En
casa me dicen todos que están cansados de sopa de letras. Creía que mientras comemos,
podíamos componer hermosas palabras y hacer un bonito juego, pero como todo lo
que se repite en demasía, acabaron cansados. Lo hacía principalmente por los peques que de esa manera se la zampaban sin darse cuenta. Le estoy dando vueltas, pero creo que voy a seguir la propuesta
de mi pequeña. Me ha pedido que haga magia
en los fogones y me está pareciendo buena idea; voy a ver si lo consigo. De
primero, voy a confeccionar un estofado de nubes alegres, de esas que juegan
con el sol a la rueda y entre chubasco y chubasco, nos sirven helado de
sonrisas, pero pensándolo bien, el helado lo voy a dejar para la merienda porque no necesita estar en el congelador, ya que se enfriarían demasiado los
gestos agradables y no es conveniente y
por otro lado, dije que iba a hacer magia, así que pasemos de frigoríficos y de
congeladores ¡son demasiado fríos! Me voy por las ramas…, sigo con el menú. De
primero y para el almuerzo como decía, haré estofado de melodías y hoy por ser
el primero, voy a dejar que cada cual escoja la que más le guste. De segundo, boladillos crujientes, de esos que al morderlos hacen que se sientan (sí, no es
lo mismo “sentir” que notar) cosquillas en el alma y produzcan risas (hace días
que reímos poco y eso no lo voy a permitir) y como cambié el postre para la merienda,
voy a ver si hago una macedonia variada a la que le aportaré mucho color y
sabor, como por ejemplo: unas gotas de
cariño avainillado, cerezas rellenas de mucho cariño, melocotones con sabor a
besos, piña que me ha parecido un poco ácida y le he agregado una poquita de
dulzura y para decorar, unas lágrimas de chocolate, para que nos recuerden que
solo deberíamos derramarlas cuando algo nos emocione mucho.
De
cena haré sopa, pero esta vez de amor a base de besos confitados, tortilla procurando
que perdure el ingrediente de abrazos marinados de suaves caricias y de postre,
había pensado hacer arroz con leche al que le añadiría mucha ternura, pero como me parece mejor dejarlo para
otra merienda o almuerzo (es bastante consistente), haré natillas o requesón endulzado con mermelada de
arándanos amables.
Para
mañana creo que además del arroz con leche, haré empanadillas y en este caso,
el relleno dejaré que cada cual lo aporte (la magia también va a consistir en
que cada comensal contribuya con algo positivo), de esa manera no se me agotarán las
recetas y todos nos sentiremos partícipes del día a día.
El
menú de pasado mañana ya os lo pasaré, pero para daros una idea, he llenado la
despensa de amor, caricias, abrazos, ternura, besos y mucha mermelada de dulzura, por si queréis
agenciar esos ingredientes, y para la próxima, podemos compartir nuestras
recetas y menús, si os parece. Podíamos hacer un recetario nuevo, que a veces cansan los chef con tanto famoseo y luego cuando nos sirven sus platos estrella, nos quedamos con el bolsillo tiritando y el estómago vacío.
Nani. Abril 2020
Nani. Abril 2020