Soy
la María, la más vulgar de las mujeres y a la vez, la más sabelotodo o eso
cuentan. No porque yo lo diga o quiera darme postín, sino que vivo dentro de un
libro que está formado por letras y estas, componen las palabras y todas ellas
están engarzadas en las hojas de este libro que no es uno cualquiera, sino el
diccionario de la lengua, el libro que lo contiene todo, por eso me gusta vivir
aquí, consigo saber algo más y por así llamarlo, soy “la guardiana”. La que
cuido estas hojas para que no le salgan telarañas, no se manchen con moho, no
haya arañitas de esas que se comen las letras primero y los ganchos que las
sujetan unas a otras para que no se separen. Ellas poseen el poder y la
sabiduría del lenguaje. Procuro airearlo todo lo que puedo para que la humedad
no se asiente aquí dentro. Por lo mismo, me he permitido hacer una ventana, a
veces es necesario ya que en ocasiones tardan en abrirlo y pudiera mojarse tanto
que acabara borrado y eso sería su fin, cosa que no puedo permitir. De mí
depende que tú que estás leyendo esto, disfrutes cuando tienes un libro en la
mano, cuando te enfrentas a la página en blanco o de que la humanidad crezca y no se quede estancada con lo que le quieran contar. Al final, la historia se debe
escribir y yo cuido de que así sea.
Nani.
Octubre 2020