miércoles, 7 de febrero de 2024

ARTESANOS

 

 


Imagen subida de la red

Se llama Juan, como papá. Tiene las manos de mamá y el temperamento del abuelo, pero la vena artística es propia, sobre todo cuando a sus victimas les deja su impronta en esa mueca rígida del rostro, entre miedo, sorpresa y espanto. Nadie imaginó que superaría el arte familiar.

  

GENÉTICA

Se llama Juan, como papá. Se le parece hasta en la forma de mirar. Repite las mismas palabras e intenta que lo acompañe a los mismos lugares, solo que a él lo empujo y salgo corriendo.

De papá no puedo escapar, sobre todo cuando estoy dormida y me toca, porque me paraliza el miedo. Me ha prohibido contárselo a mami, porque dice que si lo hago no se le curará la pupa que tiene desde que nací y que mi silencio la curará.

 

Nani, enero 2024

viernes, 2 de febrero de 2024

OTRAS LECTURAS

 


Fotógrafo Strömholm (Suecia 1918 – 2002) 

 

Tía Roberta estaba obsesionada con las noticias diarias que publicaba el periódico de la ciudad o más bien, con las esquelas y obituarios en especial y que leía cuando llegaba a la corsetería que regentaba. Comenzaba la lectura por las páginas finales. Se ponía al día de los fallecidos, las dedicatorias de familiares y amigos y después si los conocía, echaba unas lagrimitas, les deseaba un descanso en paz y continuaba con las páginas de sociedad. Con ellas se alegraba el ánimo y ponía nota a los vestidos y trajes de las señoras, corbatas de los caballeros y como no, a los complementos que los acompañaban. Estaba a la última en moda de bolsos, zapatos, pendientes, collares y opinaba si estaban bien conjuntados o no. Más tarde hacía los crucigramas y dejaba para el final, las noticias mundiales y nacionales, como si fuera un postre. De esas lecturas casi no opinaba, no porque no estuviera al tanto de lo que se cocía en los distintos fogones mundiales, sino por lo indignada que a veces se encontraba tras las lecturas. Decía que el mundo iba en picado hacía un declive y según estamos viviendo, parece que no se equivocó.

Ahora ya no puede leer esas esquelas, porque la mayoría de los diarios no se editan en papel y en digital no sabría cómo hacerlo, además, hace tiempo que nos dejó y fue ella la que protagonizó una de esas esquelas que tanto le gustaba leer, y como homenaje le dedicaron el periódico y sus paisanos, rezando así: «Roberta Jiménez Castro, fallecida en el día de la fecha. El periódico de su ciudad y sus conocidos, le hacen este homenaje y le dedican este obituario por ser la más fiel seguidora de las páginas de este periódico. Madrid, 13 de febrero de 1960».

Nani, febrero 2024

 

lunes, 29 de enero de 2024

MOTIVOS LABORALES

 


También buscó el cariño de su nieto, lo mismo que hizo con sus propios hijos cuando tenían su misma edad. Por milésimas llegó, pero aquel cariño solo quedó cogido por los pelos. Por causas ajenas al pequeño ─a los pequeños─, por residir en distintas ciudades y por innumerables complicaciones, no pudieron verse y mantener la relación que, por norma general, existe entre hijos y ahora nieto.

No podía demorar ese contacto que tanto deseaba. El niño crecería sin apenas darse cuenta y sería ahora o nunca conseguir el lazo de unión, tan necesario para ambos. Además, ya cometió un gran error con su hijo ─sus hijos─ y padre del pequeño. Su edad tampoco favorecía, no era la idónea para hacer malabares con el tiempo, y si en la actualidad no cumplía como su hijo le demandó en su día sin del todo llegar a tiempo, no habría lazo que uniera al pequeño, al padre que aún demandaba su infancia robada y en general, la familia que en su día se perdió por caminos y por estar en otras cosas necesarias, pero no indispensables.

 

 

Nani, enero 2023

miércoles, 24 de enero de 2024

NOSTALGIA

 


Imagen subida de la red


Me gusta adentrarme en el jardín que había sido de los señores del pueblo y ahora, por desgracia abandonado como está, aún huele a rosas en primavera o a lavanda. Y en verano florece la buganvilla o el jazmín resistiéndose todo a dejar de ser.

El romero sigue frondoso en las cercanías de la gran cocina, donde recuerdo estaba siempre faenando aquella mujer robusta que salía a coger ramas para el estofado de cordero y que generosa como ella solía ser, nos entregaba galletas o trozos de bizcocho, cuando sabía que no la reñiría la anciana y dueña del caserón.

Recuerdo cuando al salir del colegio, nos adentrábamos si la verja estaba entornada. Nos gustaba el aroma de las galletas de manteca o el asado que en los fogones hervía a fuego acompasado.

