lunes, 7 de mayo de 2018

NI UNOS, NI OTROS


Deberías ver las rozaduras de mis talones cuando estrenaba zapatos, pero eran peores cuando corría campo través perseguida por aquellos perros malditos y sus amos locos de rabia. Querían que les dijera dónde los había escondido, pero ni por todas las gominolas del mundo hubiera delatado a mis compañeros. Ellos no habían robado los caramelos y yo sabía quién se los había llevado.


ERAN DE CASA
Deberías ver las rozaduras de mis talones pero estas se curan, los roces que tuve con padre esos no se fueron por mucho que lo deseé, ni se curaron hasta que me fui de casa y pasó mucho tiempo. Aún siguen escociendo, pero eso es otro tema. Madre siempre miró para otro lado, vosotros jugabais a las canicas y al pincho en la puerta y yo siempre me quedaba para hacer esa tarea que tanto le gustaba a él y a mí me marcó para siempre.


Nani. Abril 2018

miércoles, 2 de mayo de 2018

DESPERTARES

El amanecer apuntaba con un sol espléndido después de tantos días de lluvia. Me apetecía salir a caminar, notar la caricia de los rayos solares y respirar el aroma de las flores que ya apuntan en los árboles frutales, percibir la suave brisa mañanera y sentirme acompañada por el dulce revoloteo de las primeras mariposas, admirad sus múltiples colores y disfrutar las madrugadoras melodías de los pajarillos saludando al nuevo día.
Sin apenas darme cuenta atravesé el corazón de mi ciudad. Mis pasos se encaminaron hasta “La Ciudad de la Luna”. Una vez allí, mis ojos se quedaron clavados en el paisaje que tenía al frente espléndido como no podía ser menos. El panorama era más hermoso si cabe, ya que después de unos meses cargados de lluvia, nieve y nieblas; todo brillaba y resplandecía. El castillo que preside mi pueblo, brilla al frente y luce a esas horas mañaneras, con todo su esplendor y belleza, esa misma que llena de alegría a todo habitante cuando regresa sobre todo de un largo viaje y le vislumbra a los lejos. Los primeros rayos de sol, le dan un brillo dorado que parece hecho de oro y vida.  

Nani. Mayo 2018



martes, 24 de abril de 2018

DÉJATE CRECER

No seas impaciente, todo en la vida lleva su tiempo. Los seres maduran según su especie y tú no vas a ser menos. ¿De qué sirve que me adelante el vecino cuando salimos al mismo tiempo, si dos segundos después tenemos que hacer un stop o parar en el semáforo? Ninguna ventaja ha obtenido y sí, algún susto al pasar rozando. Consiguió un rasponazo y una multa por superar la velocidad. Por eso te pido que dejes crecer la capsula y que florezca tu interior, el resultado se verá cuando llegue la pubertad y el equilibrio.

REMENDANDO

No seas impaciente, la fierecilla que llevas dentro te pierde y a veces hay que tener calma para no tropezar en la misma linde. Los abuelos dicen que es mejor observar, callar y luego que todo vuelva al lugar que corresponde. La vida nos pone a todos en nuestro sitio, pero creo que ese sitio lo tienes que buscar con cordura porque de lo contrario, acabas descalabrado y necesitas suturas que no siempre sanan.


Nani. Abril 2018

viernes, 20 de abril de 2018

PIEDAD



Se arrodilló pidiendo clemencia. No sabía si se lo pedía a los cielos, a la vida si es que quedaba en algún sitio, a los gobiernos, políticos, o al Dios de cada uno. Ya no le quedaba esperanza, ni familia, ni amigos, ni fuerzas para enterrar a tanta gente, tantos niños que algún día jugaron en esas calles con pelotas hechas con telas viejas o aquella que dejaron olvidada unos chicos cuando hubo vida. Tanta existencia inocente que solo querían seguir el curso normal del ser humano.
Ahora solo quería llorar y la desesperación no le dejaba ya ni eso. No tenía fuerzas y solo le apetecía acurrucarse con los que a su lado estaban y fueron vidas, familia o conocidos. Ya solo quería ser uno como ellos y dejarse llevar.


Nani. Abril 2018

miércoles, 18 de abril de 2018

EDUVIGIS, LA ABUELA



Siempre me llamó la atención aquel oleo pintado por mi tatarabuela Eduvigis. Ese bosque tan excelentemente reflejado en el lienzo me fascinaba, además de las historias contadas por mi padre y la abuela. Supe por ellos de su personalidad y actitudes para las artes plásticas. Me hubiera encantado conocerla, aunque creo que sé de ella y la percibo, por eso en este preciso momento traspaso el cuadro (seguro que con su ayuda), y me encuentro al otro lado, al principio en pensamiento y más tarde físicamente. Ha sido una experiencia un poco surrealista y si no hubiera sido porque me acabo de pellizcar, creería que estaba de nuevo en uno de los sueños que me despertaban empapado en sudor en las madrugadas febriles que a veces me acompañan. Me veo aquí y allí, como distorsionado o partido, cosa que me ha producido un poco de aprensión, ya que mis piernas están al norte y mi tronco y cabeza en dirección sur. Un poco extraño todo y a la vez, emocionante y atractivo. Unos segundos después ha llegado ella. Ha recogido mis trozos, los ha unido con sumo cariño, me ha abrazado y presiento que ha comenzado una nueva historia.

Nani. Abril 2018


lunes, 16 de abril de 2018

CIUDADANO DE PRIMERA

Era nuestro sueño, nuestra vida al salir de casa por vez primera y subir a aquel destartalado autobús con grietas en el techo, que cuando llovía había que abrir el paraguas para no llegar empapados al instituto.
Entrábamos a unas clases heladas, pero con el calor humano que suplía todo. Nos enseñaron sobre todo a conocer lo necesario, para luego seguir una carrera si tenías beca o bien, aprender un oficio, buscar esa quimera. Entendimos que afuera estaba la vida.
Habiendo cumplido con mi deber siempre, hoy me jubilo y me siento estafado, me cuentan que mi vejez es incierta.


Nani. Abril 2018

lunes, 9 de abril de 2018

Y EN MEDIO, UN ABISMO


Nos enviaban de una patada a las duras calles cuando nos quitaron las viviendas. Se acabaron las cenas en la cocina y los desayunos del domingo. Los miserables sueldos que obtuvimos no daban ni para el recibo de las eléctricas. Se nos dijo que era más importante rescatar entidades, bancos y no sé qué más cosas.
Nosotros no pudimos rescatar a los nuestros del abismo y hoy estoy solo, en el acantilado mirando cómo me llaman las olas.


Nani. Abril 2018