Imagen,
portada disco Led Zeppelin «The houses of the Holy».
Al
preguntarles que hacían en un terreno tan agreste y de dónde venían, me
contestaron que llegaron en un vehículo espacial procedente de un planeta muy
lejano. Que llevaban algunos lustros dentro de la nave y que les dijeron que eran
dulces angelitos, que en donde fueran depositados, alegrarían e ilustrarían a
los habitantes con los que convivieran.
Más tarde, demostraron que angelitos, ¡nada de nada! Eran inquietantemente nerviosos y alborotadores. Todo lo que tocaban lo derretían y si era algún comestible, al que lo consumía le producía una colitis espantosa, vómitos incesantes y salpullidos picajosos e irritantes. Además, no dejaban títere con cabeza, ni persona estable que no se desquiciara, `por ello y por decreto nacional, fueron arrestados y metidos en una urna donde se exhiben como piezas de colección, con el deseo de que sean reclamados por sus progenitores y se vayan con viento fresco, ¡Cuánto antes!
Nani.
Febrero 2023
Como engañan esos angelitos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Genial... e ilustrados con la tapa de Zeppelin se disfruta más.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Si es que no te puedes fiar ni de los angelitos...
ResponderEliminarBesos.
Ay, ese disco de Led Zeppelin, qué recuerdos :)
ResponderEliminarMe temo que esos dulces angelitos no serán reclamados. Y me da que algunos se escaparon.
Besos, Nani.
Uf, vaya por delante que genial el disco .
ResponderEliminarMe parece a mí que eso suele ocurrir a veces la inocencia no es tal como nos la pintan de esos diminutos seres que aparentemente con cara de angelitos las matan callando.
Un besote , feliz sábado.
Buena creatividad, Nani...Según está el mundo, pienso como Verónica, deben haberse escapado unos pocos y sus diabluras están moviendo los hilos de pandemias, guerras y desastres...Algo raro hay por ahí, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y feliz finde, Nani.
Vaya vaya con esos angelitos. Las apariencias engañan.
ResponderEliminarMuy bueno e inquietante.
👏👏👏👏👏
Estamos escasos de ángeles y, a veces, ni siquiera los que tienen aspecto de ello lo son. Las apariencias engañan. Muy simpático tu relato, Nani.
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