Imagen cogida de la red
Y regresé al cielo como todos los fines de semana.
Cuando entré y piqué, Dios me anunció que ya no era necesario volver. Me
dedicaría entre tanto a otros menesteres, como la docencia a los nuevos. Las
pesadumbres se le asignaban al recién llegado que había contraído otra gran
deuda contra la humanidad.
Imagen cogida de la red
EL CIELO
Y
regresé al cielo de nuevo. Llegó la época de siembra y de estar
pendiente de todo lo que conlleva cincuenta hectáreas de tierra calma, así que
tras las lluvias y el mal tiempo, volvía a los sudores, las fatigas, el estado
de permanente escucha y no menos observación. Mis antepasados le llamaron “El
cielo”, pero mientras se veían o no los resultados, había días que era un
verdadero infierno.
Nani. Abril de 2014