sábado, 12 de septiembre de 2020

LOS HUEVOS DEL GERVASIO





Gervasio el recovero, apodado «Wuevón», no porque sea muy tranquilo como se podría deducir, sino porque acumulaba huevos hasta debajo de la cama y que algunas veces, consiguió empollar a más de uno encontrando al amanecer algunos polluelos, que más tarde se convirtieron en nuevas gallinas ponedoras, algún pollo presumido e incluso en una ocasión, un gallo de esos que anuncian el despertar del día, montan con orgullo a sus gallinas y presume creyéndose el rey del gallinero. Tan rey que cuando llegaba el frío, era el primero que llenaba el puchero y ser el principal ingrediente de la excelente pepitoria del Gervasio y la Carmela. Todo eso lo contaba el Wuevón de cortijo en cortijo, de caserío en caserío y hasta en la taberna del pueblo, donde decían que era un fantasioso, que soñaba más de  la cuenta y un cuentista fabuloso, sin haber hecho un máster en narrativa. Todo ello, para conseguir su habitual clientela y permutas varias, dignas de un buen recovero.

Nani. Septiembre 2020

jueves, 10 de septiembre de 2020

SABER VIVIR




Este año he vuelto a disfrutar retozando entre girasoles. Por momentos he sido la niña que se divertía y jugaba con sus padres entre ramas y hojas. He conseguido traspasar los rayos del sol filtrándose entre las plantas y estos, acariciaban mis mejillas. Si se lo contara a los chicos, dirían que son cosas de otra época y que esos juegos ya no se llevan. ¡No entienden lo inefable que es vivir en un verdadero hogar y lo siento por ellos, aunque aún no es tarde!

Nani. Septiembre 2020

lunes, 7 de septiembre de 2020

MI VOCACIÓN


El reto literario de esta semana nos lo envía un comandante de la compañía aérea IBERIA, Andrés Díez, padre de la actriz y prologuista, Lucía Díez, y sus palabras están relacionadas con su profesión. De esta forma pone a volar a los escritores solidarios con las siguientes palabras:
Conocimiento, reacción, embarque, comunicación y empuje.


Durante el confinamiento me  matriculé en un curso online porque necesitaba adquirid conocimiento en jardinería. Mis plantas me devuelven el tiempo invertido y su  reacción, ha sido regalarme flores de todos los colores. En vacaciones visitaré a mis padres y cuando embarque, llevaré un hermoso y variado ramillete para que comprueben la comunicación que ha surgido entre la vegetación y mi natural curiosidad. Solo necesito el empuje y confianza de ellos, para convertirme en el futuro jardinero que siempre he soñado.

Nani. Septiembre 2020

sábado, 5 de septiembre de 2020

BAJO LA HIGUERA




Foto de Dmitry Rogozhkin (https://www.instagram.com/r7dii/?hl=es)

