jueves, 17 de agosto de 2023

NO, HOY NO

 


Imagen subida de  la red

Hoy no hay relato

Escuché de siempre decir a mis mayores, que la escasez de pan y de alimentos cuando fueron pequeños, les hizo valorar el plato que todos los días se colocaba en la mesa. Huviera lo que fuese, siempre se aplaudía y se celebraba, dando gracias a Dios por tener algo con lo que calentar el estómago.

Sabían de muchas personas que no conseguían un chusco de pan, una sopa caliente en invierno o unas simples collejas silvestres, para hacer una miguilla o una simple tortilla si obtenían algunos huevos.

Hoy los padres nos quejamos de que nuestros hijos no quieren nada más que los precocinados, hablando de alimentos. Esos que todos sabemos son insalubres. No nos molestamos en cocinar. Es más cómodo ir a super de la esquina y subir lo ya cocinado, sabiendo en el fondo que nos arrancará la salud.

¿Y que decir de la ropa y zapatillas de marca?

Me parece que no hemos sabido enseñarles el valor de las cosas y el esfuerzo que supone obtenerlo. Según que épocas de la vida, nos hemos visto más o menos presionados. En ocasiones, hemos tenido trabajos precarios y ha habido que hacer más números que cuando comenzábamos a multiplicar, pero a pesar de todo, seguimos sin valorar nada y no digamos a las personas.

Cuando me asaltan estos pensamientos, pienso en Siria, Etiopía, Yemen, Israel y Palestina, Haití, Afganistán, Ucrania y tantos casos entre etnias y sus eternas guerras, que ni podemos hacernos idea de cómo se encuentran realmente en estos momentos. Nos molesta escuchar o ver estas situaciones y más ahora ¡estamos en vacaciones! Además, no interesa que sepamos la verdad. Mejor un reality o como se llame y nos vamos a la cama tan contentos, pero si nos inquieta y no conseguimos dormir, acudimos a los somníferos que para eso están, ¡las farmacéuticas necesitan vender!

En fin, no sigo…

Hoy no consigo un relato y estoy divagando, creo. Así que mejor lo dejó aquí, el calor y las fiestas de verano, dejan la mente un poco en la cuerda floja, así que mejor me voy a dormir la siesta que mañana dicen que suben de nuevo las temperaturas. Como si además del cambio climático eso no es relevante─ no hubiera cosas más importantes de las que hablar en los medios. En verano lo más normal es que haga calor y lo incrementamos con nuestras malas cabezas, pero claro, sigo diciendo que es verano y todo se rellena con lo emitido o publicado anteriormente, que a los becarios ─que son los que trabajan en estas fechas─ además de cobrar poco, no se les puede dejar responsabilidad en sus manos y luego, ¡les pedimos experiencia!

 

Nani, agosto 2023

 

 

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lunes, 7 de agosto de 2023

LIBERTAD

 




La libertad es la escultura pública más reconocida del escultor norteamericano Zenos Frudakis

 

Nació y le dijeron que era libre. Cuando empezó a tener conciencia de su existencia, se dio cuenta de que esa libertad no existía, ya que dependía de todos sus creadores. Lo quisieron mantener en exposición, como un ser brillante, bello y escultural, pero aquello no le satisfacía, ya que sabía que estaba dentro de urna de exposición. Le costó mucho esfuerzo darse cuenta de la realidad, pero poco a poco fue saliendo. Paso a paso fue avanzando, hasta que consiguió respirar al aire libre.

Una vez fuera, le dijeron que la vida no era lo que se estaba creyendo.

Entonces preguntó porque lo habían creado libre o eso le dijeron.

Le contestaron que era una manera de hablar.

En aquellos instantes se reafirmó de la hipocresía que encierran las palabras, la desfachatez y del doble rasero con lo que se mide todo. Pero no estaba dispuesto a retroceder ni un milímetro, así que o lo eliminaban o lo dejaban.

