lunes, 1 de febrero de 2021

TRAVESURA

 

Las Cinco Palabras de Mar Olayo para los Escritores Solidarios de Cinco Palabras son:

Libros, huir, chabola, universidad y pupitres.


En casa había una biblioteca cargada de libros. De pequeña siempre me enfadaba si no encontraba el que yo buscaba. Un día quise huir a otro lugar, encontrar otro sitio que tuviera lo que deseaba. Por el camino encontré la vieja chabola de los gitanos, me metí allí y me quedé dormida. Papá cuando descubrió que me había escapado, me buscó. Al final allí me encontró. Mientras volvíamos de la mano, me dijo que todo lo podría encontrar si me preparaba. Le prometí terminar mis estudios, ir a la universidad, no escaparme e incluso, gastar los pupitres apoyando los codos.

 

Nani. Febrero 2021

domingo, 31 de enero de 2021

SOLEDAD Y OLVIDO VAN DE LA MANO


Relato incluido en la Revista Valencia Escribe, nº 7








 










Nani. Febrero 2021



viernes, 29 de enero de 2021

NO TODO ES COMO IMAGINAMOS

 


Cuando nos conocimos me cantabas:

«Si tú me dices ven, lo dejo todo

Si tú me dices ven, será todo para ti…».

Pero no fue así, sino que tuve que terminar cantando:

«…Vete

Me has hecho daño, vete

Estás vacío, vete

Lejos de aquí…»

Nunca quise que nuestra vida fuera una banda sonora, sino un mundo compartico, por eso hoy te digo:

«No me quieras tanto, sino quiéreme mejor».

Y como observo que no es posible, te digo ¡Adiós!

 

Nani. Enero 2021

jueves, 28 de enero de 2021

PREFERIBLE

 

No perdono que muerdas la manzana que me regaló padre, para que recordara que somos hijos de Adán y Eva y sus consecuencias.

Aunque pensándolo bien, ¡te la puedes llevar, es un alivio perderla de vista! Ya se me ocurrirá decirle algo a padre, si me pregunta por ella; como por ejemplo: Podré contestarle que estaba llena de gusanos.

Nani. Enero 2021

lunes, 25 de enero de 2021

PUBLICACIONES EN EDITORIAL CURSIVA, juevesconcuento












Publicación en Editorial Cursiva, página nº 21



 Publicado en Editorial Cursiva, página, nº 17


Publicado en Editorial Cursiva, página nº 3

jueves, 21 de enero de 2021

TENÍA MAGIA


 

Me contó que aquel profesor le abrió los ojos al mundo. Había trabajado sin parar desde casi niña y no tenía tiempo de nada, no sabía apenas escribir y le mostró un mundo que casi la vuelve loca. Le habló de poetas, de historia, de las mujeres ocultadas por sus maridos, padres o hermanos; que se apoderaban de lo que ellas escribían o pintaban. Supo de descubridores, químicos y seres especiales. Le contó que la vida no era como se la habían narrado o como le hicieron creer.

Ella le dijo que su afán era buscar y el maestro le contestó que siguiera esa búsqueda, que ese es el objetivo del ser humano.

Le aconsejó que dejara el pluriempleo, que viviera, pero aquello en ese  momento no era posible y mientras tanto, le crecían de manera incontrolable las ganas de saber, de aprender y, le aumentaba la impaciencia, creyendo que no tendría tiempo de acudir a las citas que le ofrecía la vida y el saber. Deseaba conocer los museos, las arquitecturas de las ciudades, las veletas que culminan ciertos edificios y fue tan fuerte su deseo de aprender, de ver y sentir, que como siempre suele pasar, surgió otro acontecimiento que la paró en seco y no tuvo más remedio que tragar saliva, tanta que la ahogaba, tanta que la atragantaba y tuvo que detenerse y recolocar su mente, porque ya se había vuelto loca y no sabía si iba o venía. 

Entonces, volvió a buscar al maestro. Este le dijo que nunca hubiera imaginado que sus conocimientos le causarían tanto efecto, que debería tomarse todo con calma, que el aprendizaje se debe adquirir sin agobio ni frustración, porque de lo contrario se quiere acaparar tanto, que no se asimila bien y hace el efecto contrario, en lugar del resultado esponja, que es el que se debe conseguir. Sería como si se atracara en un banquete. El bufet suele ser delicioso, pero ha sido tal el cúmulo de manjares tragados, que con las mismas, se acaba vomitando todo y solo queda el sabor amargo de lo que pudo haber sido.

La alumna tenía una edad y muchos palos dados. Experiencia en definitiva, para entender todo lo que le decía su adorado maestro, tomándose la vida con calma, como le aconsejó.

Al final, ella terminó estudiando. Le dio tiempo a conocer mundo ¡tampoco necesitó tanto!, porque descubrió su verdadera vocación y con ella; viajó, conoció lugares y sobre todo cultura, esa que tanto deseó siempre. Consiguió hablar algún otro idioma y lo que para ella era mucho más importante; plasmar en unas cuartillas todo lo que en su alma se debatía desde que tenía uso de razón. Gracias a aquel querido maestro, hoy es escritora y con resultados positivos.

Un día me contó, que le agradecía entre muchas cosas a su querido maestro y sobremanera, saber que podía escribir sin apenas faltas de ortografía y, más que nada, le enseñara la manera de conseguir limarlas y corregirlas.

#MiMejorMaestro

 

Nani, enero 2021

TIEMPOS DUROS

 Dígale, agente, que la quise mucho, tanto que por eso la dejé allí. Me temía este mismo acontecimiento y no quería que pasaran por esto, ¡qué sofoco! Pobrecita, ¡tan rosada y delicada! No debí dejarla solita en el arcén, pero venía mi novia y no quería que percibiera que en el confinamiento la echaba de menos, no tenía bastante con la almohada y mis brazos estaban vacíos. No me dio tiempo a desinflarla y guardarla en el altillo del almario. ¡Y mire usted por donde, estaba la poli a la vuelta de la esquina!

 

Nani. Enero 2021