viernes, 17 de mayo de 2024

DOMINGO EN EL PARQUE

 



La fotografía es de Garry Winogrand

 

De pequeña mis padres nos llevaban al parque en el centro de la ciudad, donde los domingos acudían muchas personas de la zona y alrededores. Había un templete en el que la banda de música dirigida por un señor robusto y ya rozando la edad de jubilación o quizá pasándola, dirigía a los músicos y ofrecían un delicioso concierto, compuesto por piezas de Mozart, Beethoven o Ravel para comenzar, mientras el personal se arremolinaba alrededor y se colmaba de espectadores que lo que disfrutaban de verdad, eran las partes musicales de las zarzuelas Agua, azucarillos y aguardiente, La Verbena de la Paloma o La Rosa del Azafrán por nombrar algunas de ellas, siéndoles mucho más familiares.

Por entonces aún era muy pequeña y junto a mis amigas y cogidas de la mano, dábamos vueltas saltando al ritmo de las melodías, por todo el rededor de la glorieta donde como por arte de magia, disfrutábamos de la armonía los más pequeños. Los padres de pie y con una sonrisa, nos vigilaban mientras con voz inaudible, cantaban las letras de todas las piezas que tan familiares resultaban a la gran mayoría y que alguna vez que otra, rompía dicho placer el más travieso del pueblo reventando algún que otro petardo a los pies de la concurrencia.

Las jovencitas siempre más apartadas y en los bancos de madera o piedra, se apiñaban para comentar los vestidos de las chicas más modernas que lucían vestidos adquiridos en el Corte Inglés o Galerías Preciados y que a las chicas más humildes, sus madres copiaban y confeccionaban durante la semana en la salita de casa, para lucirlos al domingo siguiente. Otra cosa que se hacía en aquellos bancos, era hablar de lo guapas o menos agraciadas que iban algunas chicas y lo atractivos que eran los jóvenes que más apartados, fumaban sus primeros pitillos en lugares donde no fueran vistos y reprendidos por sus mayores.

En aquellos bancos, la mayoría se ponía al tanto de todo lo que iba y volvía, las tendencias que llegaban y fue una de las más cotizadas salas de estar y donde se instituyó sin duda la tan cotizada prensa amarilla, rosa o quizá la apertura y salida de detrás del visillo de la ventana, de la diversidad de cotillas que suele haber en todos partes y que sin querer o queriendo, todos llevamos dentro.

 

Nani, mayo 2024

12 comentarios:

  1. Nani, has retratado de maravilla las salidas familiares de los días de fiesta en los pueblos y ciudades...El ambiente, los temas, curiosidades y ese fondo de la banda de música en la plaza...Me hiciste recordar muchas cosas, amiga...El tiempo sigue presente, porque el sentimiento es eterno, Nani.
    Mi abrazo entrañable y admirado. Feliz fin de semana.

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  2. Qué bonito relatas, Nani... Me has trasladado totalmente a la escena, a aquella época... Y magnífica fotografía.
    Besicos mil

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  3. 👏👏👏👏👏

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  4. Has hecho un retrato a la perfección de la sociedad de hace años, hoy seguimos siendo cotillas, pero de otra manera jajajá, es algo innato en el ser humano.
    Muy bonito, un besote, feliz finde.

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  5. Qué tiempos, un retrato fiel de un pasado, que por suerte es pasado.
    Besos.

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  6. Me has hecho recordar a gente que hacía tiempo que no venían a mi memoria.
    Hoy se cotillea igual o más pero por redes sociales.
    Besos.

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  7. Así era.
    Cómo ha cambiado todo. Menos el cotilleo. Sonrío.

    Besos, Nani.

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  8. Me ha gustado mucho, me ha situado en el paseo de Alcalá, he disfrutado
    Gracias

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  9. La tecnología ha aportado un montón de cosas buenas pero ha dañado enormemente la interacción de las personas. Que buenos tiempos aquellos en que la gente se sentaba a platicar frente a frente, en persona.
    Un beso Nani.

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  10. Me gusta esa mirada atrás que reflejas en tu relato, y que en cierto modo, todos los que ya vamos sumando años, nos vemos reflejados.
    A veces echamos de menos los tiempos pasados y esa magia que parecían tener.
    Buen relato, Nani. Un abrazo.

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  11. Qué tiempos aquellos. Y ni te cuento estos... Para ser tan bien retratados.
    Abrazo agradecido, Nani.

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  12. Nani, qué bien has recogido esos momentos de profunda curiosidad ante lo que la vida reflejaba a nuestro paso por ella, las vivencias, las palabras, las emociones y curiosidades... Tiempos de gran intensidad, de familiaridad y concordia con amigos y geneste. Apareció la bella melancolía...
    Un fuerte abrazo, que estés bien.

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