Le
daré tiempo, tiene toda
la vida.
Yo
le esperaré sentada en la vereda.
Soy
muy paciente, aunque no les guste a ellos.
Al
final, caminamos de la mano.
Nani.
Febrero 2023
Le
daré tiempo, tiene toda
la vida.
Yo
le esperaré sentada en la vereda.
Soy
muy paciente, aunque no les guste a ellos.
Al
final, caminamos de la mano.
Nani.
Febrero 2023
El
collage es de Roxana Amalia @amalia_collage
El
día que abrí el cajón superior de la cómoda de mis abuelos, encontré unos
guantes negros, largos y de satén, que me dijeron pertenecieron a Rita Hayworth
en la película “Gilda”. También había algunas pelucas de mi tía Genoveva, cogí
una que tenía un aspecto llamativo que me hizo recordar a la actriz. Me la
coloqué, junto por supuesto con los flamantes guantes y un vestido negro muy
bonito que había en el armario, allá que me presenté toda acicalada y envuelta
en tan relucientes prendas.
Bajando
las escaleras emulando a la gran actriz, mi abuelo comenzó a restregarse los
ojos y a llamar a la abuela todo desenfrenando y gritando que de nuevo el
fantasma se apoderaba de las escaleras.
En
un principio, me dio un poco de pena y pensé desandar el tramo de escaleras para
quitarme el disfraz, pero podía más la abducción que me produjo suplantar a una
grande del cine.
La
abuela salió de la cocina, limpiándose las manos en el delantal y al mismo
tiempo santiguándose como una posesa, musitando:
─
¡Válgame el cielo que nos debe proteger, esto es castigo de la providencia!
Como
no salía de mi asombro, dejé que se calmaran un poco y les dije que tan solo
era su nieta Ana y que había cogido prestados esos atuendos que me cubrían, que
no temieran, ya que ni era un fantasma, ni nadie venido del más allá.
Para
convencerles debí quitarme la peluca y noté que algo más tranquilos se quedaban.
Pero como les noté muy inquietos, les pedí que me contaran la historia de esos
atuendos y fantasma del que hablaban, porque percibí que había una gran
historia detrás de ellos y pensaba que conseguiría que se desahogaran al contar
lo que tanto les inquietaba.
Fue
la abuela la que me cogió de la mano y me llevo al salón, mientras se quitaba
el delantal. Hurgó en uno de los cajones del aparador y extrajo un viejo álbum de
fotos. Buscó la página que le interesaba y me mostró una foto. Con razón se había
asustado, cuando bajaba por las escaleras. Se trataba de la tía Paola, fallecida
cuando tenía poco más de los veinte años. Llevaba el mismo vestido y guantes
que me había puesto y el pelo que en cascada le caía por los hombros, eran muy
parecidos a la peluca que había escogido. Luego me dijo la abuela:
─Tu tía se fue demasiado pronto, después de aquel accidente de moto, cuando iba con su novio a la fiesta del pueblo. Más tarde la veíamos por todos sitios, sobre todo tu abuelo, que decía se había convertido en un fantasma, para no dejarnos del todo solos. Nunca le creí del todo y hoy cuando has bajado por las escaleras, creí que verdaderamente estaba en lo cierto. Tu abuelo hace unos años comenzó a tener una pequeña demencia que le hace decir y hacer cosas que a veces sacan de quicio a los que nos acompañan, pero que no van más lejos. Hoy doy gracias a que te hayas disfrazado. Te pareces mucho a ella. Así he comprobado que no hay fantasmas y que tú, eres quién eres y tienes todo el derecho a disfrazarte, gozar de lo que en esta casa hay y de hacernos partícipes de tu bonita presencia. Lo demás, es solo producto del tiempo que pasa y las carencias que vamos teniendo.
Nani. Febrero 2023
LAS
PALABRAS DE MIGUEL ÁNGEL SOLÁ
Las
palabras del actor Miguel Ángel Solá son las siguientes:
Azul,
blanco, verde, luz y pecho.
El
día que llegaste,
te
descubrí azul cielo.
Te
ofreciste blanco e inocente,
con
manitas regordetas,
y
te cubrí de verde agua,
para
que no fueras rosa, ni añil,
¡no
me gustan los estereotipos!
La
luz, la llevabas incrustada
en
el brillo de tus ojos.
Entonces, el pecho me estallaba
cuando
con esas miradas me acariciabas.
Nani.
Febrero 2023
Siempre
hay alguna cosa que hacer a no ser que mires para otro lado.
Ahora
entiendo a mamá cuando estaba triste porque decía que no podía con todo y le
apetecía asomar la nariz al sol.
Yo
estoy sola y no tengo que recoger ropa, no tengo que cocinar para varios, ni
tengo que planchar camisas de hombres.
Estar
en casa, supone sacrificar un aperitivo con los compañeros, dedicar el tiempo
personal a otros, siendo siempre ella la última para arreglarse, sentarse a la
mesa o tener tiempo de "tener tiempo" para ver una película desde el
principio, tomar un vermut con serenidad o cuando todos se sientan a
disfrutarlo, hacer lo mismo. O simplemente, poner los pies en alto y descansar sin
sobresaltos…
Así
enumeraría un largo etcétera.
