domingo, 7 de julio de 2024

IMPOTENCIA

 


Imagen subida de la red


Cocinaba excelentemente, pero últimamente decía que estaba cansada de hacer los mismos platos y que le apenaba no conocer las distintas gastronomías de otros lugares.

Ella que escuchaba aquellas quejas, decidió romper su hucha y fue a la librería de Merce. La niña quería llevarle a su madre el mejor libro de cocina que la librera tuviera en sus estanterías. Había obtenido 17,75 euros, era el total de sus ahorros. La librera le ofreció uno que supera dicho importe. La niña se merecía eso y más.

Cuando mamá retiró el lazo, abrazó a su pequeña llorando hasta el infinito y mucho más. Su llanto no fue solo de emoción. Los contenidos de los libros le parecieron siempre, hormigas disfrazadas.


Nani, julio 2024


jueves, 4 de julio de 2024

¿CUÁL VERDAD?

 


Y mucha, muchísima mala hostia la que mostró y quise ignorar.

Caminaba despacio intentando dejar mi ira por el camino, no había sido el que causó el incidente y se me culpaba.

Solo crucé la calzada y por el paso de peatones, pero el coche se me vino encima y si no soy empujado por una mano buena, hoy ni estaría teniendo estos pensamientos. Está claro que el punto de vista siempre es distinto, pero infinidad de veces no es el verdadero, sino el que a unos les interesa. Los escrúpulos no todos son iguales, ni se nos juzga con el mismo rasero.

 

Nani, julio 2024

sábado, 29 de junio de 2024

NOS MIRAN

 



Fotografía de Akiomi Kuroda

Al caminar por la ciudad, pasear con mis amigos o ir simplemente cuando voy a la compra y miro hacía las nubes o el azul cielo, me pregunto si nos estarán observando o concretamente, me observarán algunos entes que haya ahí en ese espacio tan deseado y desconocido para nosotros los humanos. Ese espacio que las naciones se disputan y que una infinidad de congéneres desearían habitar, adquirir o conquistar como si volviéramos a la época de la ocupación de continentes.

Me pregunto en determinados momentos que si fuera de esta manera, lo mismo volveríamos a cometer los errores que ya en otros tiempos se llevaron a cabo, pero también me surge la duda de que podía ocurrir lo contrario, que por supuesto podía ser posible y fuéramos nosotros los observados y cayéramos en manos y deseos de esos conquistadores (si aún no les pertenecemos y somos tan ignorantes que ni lo planteamos creyéndonos dueños de nuestros actos), ¿cómo reaccionaríamos? ¿Y si somos fruto de una abducción ocurrida en los confines de tiempos pasados? ¿Y si somos un experimento de otras entidades superiores o algo similar?

Tras estos pensamientos y como no tengo respuestas, prefiero ir a comprarme unos helados por si el placer que me proporciona el dulce manjar, no es duradero o en fechas próximas me es vetado, al menos habré logrado un gustazo momentáneo, que lo mismo tampoco es real, en fin, que me voy con la música a otra parte y dejo de decir más ocurrencias que mi imaginación a veces, lleva y trae a su antojo.

Aunque, de todas maneras, nada me quita la idea de que somos el reflejo de nuestra propia sombra o la que se nos deja reflejar en el asfalto.


Nani, junio 2024

 

miércoles, 26 de junio de 2024

NI DE AQUÍ, NI DE ALLÍ

 



Magistral obra de Banksy, GAZA


Fui reportero de guerra, emigré a miles de sitios y desde que me ocurrió lo que voy a narrar, ya no pertenezco a ningún lugar.

Cuando revelé el carrete de mi vieja Réflex me quedé impresionado. Nunca hubiera imaginado que en aquel columpio por el que pasaba todos los días del trabajo a casa y viceversa, solitario y ya oxidado, iban a quedar las huellas de aquellos niños que ocuparon sus asientos y que un día fueron felices, asidos a las cadenas e intentaban subir hasta el cielo.

Las guerras y los conflictos a los que acudí me marcaron. Las desapariciones tras los bombardeos me dejaron tocado, aun sabiendo que era mi trabajo, pero nunca tanto como al comprobar que en una de las fotos que hice un día, ya hace mucho tiempo y tenía olvidadas entre mis cachivaches, quedaron esas pequeñas sombras infantiles aferradas a sus asientos, intentando prolongar sus juegos, sus ilusiones y sus esperanzas, todas ellas frustradas y enredadas en ese columpio, pendientes de algo que creo no hemos sabido gestionar los seres humanos, esperando les demos un descanso. Desde entonces, no pertenezco a esta vida ni a ninguna que pueda imaginar, me quedé atrapado con ellos.