Recuerdo aquellas manos callosas del jardinero, las curtidas de la cocinera, las blancas y alargadas con las venas azuladas visibles bajo la fina piel de la gruñona anciana, sensibles y amorosas las de la hija y maestra nuestra y muy huesudas y retorcidas las del hijo que sentado en una silla de ruedas, siempre tomaba el sol cubriendo sus piernas una manta de lana a cuadros.

Recuerdo el columpio hecho en una gruesa rama del nogal, que aún tiene uno de los nudos de las sogas que lo sujetaban.

Recuerdo la fuente que ahora reseca, pide a gritos de nuevo el caño de agua fluyendo y salpicando a los rosales mustios del rededor.

Recuerdo el camino empedrado que conducía a las caballerizas, donde siempre había una yegua y un potrillo con el que jugué alguna vez.

Recuerdo que aquellas piedras del camino hoy ennegrecidas y gastadas, se empaparon de risas y travesuras de los niños del pueblo y que ahora cuando las miro, parecen clamar algo de lo que fuimos y no volverá.

 

Nani, enero 2024


sábado, 20 de enero de 2024

GENEROSIDAD

 


fotomontaje de Mónica Carvalho (@mofart_photomontages).

Aquel día que dije que podías pasar la noche en casa, debí de haber quedado convertida en estatua de mármol, por pronunciar lo que en realidad no deseaba, aun presintiendo que sería el error más grande que cometería a lo largo y ancho de mi existencia.

Entraste a mi cómodo recibidor, dejaste las huellas de tus pies sucios en mi felpudo, te sentaste a mi mesa, probaste mi estofado, me acariciaste la mano y mi corazón empezó a derretirse. Traspasabas calor a mi solitario ánimo, pero lo que nunca me esperaba es que más tarde, cuando fuiste tú el que te calentaste en mi cama, no quisiste salir y no era eso lo que en realidad necesitaba.

Sin darme cuenta, te apoderaste de mi voluntad, de mi independencia y por imposición o por dejarme llevar, tuve que comprar todas las semanas el mejor filete de ternera, ─resultaste delicado para más inri─ y nunca más disfruté de una casa ordenada o por lo menos, como estaba antes de que llegaras y lo peor de todo, es que siempre supe que no debí pronunciar esa frase que una y otra vez me perdió: «Pasa, estás en tu casa».

 

Nani, enero 2024

 

martes, 16 de enero de 2024

PEDIR CON FUERZA

 


Las Cinco Palabras del mes de enero de PAFF,  para la Fundación CINCO PALABRAS, son:.

Barcos, oficina, magia, café y mujer.


Salía al porche y veía zarpar los barcos. Le daban unas ganas inmensas de pasar por la oficina de embarque. Cruzar mares. Recalar en los lugares que el abuelo narraba. Creer y hacer realidad la magia de sus palabras. Conocer los inmensos campos de café y las plantaciones de caña de azúcar dónde crecieron sus antepasados. Danzar como sus ancestros. Convertir en realidad aquellos deseos e ilusiones de las que hizo partícipe a los suyos.

Pensaron que eran fantasías de niña, pero cuando se convirtió en mujer, voló, navegó y realizó su sueño a pesar de las dificultades.


Nani, enero 2024

sábado, 13 de enero de 2024

DIVERSIDAD

 


Foto del artista callejero Garry Winogrand

 

No, no preguntes qué llevamos en los brazos porque es evidente y aún no necesitas lentes de cerca. Parece mentira que no nos conozcas. Hemos estudiado en la misma universidad y terminamos trabajando en el mismo lugar.

Sí, hemos acabado adoptando estos seres que ves. No queremos convertirnos en padres vociferantes y amargados por no saber educar a nuestros vástagos, ya que como siempre dijiste, los hijos venían sin libro de instrucciones. Estos que ves y que tratamos como hijos, ni lo son y tampoco mascotas. Son seres vivos que nos necesitan y que, por haber nacido en un centro de investigación, si los dejáramos a su libre albedrío en su hábitat, después de haberlos utilizado como se les antojó a algunos eruditos que no han avanzado ni un ápice, decidimos que se quedaran con nosotros. De todas maneras y eso sí se sabe, somos muy semejantes. Una diferencia del 1´2% en los genomas. Así que como te comentamos, si los dejamos libres morirían ya que no tuvieron a sus respectivas madres para que les enseñaran en su día a defenderse y fueron criados además con biberones. No han visto un árbol cerca ni por equivocación, por lo que hemos decidido tenerlos a nuestro cuidado y que salga el sol por Antequera o por donde quiera, pero ahora esta es nuestra familia y somos muy felices.

 

Nani, enero 2024