Sí,
ahora entiendo a mamá cuando decía que necesitaba asomar la nariz al sol,
pasear a la luz de la luna o irse a la quinta puñeta (así lo solía decir), sola
y con tranquilidad para reflexionar.
¡Ahora
te entiendo mamá!
#Historiasdemujeres.
Nani.
Febrero 2023
El último día me pareció más largo que ninguno y
después de aquella
experiencia, todo cambió.
Habíamos
decidido pasar el puente en el balneario de aguas termales de la provincia.
En
el hotelito nos asignaron una habitación coqueta, no muy grande pero suficiente
para pasar cuatro días.
Al
llegar nos enseñaron los distintos baños, pero optamos por la piscina al aire
libre. Cuando nos quedamos a solas, comentamos que a ambos nos resultó un poco
siniestros y poco luminosos, los baños del interior y algo nos producía
inquietud. Luego, cuando recorríamos los pasillos, escuchamos como lamentos
poco gratos. Al bajar al comedor para el desayuno del segundo día y viendo que
tardaba mucho el ascensor, optamos por las escaleras. Mi chica en el rellano se
apretujó contra mi pecho temblando de pánico por lo que cancelamos la estancia
que nos costó anular.
Había
algo que parecía interponerse entre nuestros deseos y los de la gerencia del
recinto.
Cuando
subimos a terminar de recoger, muchas de nuestras pertenencias habían
desaparecido y empezamos a percibir un olor nauseabundo.
Nos
miramos y agarrados de la mano, cogimos lo que a nuestro alcance estaba,
cerramos macutos y salimos de allí como alma que lleva el diablo.
Nani.
Febrero 2023
LAS
PALABRAS DE JOSE LUIS PARDO CAEIRO
Las
palabras de José Luis Pardo Caeiro son las siguientes:
Noche,
eternidad, camino, estrellas y fantasma.
Aquella noche se escuchó un ruido seco. Bajo mis pies todo estaba en movimiento y comenzó una eternidad agobiante. Todo se volvió oscuridad, polvo en mis fosas nasales, angustia, peso y creo que el sentido lo perdí por un momento, horas o quién sabe si días. No podía moverme. Solo recuerdo un camino interminable. Un cielo cargado de estrellas que me aprisionaba y un fantasma que me susurraba al oído, lo tuyo ha terminado.
No
sabía del todo si estaba o no, pero de pronto alguien apretó mi mano y una voz
gritaba: ¡Aquí hay vida!
(A
esos valientes que están salvado vidas en Turquía y Siria).
Las
palabras de Pilar Otero son las siguientes:
Gestión,
profesión, unanimidad, saber y hacer.
SATISFACCIÓN
La
gestión que hizo aquel día, le alegró la vida. Con aquellas decisiones
además de escoger una profesión, eligió la alegría de vivir.
En
casa por unanimidad le aplaudieron, pero lo que le causó más ilusión,
fue cuando hizo balance de su vida, al saber que había acertado. Al
principio no las tuvo todas consigo. Hacer y ejecutar, no siempre es lo más
certero, por eso nunca quiso ponerse nota.
Ahora,
ya jubilado y con tiempo, pudo comprobar el saldo y una sonrisa se le dibujó en
los labios.
Nani.
Febrero 2023
Me está
encantando clavarle agujas a este muñeco,
es la única manera que tengo de fijarle
la ropa, así que no tengo otra alternativa. La cinta trasparente no pega, ni se
fija sobre la nieve y mi hijo se ha empeñado en que debo hacerle ropita. Dice
que así se le quitará el frío.
Me está encantando clavarle agujas a
este muñeco. Ya me cansa que salga del armario todas
las noches y me diga que debo terminar con todo. Para ello, tengo que acribillarlo
en todos los sentidos.
Me
temo que, de ser verdadero el conjuro, acabará ese mal nacido como el colador
de la leche que usaba la abuela.
Necesito dormir en paz y no tenerle sobre mi cama día sí y otro también, con
esa sonrisa tenebrosa y sangre en la comisura de los labios.
IMAGINACIÓN
Me
está encantando clavarle agujas a este muñeco. Al final está quedando hasta simpático, y mi hijo va a
tener un peluche fabricado por su mami.
La
voz se la pondrá él, con esa imaginación desmesurada.
A
ver si así, deja de lado a ese amigo imaginario que da tanto pánico.
PERFECCIÓN
Me
está encantando clavarle agujas a este muñeco de peluche. La ropita que le he
fabricado queda mejor cosida.
Lo
que no me gusta tanto, es que cuando lo dejo sobre la canastilla de la costura,
parece que habla de manera siniestra y me empieza a dar repelús. Pareciera que
tuviera vida de lo perfecto que está quedando.
¡No sé si terminarlo o echarlo dentro de la hoguera!