Cuando
era pequeño no me dejaban ir al bosque, porque decían que había árboles
tragaldabas. Así los llamaban porque según nos contaban, se zampaban a los
niños y a las personas que iban solas. Nunca estaban saciados, ni los calmaba
la lluvia, niebla, nieve o agua del rio.
Cuando
cumplí los quince, le propuse a mis amigos adentrarnos en el bosque y ver si de
verdad había árboles carnívoros o hambrientos de seres humanos. No me lo creía
del todo y pensaba que había gato encerrado, pero cuando escucharon susurrar
las ramas y el lamento de las hojas, todos salieron disparados, deshaciendo el
camino hecho y dejándome solo ante todo un bosque que me llamaba a voces.
Encendí
la linterna, me recoloqué la mochila y me adentré en el bosque. La vegetación
se veía espléndida y no encontré nada extrañó, hasta que llegué a un lugar
donde había un árbol que las ramas eran brazos con manos en posición de
súplica. Me quedé paralizado ante él. No me salía voz alguna, pero mi mente no
paraba. Imaginé que eso era lo que no querían que descubriéramos. Era un
espectáculo increíble y puede que a algunos lugareños les diera miedo. Estando
en estos pensamientos y como si el árbol viviente hubiera adivinado mis
pensamientos, me dijo:
─Estás
en lo cierto, no quieren que nos veáis y sepáis la verdad. Esas personas os
asustan y lo han hecho con vuestros padres, pero lo que no quieren que veáis,
es como nos talan para llevar madera a sus almacenes, donde se enriquecen a
nuestra costa. Están dejando el bosque
seco y triste. Nos están quitando la vida para enriquecerse, pero lo peor de
todo, es que si no hacemos nuestra misión, la naturaleza se trastorna y no habrá
esas lluvias tan necesarias, ni podremos limpiar la atmosfera, sino que las
lluvias llegan desbocadas, los polos se derriten y todo el ecosistema se vuelve
loco. Habrá más sunamis, huracanes y desbordamientos. Todo eso no han querido
que lo veáis porque saben que no es lo que la humanidad y la naturaleza
necesitan, pero yo estoy aquí para cumplir con uno de mis deberes y es contar todo. Tuve una
metamorfosis, pero ellos no lo saben, cuando vienen soy un árbol más y como mi
apariencia es poco beneficiosa para ellos, disimulo y a los valientes como tú,
les cuento la verdad de la historia.
Abril
2022