domingo, 20 de febrero de 2022

CADA CUAL CON LO SUYO

 


Foto de Ele


Al quedarme sin trabajo, probé hasta a cantar por las esquinas, no dio muy buen resultado, aunque algunas monedas gané con las que pude calentar el estómago.

Pues como decía, hice muchas cosas y entre ellas la más divertida fue cuando viví en la costa y puse un chiringuito donde vendía gusanos de seda en la época de verano, cebos para los veraneantes que iban a pescar al puerto o al pequeño acantilado y chuches para los niños que acompañaban a sus padres.

Me lo pasaba de lujo, cuando los niños pedían a sus padres que les comprara una docena de gusanos de seda, ya que de esa manera, o venía de nuevo a adquirid las hojas de moral que recogía al amanecer, o tenían que ir ellos y como estaban de vacaciones, era una lucha y un dilema que casi siempre ganaba el niño. A los padres no les apetecía ir a las afueras a buscar las moreras y recoger todos o casi todos los días, las hojas para que sus hijos alimentaran a sus mascotas veraniegas. Decían que era un incordio (se referían a mí con ese apelativo), ofreciendo esos bichos que tanto gustaban a sus hijos y yo pensaba que, si por un hijo no se hace un sacrificio, por ¿Quién entonces? Sé de alguno que acabó utilizando a los pobre gusanos de cebo, pero los peces que son muy listos, no querían sino el que yo preparaba y del que tenía en exclusiva la receta.

¡Qué bien me lo pasaba, con los que pretendían ser más listos!, no conseguían a veces ni una pobre morralla, pero la culpa era de ellos, por su poca paciencia y por creer que saben de pesca más que yo que nací en una barca de pescadores de toda la vida. Ellos sabrán sacar patatas, escribir panfletos en las oficinas y de debates en las reuniones de empresa, pero lo que se dice de pesca, ¡na de na! Además, como a veces decía mi abuela: ¡Zapatero a tus zapatos! Cuando vengáis a la playa de vacaciones, limitaros a tomar el sol, pasead y disfrutad, que los peces los pescamos nosotros, los llevamos al mercado y después os los coméis en el chiringuito playero o en vuestra casa.

¡Aprovechad de ese tiempo de ocio y nos os estreséis con la pesca, si ya venís con el estrés puesto!

¡Mirad la puesta de sol y como lo mece la mar, recibid la salida de la luna o levantaros a ver el amanecer y fijaros como lo acuna el agua, que hasta a veces se escuchan las nanas y no os creáis que son cantos de sirenas, sino la mar que canta al dios sol y la diosa luna! No hagáis caso a esos cuentos antiguos, las sirenas haberlas haylas, pero ese don solo se les concede a unos privilegiados, ¡dicen!  

 

Nani. Febrero 2022

miércoles, 16 de febrero de 2022

PRIMAVERA


Almendro en flor. Foto de Nani Canovaca


Las Cinco Palabras propuestas por el poeta Francisco Caro son las siguientes:

 

Aquí, nevar, reloj, mientras y cristal.


La primavera no comienza la fecha que indica el calendario, sino cuando aquí y ahora te paseas bajo los almendros en flor. En todas las estaciones, estos andurriales son una delicia. En invierno ver nevar y pisar la blanca nieve, es un premio concedido por los dioses. Olvidar el reloj para solo percibir lo que nos rodea. Escuchar la respiración, el trino de las aves y la escapada de un conejo, mientras te colocas bien la bufanda o limpias el cristal empañado de las gafas. Son cosas tan sencillas, que a veces olvidamos disfrutarlas creyendo que vivir es otra cosa.

 

Nani. Febrero 2022

lunes, 14 de febrero de 2022

SIN PINCELES

 



Foto encontrada en la red

Ayer empezó a dibujarle en el brazo todo lo que los identificaba. Primero fue un corazón con su dedo índice. Después en el torso desnudo, la margarita que tanto les gustaba, con un tallo largo que fue hacía el monte de Venus. Allí se detuvo y subió suavemente, dibujando espirales donde rodeó con la última su pecho izquierdo y entonces le dijo:

─Ahora te toca a ti. Dibújame hasta que caigamos extenuados.

 

Nani. Febrero 2022

sábado, 12 de febrero de 2022

FINES DE SEMANA

 


Couple un Malasaña by Ele Mojer

Quedamos en ir a desayunar y después a ver las novedades que habían llegado. Allí siempre terminamos con los amigos y con nuestros libreros que también fueron compañeros de cole, correrías y ahora, de todo lo que se nos presenta. Solemos hacer las quedadas en la librería que se convirtió en nuestro lugar de encuentro, sobre todo los fines de semana. Con la pandemia si no lo hacemos verdaderamente preciso, no tendríamos noticias los unos de los otros, ¡eso sí, guardando todas las medidas de seguridad! Ha habido algunas semanas que han faltado algunos, pero ha sido el momento de saber de ellos. Les llamábamos, lo hacían ellos, o bien alguno de nosotros sabíamos el motivo de su ausencia. A Dios gracias, todos hemos ido apareciendo aunque alguno de nosotros, hemos sufrido pérdidas irreparables. Al menos, nos saludamos y vemos si alguna arruguita más se ha acentuado en nuestros ojos o frente. Cuando nos quitemos las mascarillas, sabremos si también las tenemos alrededor de nuestros labios. ¡Nos está tocando vivir una época un poco dura a los seres sociales, como somos nosotros!

