jueves, 30 de abril de 2020

ABRACADABRA PATA DE CABRA


Desde Cinco Palabras queremos felicitar al fantástico mago Jorge Blass, quien el próximo sábado 2 de mayo cumplirá cuarenta años. Que su magia y sus CINCO PALABRAS llenen de alegría los corazones de todos los pacientes y confinados:
Ilusionista. Conejo, Varita. Incredulidad y Sorpresa.

¿Te acuerdas cuando éramos pequeños y quisiste ser ilusionista? Mamá te regaló un conejo de peluche. Aún sigue en la estantería, como el resto guardado en el baúl. Por entonces, se aproximaban las Navidades y decidimos pedir a los Reyes Magos, una varita mágica y un sombrero de copa. La incredulidad de nuestros padres aumentaba con tus logros. Después, seguimos nuestro camino y la magia se quedó en casa. Hoy pido que pronto nos des la sorpresa que todos anhelamos. Repite “abracadabra” junto a todos los sanitarios. Nosotros terminaremos “pata de cabra”. ¡La vida sigue y tú en ella!




Nani. Abril 2020

domingo, 26 de abril de 2020

SOPA DE LETRAS



En casa me dicen todos que están cansados de sopa de letras. Creía que mientras comemos, podíamos componer hermosas palabras y hacer un bonito juego, pero como todo lo que se repite en demasía, acabaron cansados. Lo hacía principalmente por los peques que de esa manera se la zampaban sin darse cuenta. Le estoy dando vueltas, pero creo que voy a seguir la propuesta de mi pequeña. Me ha pedido que haga magia  en los fogones y me está pareciendo buena idea; voy a ver si lo consigo. De primero, voy a confeccionar un estofado de nubes alegres, de esas que juegan con el sol a la rueda y entre chubasco y chubasco, nos sirven helado de sonrisas, pero pensándolo bien, el helado lo voy a dejar para la merienda porque no necesita estar en el congelador, ya que se enfriarían demasiado los gestos agradables y no es conveniente  y por otro lado, dije que iba a hacer magia, así que pasemos de frigoríficos y de congeladores ¡son demasiado fríos! Me voy por las ramas…, sigo con el menú. De primero y para el almuerzo como decía, haré estofado de melodías y hoy por ser el primero, voy a dejar que cada cual escoja la que más le guste. De segundo, boladillos crujientes, de esos que al morderlos hacen que se sientan (sí, no es lo mismo “sentir” que notar) cosquillas en el alma y produzcan risas (hace días que reímos poco y eso no lo voy a permitir) y como cambié el postre para la merienda, voy a ver si hago una macedonia variada a la que le aportaré mucho color y sabor, como por ejemplo: unas gotas de cariño avainillado, cerezas rellenas de mucho cariño, melocotones con sabor a besos, piña que me ha parecido un poco ácida y le he agregado una poquita de dulzura y para decorar, unas lágrimas de chocolate, para que nos recuerden que solo deberíamos derramarlas cuando algo nos emocione mucho.
De cena haré sopa, pero esta vez de amor a base de besos confitados, tortilla procurando que perdure el ingrediente de abrazos marinados de suaves caricias y de postre, había pensado hacer arroz con leche al que le añadiría mucha ternura, pero como me parece mejor dejarlo para otra merienda o almuerzo (es bastante consistente), haré natillas o requesón endulzado con mermelada de arándanos amables.
Para mañana creo que además del arroz con leche, haré empanadillas y en este caso, el relleno dejaré que cada cual lo aporte (la magia también va a consistir en que cada comensal contribuya con algo positivo), de esa manera no se me agotarán las recetas y todos nos sentiremos partícipes del día a día.
El menú de pasado mañana ya os lo pasaré, pero para daros una idea, he llenado la despensa de amor, caricias, abrazos, ternura, besos y mucha mermelada de dulzura, por si queréis agenciar esos ingredientes, y para la próxima, podemos compartir nuestras recetas y menús, si os parece. Podíamos hacer un recetario nuevo, que a veces cansan los chef con tanto famoseo y luego cuando nos sirven sus platos estrella, nos quedamos con el bolsillo tiritando y el estómago vacío.

Nani. Abril 2020

jueves, 23 de abril de 2020

CON ILUSIÓN





¡Tengo tanta morriña¡ Ellos quedaron esperando con la comida en la mesa, el día que ya no pudimos salir. En la aldea nos reuniremos cuando salgas y haremos ese rico remojón, que tanto te gusta. Buscaremos en la sobremesa, el tesoro que esconde padre para que tengamos derecho a un café con pastel, ese con el que siempre nos seduce. La ceniza que quede de cocinar, la llevaremos al cobertizo para que te sirva de abono, como madre hiciera. Este tulipán que te enseño, es uno de los que te esperan en el jardín de casa.



