ME LLAMAN BUHONERA Y
TAMBIÉN, BRUJA
Vendo
margaritas amarillas, blancas, rojas, burdeos, azueles y de todos los colores
que me pidas. Si crees que no existen, es porque no has estado en una floristería,
son bastante normales y te pongo este detalle como ejemplo. Prueba a hacerme un
pedido y verás cómo te las consigo, así como te puedo buscar un remedio para la
jaqueca, un ungüento para poner remedio a las verrugas, manchas en la piel o
durezas en los talones; es otro ejemplo. Aunque con lo que verdaderamente
disfruto, es con los recursos para el mal de amores, ya que ahí influyen mucho
el sentimiento de dos o más seres, la posición de los astros y sobre todo, la
buena disposición de los implicados. Aunque pensándolo bien, le puedes
preguntar a madame Seraffine, ella puede contar el resultado que obtuvo con los
masajes de manos que le aconsejé de parte del más fiel de mis mancebos. Tengo
entendido que le proporcionó tan efectivos masajes en la sauna de su casa, mezclando
con burbujas de la fruta de la pasión fabricadas expresamente para ella, que
ya no saben vivir la una sin el otro, asegurándose la felicidad para ambos. Perdí
un buen trabajador, pero a cambio gané reputación y hoy vienen muchas personas
a que les cure ese mal. No he conseguido mancebos tan eficaces como aquel, ni
ungüentos o remedios parecidos y es que la flauta toca por casualidad solo una
vez en la vida. También creo que en
muchos de estos casos, existe más bien la coherencia que la casualidad y lo que
mi persona aporta, es el empujón si se le puede llamar de alguna manera, pero
de todas formas, estoy contenta con los resultados que obtengo en mi humilde
negocio; normalmente todas las personas que pasan por esta vuestra casa, salen
relajados, las tensiones (de todo tipo) destensadas y sobre todo, con una
sonrisa. Es verdad que ahora no se ven mucho, pero las miradas hablan por sí
solas, así como, las reservas para volver en fechas posteriores. También da muy
buen resultado, la susodicha frase, “boca-oreja” y eso es algo que agradezco
más que nada, ya que no hay mejor propaganda. Las palabras fluyen y eso ya es
importante en una: Buhonera, meiga, recovera o como lo que realmente creo que
soy; un poco cuentista en la mejor de las afecciones. En fin, juzgad por
vosotros mismos…
Nani.
Diciembre 2020