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No
son tan amables como yo,
¡falsa actitud la mía!
Me
educaron para ceder el paso, abrir las puertas y dejar pasar a los mayores,
ofrecer el asiento en el autobús y sonreír a los niños.
Pero
no me enseñaron a compartir como ellos, abrazar y ofrecer sinceramente.
Cuando
los conocí, entendí que a veces presumimos de cultos y no observamos la doble
moral y la apariencia que cultivamos.
La
nobleza de alma no sabía qué era, ni tampoco que la apariencia nos engaña.
LO QUE NO SE VE, NO EXISTE
No
son tan amables como yo,
─decía mi primo.
─La
amabilidad no supone que hagas creer, lo que no sientes.
─Hay
personas que parecen rudas, pero tienen un corazón que no les cabe en el pecho,
solo que no lo gritan a los cuatro vientos, ni esperan recompensa.
─La
verdadera amabilidad es la que no hace ruido, ni sale en la prensa amarilla.
─Ser
amable, no es ser hipócrita.
LADRONES
DE GUANTE BLANCO
No
son tan amables como yo creía.
Al
principio todo transcurrió como una balsa de aceite. Fuimos asistidos con mucho
cariño, nos hicieron la cama y cuando ya nos tenían en sus redes, nos exigieron
el número de cuenta.
Ahí
fue cuando reaccionamos. Escapábamos de la tela de araña que nos habían
tendido, o nos comerían comenzando por la cabeza como hace la mantis religiosa.
Nani. Mayo 2023