Le agradezco con otra
sonrisa su mentira piadosa,
es un excelente galeno pero su buena intención un poco forzada. Cuando me quede
a solas con él, le diré que no es necesario. Sé qué invade mis venas y no es lo
que la Faraona española proclamaba. Es una puñetera anomalía que no tiene ni medicina
ni vacuna y que me anuncia a toda prisa, que la vida se diluye y que no hay
tiempo que perder si quiero cumplir mi sueño.
SIN SOLUCIÓN
Le agradezco con otra
sonrisa su mentira piadosa
y hago que le creo. Le pido que vaya a mirar la vitro, porque no recuerdo si la
he apagado. Subo, cojo la maleta que tengo preparada, dejo sobre la mesa la
carta que le escribí y salgo lo más rápido posible.
Nani. Noviembre 2020