Nani. Abril 2020

miércoles, 22 de abril de 2020

PRIMAVERA 2020



La primavera de este año, recién nacida empezó a asomarse con prudencia y con un poco de miedo. Ella como todos los años, viene rompiendo hielo. Pero este año se asoma con timidez y como presintiendo que algo no está como siempre o como debería haber estado, según le había anticipado mamá19. Crece deprisa y disfruta mucho de los pájaros que vuelan a sus anchas en los campos. Las golondrinas pasan una y otra vez a ras del suelo, por las calles vacías en donde no hay alboroto ni bullicio de niños gritando. No hay ruedas chillonas, arrastrando mochilas a la hora del colegio, ni mamás enfadadas porque el peque se escapa, cruza sin mirar o saca la lengua a su hermana. Los corzos bajan al pueblo y se restriegan en los coches o les retan, porque nunca se vieron reflejados en las brillantes puertas.  La madre jabalí y su jabatillo, buscan en una bolsa de basura que alguien ha dejado fuera del contenedor y todo ello, lo miro por la ventana mientras veo como llora la primavera, porque está llorando y yo le acompaño. No es solo que sea lluviosa (eso suele ser normal), sino que llora porque se ha enterado que todo esto no es como le contó su madre. Mamá19 le dijo que la naturaleza sufría mucho porque los hombres no la dejaban respirar y ella llegaba con ese pensamiento y con ganas de ayudar,  pero observa que todo se ha dado la vuelta. A quienes ahora les cuesta respirar es al hombre. Puede ser que todo se le haya vuelto en contra, piensa, pero no todos se lo  merecen. También le contó papá invierno19, que la tierra cuando estornuda, todo el mundo coge un resfrío o la gripe y ahora ha estornudado y bien fuerte y como ella no lo entiende, llora, llora mucho. Es como un adolescente que leyó muchos cuentos de hadas y se creyó que iba a encontrar así como por arte de magia, a su princesa bella y no ha sido así. Las princesas si existen, están en sus palacios de cristal y peligran porque el cristal es frágil. La primavera no ha encontrado tampoco su príncipe ideal, ni persona contenta, porque casi todas están guardando luto a los abuelos que construyeron este mundo. Mejor o peor, pero lo hicieron ellos y presiente que si no lo hicieron mejor, es porque hay robot muy potentes que solo saben generar dividendos y su fortaleza es acuñar monedas con el oxígeno que el hombre bueno, necesita para vivir y sonreír. Siente rencor porque no le advirtieron sus progenitores de toda esta falsa existencia. Si ella hubiera estado preparada, no estaría sintiendo tanto frío, tanta soledad y tanta impotencia. Me gustaría salir y consolarla, pero yo estoy igual que ella de desolada y para colmo, me falta el aire para poder decirle por lo menos, que llore en mi hombro. Hoy la primavera está deseando que llegue a sustituirla su prima veraniega. Igual viene con más fuerza, con algo de calor y los corazones que hoy están helados, se ponen fuertes para hacer frente a esos robot que hoy, se han apoderado de la tierra, con su naturaleza y por consiguiente, del hombre niño, el hombre bueno.

Nani. Abril 2020
  

lunes, 20 de abril de 2020

SIN PRECIO


Los desguazabots ya venían de camino y todo lo que pisaban era destruido. Fueron educados en el odio y nada de lo que era contrario a sus enseñanzas fue aceptado; por eso la ira, la furia, el odio, el desprecio. Más tarde, cuando necesitaron ayuda  y las fuerzas le faltaron, ni el dinero, ni el poder les sirvió; sino una mano que cogiera la suya en la última despedida.