Estando allí, me cogiste el ejemplar que me faltaba de la trilogía que estoy leyendo y me dijiste que era para conmemorar el 14 de febrero. Tu risita irónica, nos hizo recordar aquella vez que me regalaste una plancha por el día de los enamorados y faltó el canto de un euro, para que no te la tirara a la cabeza. Ahora me alegro de que pasara de esta manera, porque a partir de aquel día entendimos que los electrodomésticos no son para regalarlos, sino para usarlos ambos el día que lo necesitamos y que tanto uno como el otro, podemos compartir y no estar obligados uno de nosotros, a hacer determinadas tareas. Sí, es verdad que estamos muy mal educados, pero en algún momento hay que empezar y aquella plancha fue el comienzo de la no ruptura, porque lo entendimos bien. Cuando se comparte una vida, es con todas sus consecuencias como son las tareas del hogar, educación de los que van llegando, alegrías y penas y lo que es más importante: ¡Saber cuándo el otro necesita apoyo de alguna manera y no sea siempre el mismo o la misma quién cargue con la mochila!

 

Nani. Febrero 2022

 

 

 

miércoles, 9 de febrero de 2022

PROMESAS TEMPRANAS

 

Las Cinco Palabras propuestas por la escritora Asunción Caballero son las siguientes:

 

Ocaso, sauce, arena, pirámide y boreal.

“Todo pasa y todo queda”

(Antonio Machado).

 

No me hace gracia que hables de ocaso, cuando lo que quieres decir es que hemos terminado. ¡Serás cursi, se veía venir!

Nada tan fácil como expresar que ya no sientes lo que aquel día al pie del sauce llorón prometimos y, quedaron entrelazados nuestros nombres; mientras que sentados en la arena comimos tortilla de patatas y donut de chocolate.

─Luego hicimos una pirámide que sería el símil según dijimos, de que nuestro amor apuntaría a la estrella polar y nada lo derrumbaría. Sentimiento que sellaríamos mientras disfrutáramos una aurora boreal, en nuestro viaje nupcial.

 

 Nani. Febrero 2022

lunes, 7 de febrero de 2022

NO ME GUSTA JUZGAR A LA LIGERA

 

─A mí me parecen manchas de rotulador a pesar del rojo y el cerco que alrededor tiene, oscurecido y seco.

─Puede que sea mal pensado.

─Que una vez asesinara a su esposo, no quiere decir que haya repetido la experiencia. Desde luego esa camisa es de su desaparecido marido actual, pero ya sabemos qué últimamente decía que se iría y que estaba muy arrepentido de su matrimonio con la viuda, ¡pero eso no la implica de nuevo!

 

Nani. Febrero 2022

viernes, 4 de febrero de 2022

DE ANDURRIALES Y RESPETO

 


Foto de mi autoría (Nani Canovaca)

¿Tenéis alguna palabra que cause en vosotros alguna sensación, emoción, recuerdo o, que os impacte y os guste mucho decirla?. Pues, contadme una historia y utilizad esa palabra. (Propuesta de Bic Naranja. Viernes Creativos)

Desde pequeña escuchaba a mis mayores y me quedaba encandilada con su vocabulario. Ese que ya apenas se escucha, porque muchas cosas han dejado de ser, de realizarse o porque ahora es muy cool o guay aplicar un anglicismo que deja descolgado al ciudadano de andar por casa. A veces creo que todo depende de modas (todo se vende y nos dejamos engatusar), pero no nos damos cuenta que por seguir esas tendencias, dejamos de lado todo lo que nos identifica, todo lo que se han ganado a pulso nuestros mayores o todo lo que hemos heredado, bueno o malo. Lo bueno, porque se debe mantener para conservarlo y lo que no es tan bueno o malo, para mejorarlo o para tenerlo presente y no repetirlo ya que todo sirve para aprender (una persona que no aprende de lo que le rodea, siempre caerá en el barro, ¡creo!). Pero bueno, aquí estamos hoy para hablar de palabras, esas que nos han marcado de alguna manera. Puedo contar por ejemplo cuando iba a tomar el sol de la mano de mi madre y saludábamos a un mayor de esos que estaban labrando, regando, o recogiendo la aceituna, poniendo ladrillos o a pie de una fragua, lo primero que hacía esa persona era saludar al vernos llegar: “¡Dios la guarde a osté y a la chicuela! ¿Onde van por estos ANDURRIALES?

¡Me sabe tan bien esa palabra! Cuando la uso, me recuerda las meriendas de pan con chocolate o el puñado de pipas de girasol compradas en un puesto callejero, al chico o ancianito de las chucherías de la esquina. Me sabe a espiga arrancada al mulo que volvía cargado con ellas, ya de vuelta con el PUJARERO tras cumplir con su jornada en el campo. A palo dul o a regaliz duro que vendía D. José en la farmacia. A caña de azúcar mordida y chupeteada en tardes de verano, o a correrías por debajo de la manga del agua que regaba el parque y que el señor encargado a veces, aprovechaba nuestro juego y nos ponía como una sopa al menor descuido (todo se convertía en un juego por entonces). A leche “migá” en las noches de verano o a días de gallina ciega en los portales de las amigas. Esas son las palabras que me recuerdan valores e infancia, pero hay muchas más y no puedo olvidar mi bandera, que es el RESPETO y que me habla tan alto y claro, que creo es el camino que me lleva a todos sitios, el que me indica qué no debo sobrepasar y, sobre todo, lo que le debo a los míos, al vecino y al resto de la humanidad.

 

Nani. Febrero 2022