Imagen extraída de la red
Salió, sigilosa, a
estirar las piernas y
se encaminó al lugar secreto. Como siempre allí encuentra entre las piedras
milenarias, a la nativa añeja que sale, la saluda y desaparece. Después vuelve
y comienza la jornada sabiendo que tiene un día por vivir, un futuro que
aprovechar y todo el aire para respirar. No necesita las estadísticas de los
futuros gobernantes, ella se debe regir a sí misma y así su entorno funcionará. Ha aprendido que primero es ella y los suyos, después sus vecinos y así se irá
extendiendo el buen vivir. Ellos solo quieren popularidad, las personas no
importan.
BORREGADAS PARA ELLOS
Salió, sigilosa, a
estirar las piernas. Su
objetivo era que no se advirtiera su ausencia y cuando ya estuvo a una
distancia prudente, no solo estiró sus apéndices inferiores, sino que dio un
gran salto, se introdujo en el agua cristalina del rio y nadó hasta estar del
todo relajada y dispuesta a comerse el mundo. No admitiría que le dijeran una
sola vez más, donde se zambullía, que comía o por donde encaminaba su vida.
ESTIRAMIENTOS
Salió, sigilosa, a
estirar las piernas los
brazos, la piel de la cara y todo su cuerpo. Por eso cogió la nieve blanca y la
restregó por su rostro, hizo la croqueta ladera abajo y más tarde, saltó tanto
que quedó extenuada, dolorida y cansada, pero llena de vida y energía.
Nani.
Junio 2015