Me apetece mucho, muchísimo ver una película pero no puedo salir. En casa todo está mangas por hombro a pesar de ser fin de semana. Es como la anterior y la anterior de la anterior. No podré escaparme a un centro comercial para ver aunque sea la cartelera. Para colmo de males el coche lo tengo averiado y aunque terminara a una hora un poco intempestiva, no podré darme una escapada. No me queda otra que mirar en el estante de los vídeos a ver si hay algo más que “La muerte tenía un precio” y con “La muerte en los talones” o similares que son las que le gustan a mi consorte. Puede que encuentre algo que no tenga tantos tiros aunque la haya visto veinte mil veces y sea un pastelón como dicen mis hijos, pero necesito tener unos minutos la mente en otra cosa que no sea el trabajo, los agobios, el futbol y la política, este mundo está un poco loco y como siga en este mismo punto de mira, me voy a contagiar.
Nani. Mayo 2011.