Por ahora no le han dado un tiro de gracia, sino que sigue caminando. Sabe que le pisa los talones, el hipócrita puritano, pero también sabrá defenderse de esa cosa, porque le da fuerza su libertad, esa que esa sombra que le persigue no sabe que existe dentro de él.

Nani, agosto 2023

martes, 1 de agosto de 2023

CUENTO

 



No violencia, también conocida como El anudado del arma. Esta es una escultura de bronce diseñada por el artista sueco Carl Fredrik Reuterswärd.

Érase que se era un día que en el mundo se decidió anudar todos los cañones. A partir de aquel día la economía cambió. Se decidió trabajar por el amor al esfuerzo personal, aplicando conocimientos para embellecer, crear y enseñar a las generaciones venideras.

La economía crecería al mismo nivel que la cultura y el bien común, pero el de verdad y no el que rellena titulares vacíos de contenido y de veracidad.

Acabarían las guerras y el hambre, porque se dejarían de fabricar armas y se sembrarían cereales o legumbres para que hubiera pan o potajes. Todos los niños tendrían comida y sus padres sonreirían al verlos lustrosos asistiendo a la escuela y ellos dejarían de beber o engrifarse, ya que la frustración y la humillación se terminaría y entonces…

Entonces me desperté de un bonito sueño, que me hizo llorar al ver que tan solo había sido una quimera.

Me hubiera encantado que tuviera ese bonito final de «Colorín colorado, este cuento se ha terminado, y el que no levante el culo se le quedará pegado», y tú, si tú que estás leyendo, si no lo has levantado, ¡se te quedará pegado!

 

Nani, Agosto 2023

miércoles, 26 de julio de 2023

SE TRATA DE VOCACIÓN

 


CINCO PALABRAS DE JULIA OTERO

El pasado 7 de junio, la prestigiosa periodista dio sus cinco palabras durante la entrevista que realizó a nuestra Presidenta, Mar Olayo, en su programa JELO, Onda Cero. 

Sororidad, solidaridad, paparrucha, fruslería y radio.


Trabajé en varias ocasiones con mujeres, aunque no sabíamos de sororidad, todas nos pisábamos para llegar antes.

Así nos lo explicaron en los cursos de formación. ¡La que llega primero será la mejor!, ─nos dijeron.

Cuando terminamos, preferí no ocupar un lugar sino llegar, y apostar por la solidaridad. Mucha paparrucha hubo en las palabras de aquellos monitores que, a la hora de la verdad mostraron fruslería, discursos vacíos para rellenar contenidos, pero que no me llevaban a ningún lugar.

Mi objetivo era ganarme el pan en la radio, en la redacción o en los teletipos. ¡Soy profesional!

 

Nani, julio 2023

domingo, 23 de julio de 2023

CAMPIN

 


Foto subida de la red

Tenía siete años cuando fuimos al campin de Las Muñecas. Le llamaban así, porque una de las actividades que se hicieron en sus comienzos allá por los años 60, era hacer una pasarela de niñas muy monas, acompañadas de sus hermanos y primos, todos muy bien arregladitos tal que si fueran muñecas y muñecos.

Cuando estuve como he dicho con esos siete añitos y con mi familia, conocimos a una familia que acampó a nuestro lado. Fuimos inseparables en los 10 días que allí convivimos.

Ellos eran cinco. Los padres, dos chicas y un chico por cierto, un añito mayor que yo.

Nosotros éramos tres, mis padres y yo, aunque para finales de año, mi familia aumentaría, ya que mami estaba embarazada. Ella decía que “embarazadísima”.

Por entonces acudimos a pasar aquellos días, con una tienda de campaña y lo imprescindible, que papá colocó en su antiguo Seat 127 y todo lo necesario para sobrevivir. Recuerdo que la olla exprés la llevaba a mis pies, así como un hornillo campin gas dentro de su caja, que cuando por la noche ya no se utilizaba para cocinar, sino que cenábamos bocadillos de mortadela o de salchichón de la matanza de la abuela, se usaba como iluminación, cambiando la parte que servía para cocinar por el de iluminar, ya que ambos se acoplaban a una pequeña bombona de gas. El colchón era una plancha de espuma, que enrollada papá llevó bien sujeta en la baca de aquel querido 127.

