al perro  flaco todo se le vuelven pulgas”, aunque eso nunca se sabe.
La ciudad gusta mucho de gente sencilla, alegre y despreocupada e incluso muy preocupada por su vida, por la fasta de trabajo y por lo rutinario del ser humano.  Y la gente normalita siente lo mismo por la ciudad, siempre que le acoge con ese amor, pero claro, ya es sabido que la economía, los dividendos y el bla, bla, bla, suele mandar desplazando al humilde.
La ciudad últimamente y con este recogimiento, ha podido pensar tranquilamente, sin el estridente tráfico, la contaminación que la asfixia y tantas cosas que en estos meses la han dejado regenerarse y sobre todo meditar. Pensaba que todo podía cambiar y la gente llegaría a ser más feliz, porque se respetaría más, se demostraría mucho más afecto y mucha más empatía, pero ahora lo duda después de escuchar a unos policías comentar que un grupo de inconscientes había estado de botellón y cuando los dispersaron y tuvieron que obligarles a hacer cuarentena, ellos les insultaron, tras darles una charla con el protocolo que debían seguir durante la cuarentena y luego al terminarla. Ellos muy frustrados comunicaron: “Todo parece que les da lo mismo,  no había nada más que pudiéramos hacer”.

#52RetosLiterup

Nani. Junio 2020


lunes, 1 de junio de 2020

MAMÁ


No paran de preguntar por mí, dice mi madre. A veces insiste demasiado y me produce agobio. Ellos en su momento no quisieron hacerme demasiado caso y ahora cuando ya no están preguntan por mí. Le pido a mamá que le digan que quieren, pero ella responde que era lo que le contaban el día que tuvieron el accidente y todos dejaron de estar, incluida ella. Me  temo que saben que manipulé los frenos.

CORRE, VE Y DILE

No paran de preguntar por mí desde que saben   que acerté una primitiva, que tenía pendiente desde antes del confinamiento. Los de la radio, la tele y hasta el periódico local. Hoy me ha llamado el director de la sucursal bancaria. La verdad es que un momento de  gloria a todo ser viviente le gusta. Lo que no conté a mi prima, es que había 1.200 boletos acertados y que tan solo fueron dos números más el complementario.

Nani. Mayo 2020


jueves, 28 de mayo de 2020

¡MIRA QUE PREGUNTAS!






Mami, ¿yo tengo destino?

Tú, yo, todos tenemos uno que puede ser el mejor no solo por ser el nuestro, aunque a  veces lo estropeemos con alguna retahila que nos desvía del camino. Recuerdo a tus abuelos que repetían una y otra vez: “Antaño se sembraban además de cebollas, valores. Y se cosechaba a cambio, respeto, igualdad, empatía y así, esas flores que nos hacen crecer; descubriendo al amigo, al compañero, al hermano…, con amor y verdad”. ¡Reflexión que no falte que diría don Luis para terminar, que para eso se te concedieron los dones del trabajo y la inteligencia!







Nani. Mayo 2020


lunes, 25 de mayo de 2020

MAMÁ ES, ART DECÓ





Mamá es muy mayor y a veces ni nos reconoce, pero sí rememora su infancia y juventud, como algo arraigado en su ser que se niega a dejarla. Últimamente repite el deseo de colocarse su vestido sin talle, las plumas de marabú y su collar largo de  perlas. A pesar de haber parido muchas veces, siempre procuró guardar la línea para poder llevar en los acontecimientos, su traje art decó. Lo que la desespera es no encontrar la pipa en la que aspiró los primeros cigarrillos, pero esta la hicimos desaparecer porque le perjudicaba. Desde pasados los primeros años, sabía que ya no estaba de moda, aunque la identificaba y siempre le hizo feliz recordar que con ese atuendo conoció a papá, el amor de su vida.  Por eso creo que a pesar de estar ya muy deteriorada su memoria, su personalidad no desiste, ni la dejará marchar como a ella le gusta. Por eso y por lo que pueda pasar, quiere estar preparada para el momento decisivo, sabe que él va a salir a su encuentro en cualquier momento.

Nani. Mayo 2020