Me
contaron mis padres que cuando era pequeño, me daba pavor mi propia sombra.
Tanto miedo me producía que terminaron llevándome al sicólogo. Este les contó a
mis progenitores que ese miedo no era exclusivo del hijo que ellos tenían, ni
de solo mi familia, sino que aunque no es muy habitual, lo padecen más familias
y que normalmente, con métodos que les enseñarían y tratando el tema como un
juego, lo eliminaría, pero que como era muy pequeño, debían tener paciencia.
Todo
había empezado cuando comencé a andar, coincidiendo con la primavera y las
escapadas que hacíamos a casa de los abuelos, en el campo. Allí los abuelos tenían
animales bien para las labores del campo, como animales de compañía. Lobo, el
perro que tenían por entonces, era un pastor alemán más alto que yo. Luna era
la gata persa de grandioso pelaje rubio, que se tumbaba conmigo y hacía mucho
más bulto que yo. Todo esto lo puedo afirmar, porque en el álbum de fotos, hay
varias copias en las que me revuelco por el suelo con ella y con Lobo,
pareciendo leones encima de esta criatura que hoy soy.
Todo
estuvo muy bien mientras el juego se realizaba dentro de casa, pero cuando
comencé a andar y salíamos a tomar el sol después del frío invierno, caminando
con el rey sol a nuestras espaldas y la sombra de Lobo, Luna y mía se plantaron
delante de nuestros ojos, horrorizado quedé y por lo que me contaron mis papás,
era tan grande el pavor y tanto costó entender a que se debía el terror que
padecía, que no conseguían ni se atrevían a sacarme fuera, hasta que como
cuento empezaron a seguir las pautas que los psicólogos les dieron, por que
debieron acudir a más de uno. Por lo que me contaron, cada vez que intentaban
sacarme fuera de la casa, los lloros y sobre todo el pánico reflejado en mi
cara era tanto, que ya ellos después de intentar todo, desistieron y optaron
por pedir ayuda.
Todo
se solucionó, comenzando a pasear de frente al sol y poco a poco todo se fue
normalizando, pero según me contaban, aquello les supuso unos buenos berrinches
por mi parte y un terrible pesar a ellos.
Hoy, cuando veo mi sombra reflejada, la piso y le digo: ¡Mira que tienes mala sombra y que poca gracia tienes!
Relato inspirado en el vídeo: https://www.facebook.com/watch/?v=10153430405544239
Nani. Octubre 2021