Todo iba bien empaquetado y no quedaba un solo resquicio en el coche que no estuviera ocupado.

Comprábamos trozos de hielo para refrescar la bebida y el agua, en las neveras portátil y algún día, caía un corte de helado que nos sabía a gloria.

Después todo cambió. Ya no se podía viajar de aquella guisa, además de ser una temeridad, impensable habiendo aumentado la familia. No fue un hermanito lo que llegó, sino además una hermanita que no detectaron los médicos. Andábamos todavía en los años 70 y no había ultrasonidos ni nada parecido, en el consultorio del pueblo.

Hoy sería impensable viajar de esa manera. A mi hija no se me hubiera ocurriría meterla entre tanta caja como fui yo en aquella ocasión.

Así que, a partir de aquellas fechas, el verano lo pasábamos metidos en el barreño de agua soleada en el patio y durmiendo en colchones tirados por el suelo y que compartíamos con los primos en la casa de la aldea, dónde vivían los abuelos. Jugábamos en la plazoleta del ayuntamiento que compartían todos los niños de allí con los que llegábamos. Merendábamos pan con aceite y azúcar y no recuerdo veranos más bonitos y más refrescantes. Cuando volvíamos, mamá nos lavaba con agua que había puesto al sol, para después de la cena ir a contar historias a casa de los abuelos de los amigos y volver a veces cogidos de la mano y muertos de miedo, pero felices como nunca he visto a mis hijos o los hijos de mis amigos hoy en día.

Nuestras manos servían para coger la pelota, agarrarnos cuando jugábamos a la pilla pilla o como ya he dicho, cuando volvíamos a casa muertos de miedo y cogidos de la mano. Hoy todos piden una pantalla y me da pena, porque creo que la niñez y la juventud, se les escurre entre los dedos, como el humo de una chimenea y esas manos están perdiendo el contacto de la piel, por otro más frío a pesar del calor del verano. Claro que aquellas fueron mis experiencias, cuando pase un tiempo tendrán que hablar los chicos de ahora.

Y bueno, no he dicho que seguimos teniendo contacto con aquella familia que conocimos en el campin. Aquel chico, es hoy el padre de mis hijos y mi compañero de vida.

#historiasdeverano


Nani, julio 2023

viernes, 21 de julio de 2023

ESPEJISMOS

 

 


Foto de Carl Warner "Valle de la mujer tumbada"

 

En el desierto con sed y cansancio, todo se convierte en dunas imposibles de sobrepasar.





Nani. Julio 2023

lunes, 17 de julio de 2023

HURTOS IMPERDONABLES

 


Imagen subida de la red

Está sentada en el tranco de casa. Da de comer a la muñeca que le ha tejido la abuela y mientras, mira como juegan sus hermanos y otros niños al futbol, con una pelota que se han confeccionado con trapos del vertedero. Las porterías son quicios de puertas de algún derrumbe. De pronto, se vuelven a escuchar los zumbidos que los ponen a todos en alerta para salir disparados, hasta lugares que creen son más seguros. La niña se ovilla junto a su muñeca en el hueco de la escalera y allí permanece hasta que deja de escuchar silbidos y derrumbes. Cuando se incorpora no sabe si es noche o día, solo ve polvo y humo. Intenta llamar a sus hermanos pero no hace falta. Allí a sus pies están cubiertos de sangre junto a otros tantos niños. Besa su muñeca y se la coloca a uno de sus hermanos entre las manos, mientras dije: “No os preocupéis, ella os va a cuidar a donde os lleven, ya le diré a la abuela si sigue en casa, que me haga otra. Lo peor va a ser decirle que ya no necesitáis a ir a cenar”.

 

Nani. Julio 2023