Nani. Abril 2020

viernes, 17 de abril de 2020

Y SÍ, HAY MÁS COSAS





Hace un mes y medio cuando nos dijeron que estaríamos confinados, intenté hacerme de algunos alimentos y géneros que sabía me harían falta en este tiempo. Bueno, cuando llegué no había papel higiénico, ni guantes (sigue sin haber), tampoco desinfectante y tampoco leche (me las he arreglado haciendo bebida de nueces, está rica y con lo que queda de filtrar el líquido, he hecho hamburguesas, así que no ha estado mal del todo). Otra de las cosas que preparé fue jabón casero, porque también escaseaba el que suelo usar para sobre todo, lavar. Tenía aceite usado para reciclar y el resto de ingredientes, me los traje al mismo tiempo que la reserva; como decía anteriormente. En mi balconcito (porque este menester hay que hacerlo al aire), saqué un buen barreño que tengo para estas faenas y me puse a confeccionar mi jabón casero que a día de hoy, me/nos está sacando de bastantes apuros. Lo uso para todo. Fregar platos, lavarnos y ducharnos (porque lo hago como las abuelas y no hay problema de que irrite), pero claro, primero tuvo que pasar un tiempo antes de usarlo. Transcurrido más de un mes que lo hice, lo corté  en tacos como hacía mi abuela y ya lo estamos usando hasta en el baño, como decía. A lo que iba, es al primer día que lo usó mi marido. El gel se había terminado y sabíamos que en los supermercados de la zona no quedaba. No tenía ni la Paquita de la esquina, así que si ella no tiene, inútil buscarlo. Pues eso que decía, puse un buen taco en el baño y otro en el lavabo. Mi familia se quejaba de que no hacía espuma y yo les contesté que mejor, que así contaminamos menos. Luego me dijeron que la piel no se quedaba tan suave y les contesté de nuevo,  que es porque no tiene suavizante como los que compramos y que por lo tanto, menos alergias nos producirá. También que el pelo no brilla tanto y les hice la prueba de las abuelas. Ultimo enjuague de pelo, con un chorro de vinagre. Volvemos a las costumbres antiguas. Ponemos agua templada en el lavabo, un buen chorro de vinagre de vino y “vualà”, brillo al canto y además unos de los mejores espantajos para los piojos (pero bueno, de eso ahora nos libramos, porque con el confinamiento, no hay piejos que se nos peguen de los peques del cole), ¡algo bueno tenía que tener esto! ¡Mira que me enrollo!  A lo que iba es que el primer día que mi marido se duchó con el susodicho jabón, (parece que los astros se confabulan) y con el mal humor de tener que restregarlo en la esponja, de la contrariedad de este nuevo menester y yo que sé, que fue lo que le pasó (porque no quiere contarlo, pero yo me lo imagino), el jabón se le escapó de la manos, quiso cogerlo en el aire, este fue más ligero y cayó al suelo de la bañera con el mal infortunio que lo pisó y ¡de pronto escucho un estruendo, oh, Dios bendito, cuando pude entrar! Vi que había ido a dar con todos sus huesos al fondo de la bañera. De la frente le salía un pequeño chorrito de sangre, muy chiquito, pero por la forma en que chillaba y despotricaba, parecía que se había roto la crisma. Al principio me asusté, pero nada, solo había sido un simple susto de novato (nunca había tenido un trozo de jabón en sus manos, no sabía de lo escurridizo que puede resultar y de lo bueno que es, incluso para cuando le salen hemorroides (mi abuelo siempre lo usaba para ese menester), así que dijo que no lo usaría nunca más. Pero no le quedó otra, igual que los niños. Ahora al cabo de las semanas de confinamiento, dicen que tienen el pelo suave, que la piel no les pica y e incluso, mi Maripaz que está en la edad del pavo y de las espinillas, dice que se le están quitando y sin las cremas de diseño como ella las llamaba y es que pienso yo, que las recetas de las abuelas suelen dar muy buen resultado y como ahora todo el mundo hace pan, acabaremos haciendo jabón, cremas con el aloe de la maceta esa del balcón que está ahí pinchando cuando salimos a aplaudir y despotricamos de ella, e incluso, la masa para las pizzas, la pasta natural y los bizcochos, pero esa es otra, porque ya ni encontramos harina, ni levadura, así que aquí me veo haciendo masa madre y sacando brillo a los azulejos de la cocina, porque ahora sí que se ensucia. Antes parecía de exposición, pero ahora hacemos todo en ella y cuando teníamos harina, hasta masa de sal y los adornos de mesa para la Navidad próxima, porque la cuestión es estar entretenidos, que lo niños se sientan bien y aprovechar al mismo tiempo hasta cada grano de harina y sobre todo, nuestro tiempo que ahora es bastante. Y bueno, no digo nada de las horas que me paso meditando en mi balconcito, cuando algún rayo de sol se cuela. Eso lo agradezco más que la cervecita que me tomaba con los amigos el sábado en la terraza del bar del Luis y es que no hay nada, como que te falte algo para valorarlo. ¡Otra cosa buena que va tener este tiempo, porque lo que es cambiar, ayyy amigo, eso lo contaremos otro día!

Nani. Abril 2020



martes, 14 de abril de 2020

HACIENDO LOS DEBERES




#Paratiaunquenoteconozco


─ ¿Qué es la conciencia?
─ ¿Qué pasó cuando empujaste a Mario?
─ ¡Me sentí mal!
─ ¿Y cuándo dice papá que se le enciende la bombilla y no hay ninguna?
─ Eso lo decimos cuando se nos ocurre algo fabuloso.
─ ¡Ah! Y ¿Equilibrio? Debo terminar los ejercicios.
─ ¿Te acuerdas cuando estuviste andando por el filo de la piscina y te caíste?
─ Sí, parecía mareada, y cataplum, ¡al agua patos!
Vitalidad, ¡es lo que me dice la abuela que tengo siempre!
─ Y furia, ¡es lo que debo tirar a la basura!
  ¡Gracias mami, terminado!



Nani. Abril 2020