Estoy como se dice en mi tierra, “echando la espuela” o lo que es igual a: “Disfrutar los últimos momentos de mis vacaciones”. Por las tardes cuando refresca un poquito, me encanta sentarme bajo la enorme higuera que hay frente a la puerta del antiguo y humilde cortijo de los abuelos. Está todo viejo pero no nos atrevemos a tocarlo, porque sabemos que se nos escaparán con los escombros, el fresquito que nos ofrecen los enormes muros y sobre todo, los bellos recuerdos de los felices veranos que vivimos todos los hermanos y primos por estos andurriales. Revueltos, correteando, chapoteando en el arroyo y comiendo frutas cogidas de los propios árboles, para terminar como verdaderos mocosos aptos para ser metidos debajo del chorro de agua, recién sacada del pozo. Como decía, sentado bajo la higuera me he puesto a mirar unos whatsapp que tenía por leer y el teléfono se habrá caído a consecuencia de ese duerme vela que entra a ciertas horas de sesteo y relax, contemplando lo que me rodea. El caso es que cuando he vuelto a estar consciente, lo he buscado y me he encontrado la pantalla encendida y sobre ella, un pequeño ser sentado sobre una hoja y pescando. Me he sorprendido pero no demasiado, porque el abuelo siempre decía que sus tierras eran sencillas pero dignas de reyes honrados, en donde se daban milagros y acontecimientos asombrosos (¡menudo milagro eran sus tomates!), así que aunque siempre escuchamos aquellas batallitas como si fueran chocheces del abuelo, en el fondo siempre esperábamos alguno de esos milagros o prodigios de los que se vanagloriaba. Tras reponerme del asombro del primer momento, le he preguntado que quién era y que hacía pescando en mi teléfono. Me ha contestado que pesca respuestas a todas esas preguntas que nos estamos haciendo los humanos en estos días de dificultades. Que el abuelo le encargó que viniera a ayudarme si en algún momento la vida se ponía difícil y que estaba pescando lo que necesito. Le he contestado que añoro luz y paz para el mundo. Me ha respondido que eso no está en su mano, sino en la mía y el resto de humanos. Le he vuelto a decir que no nos ponemos de acuerdo en nada y que solo brilla el ego, por encima de todo. Me ha vuelto a responder, que los habitantes de la Madre Tierra somos difíciles, pero que no es imposible llegar a acuerdos, que hay que empezar en el comedor de casa, en la puerta de entrada y más tarde, en el resto de movimientos y pensamientos que llevamos a cabo de forma individual.  Después, cuando he querido preguntarle si será posible que alguna vez seamos de verdad coherentes, ya tan solo había en mi pantalla un mensaje que decía: Mirad más vuestro interior, igual encontráis  más verdades, porque todas las tenéis vosotros, si las queréis aceptar”.
Y aquí estoy restregándome los ojos como si hubiera alucinado. Ahora sé que el abuelo no contaba batallitas, sino que nos enseñaba verdades como puños. Espero que el año que viene, pueda encontrar al menos resultados que ofrecer a esta higuera que me da sombra.

Nani. Septiembre 2020


miércoles, 2 de septiembre de 2020

ATÍIPICO, PERO CON SABOR


Éstas son las palabras que nos ha dado el periodista Oscar Furones para los escritores solidarios de Cinco Palabras:
Verano, atardecer, café, salvavidas y brincar.


Un verano de los de aprovechar cada instante. El atardecer diario, la luz que abre el corazón a la esperanza. El café la energía acompañada de los seres queridos, en la mesa del patio y rodeada de plantas verdes llenas de vida. Los ratoncillos cargados de vitalidad, el salvavidas que nos ha hecho sonreír y también llorar, ¡como la vida misma! Sí, brincar también lo hemos hecho cogidos de la mano, para jugar a la rueda de la alcachofa, al escondite y a las prendas.


Nani. Septiembre 2020


viernes, 28 de agosto de 2020

ALGO MÁS PARA RECORDAR




8 de marzo de 2020. Pareja recién casada, paralizada saboreando un vino del lugar. Mago del futuro haciendo su trabajo. Nota sobre la mesa que dice: “No es el mejor momento para comenzar, ni pensar en descendencia”. Nosotros sus padres, siempre protectores, les hemos envuelto en papel celofán. Motivo, conservarles intactos, pensando que es lo mejor para ellos cuando sean reiniciados. Pedimos a la providencia que no tarde mucho, porque de lo contrario, puede que el impacto sea fuerte al descubrirse canosos y entrados en carnes. Tanto la boda como el 2020, pasarán a los libros de historia.

Nani. Agosto 2020

lunes, 24 de agosto de 2020

ERA COPLA




La Jacinta llamó al fotógrafo del pueblo para que la inmortalizara en la puerta de su humilde casa, con el tesoro y único regalo que le hiciera su hombre al volver aquella vez de Alemania. Estaba tan contenta que no le importó pagar por la foto que lució encima de la chimenea, al lado de la repisa donde colocó la radio que la acompañó, le ayudó a llorar sin disimulo mientras escuchaba las novelas y la que cuando estaba sola, la animó a bailar y cantar por la Piquer o Miguel de Molina.

Nani. Agosto 2020