 

Nani, junio 2024

sábado, 22 de junio de 2024

CAPRICORNIO Y ONCE MÁS

 


Resulta que desde que terminé mis estudios y entré a trabajar en el periódico como becario, me dijeron que mi misión sería escribir la sección del horóscopo semanal y que, si conseguía que fuera amena la página, pasaría a hacerla diariamente.

No tenía ni idea de cómo hacerlo y me agobié en un principio, pero una compañera de redacción me dijo que no me preocupara, que tan solo debía aplicar la imaginación y ser más positivo que negativo, que eso a los asiduos a esa sección, les ponía las pilas y al periódico le interesaba ya que subían las ventas. A veces, muchas de las personas que adquieren el periódico o una gran mayoría, lo hacen para leer el horóscopo, hacer los jeroglíficos y pasatiempos, leer las esquelas y la sección de futbol (de ahí que comiencen su lectura por la última página), por ello os encargan a los becarios esos menesteres ─me seguía diciendo─, entráis con ilusión y la imaginación a flor de piel y de ello se aprovechan los jefes. Date una vuelta por los archivos y te haces una idea, además, hay libros en la biblioteca de redacción que lo mismo sirven para corregir ortografía como aclarar dudas y uno de esos libros, es el que informa a los novatos de como hacer el horóscopo, así que mano a la obra que verás como asciendes si te lo curras.

 

Nani. Junio 2024

miércoles, 19 de junio de 2024

SIN TIEMPO

 


¡Y dale a enviar ya!, ─apremió el funcionario que comunicaba las últimas informaciones en el corredor de la muerte.

─ No tenemos tiempo para demorarnos. Hemos recibido del supremo la anulación de la ejecución que tendrá lugar dentro de veinte minutos, si no lo impedimos. Su abogado ha podido demostrar esta misma tarde, que no es el culpable de la acusación por la que se le juzgó sin pruebas. La trama la urdió un individuo para ocultar que un allegado era el artífice que los implicaba, e hizo que recayera sobre el reo que está preparado e incluso, cumplido su último deseo.

 

Nani, junio 2023

domingo, 16 de junio de 2024

MIRADAS

 


Lo que hace que escribamos es en parte nuestra mirada sobre los hechos y las cosas, vemos más allá de donde se posan nuestros ojos, como decía el escritor Antonio Tocornal hace unos días «La literatura nace, estoy convencido, de una perversión de la mirada».

Hoy quiero confrontaros con vuestra propia mirada, con este autorretrato —precisamente— de Luka Khabelashvili. Miraos hacia dentro y decidme, pervirtiendo la mirada, ¿qué veis?

Solía ser de los mirones del pueblo. Lo aprendí de mis tías que fiscalizaban a todos los vecinos tras los visillos, mis abuelos y también mis padres. La verdad es que éramos bastante cotillas y poníamos de vuelta y media a todos los que pasaban por delante de nuestras casas. Cuando fui mayor y me tocó a mí ser el criticado, entendí que aquello que hacíamos era muy feo y poco humano, a mí me dolió como si me hubieran rasgado el pecho con un cuchillo. Nunca pensé en el daño que podíamos hacer con la lengua, la mirada o simplemente con el pensamiento, por ello y tras reflexionar, lo expuse a la familia. Algunos lo entendieron, otros pensaron que eso era lo que se hizo siempre, y que no se hacía mal alguno. Ni se lastimaba a la persona, ni se robaba, ni se hacía nada del otro mundo, eran palabras y solo palabras que posiblemente se la llevaba el viento, me dijeron. Pero no, no se las llevaba el viento y sí que se lastimaba el alma de quien en ese momento tocaba. Y sí se robaba su paz, su reputación y todo lo que se pudiera antojar a la persona que decía cosas que no eran o no sabíamos la razón o el porqué de la actuación de los otros. ¡Qué triste que no lo pensé hasta que no me tocó en mi propia carne!

Desde entonces, soy yo el que me miro por dentro y he encontrado un estercolero, que me va a costar limpiar, pero que con empeño sé que lo conseguiré. Y, sobre todo, he aprendido a no decir nada de otra persona, porque lo que hacemos es como un búmeran, se nos vuelve siempre en nuestra contra y nos da de lleno en la cara.

 

Nani, junio 2024