miércoles, 17 de abril de 2024

MANUSCRITO

 




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Me preguntaba en qué momento se había complicado ser poeta, si mi camino estaba encausado y prometía.

No entendía como todo había dado la vuelta, si el original apuntaba, los comentarios eran favorables y en general apuntaba positivamente, hasta el día que fui a mandarlo a la editorial.

Entre en mi dispositivo y comprobé que había desaparecido y que alguien que no era yo, había publicado mis poemas, haciendo la presentación en el mismo lugar que yo tenia proyectado y con mi nombre.

Intenté pellizcarme y entonces comprendí que ya no era sino polvo. ¡Me habían suplantado!

 

Nani, abril 2024

sábado, 13 de abril de 2024

EN LAS MANOS

 


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En las manos me cabe la primavera, el verano, el otoño y el invierno.

En las manos me cabe la luz del día y el silencio de la noche.

En las manos me caben los frutos del naranjo o los jazmines mustios.

En las manos me caben las ilusiones para que no se escapen.

En las manos me caben los cielos azules, los rojos infiernos y hasta

la vida que se escapa por momentos.

En las manos me cabe lo que debo atrapar,

para que no se lo lleve un huracán y me arrebate lo que no es suyo.

En las manos me cabe la vida,

sí, la vida.

 

Nani, abril 2024

lunes, 8 de abril de 2024

CON CIERTO ATRACTIVO

 

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Una calavera, pequeña y hechicera. Otras dan repelús. Esta me resulta familiar. Tiene cierta sonrisa y los dientes perfectos, de persona cuidadosa. Brillan como perlas. Las cuencas de los ojos a pesar de ese no sé qué, me dan la sensación de ser la cueva de la sabiduría y la cicatriz de la mandíbula, me dice que debió sufrir en vida, sobre todo a la hora de comer, ya que el ADN y la prueba de carbono, nos muestra que por entonces no había pajitas para poder sorber el alimento.  El golpe certero, debió ser el causante de su ocaso.

 

Nani, abril 2024

viernes, 5 de abril de 2024

CHAO, CHAO

 


Foto de Carole Bellaiche

 

Querida mía.

Hoy ha sido el definitivo día, me despido. Hasta aquí ha llegado mi infinito amor, paciencia y esperanza.

Hoy me he parado en el rellano de la entrada a nuestro hogar y me he dado la vuelta. No sabía bien que resorte me impulsaba a no seguir adelante, sino caminar en sentido contrario.

Me he sentado en el banco de la plaza, donde tantas veces nos juramos amor eterno y en ese mismo lugar, me he dado cuenta que eterno no es nuestro amor, sino que, sin darnos cuenta, hemos observado que tenía fecha de caducidad. No había sido consciente que así fuera, hasta que, en el banco de nuestras confidencias, no he sentido las mariposas que otras veces noté, ni he tenido la impaciencia por llegar a verte. Por ello, me despido de ti, de nuestro hogar y de todo lo que nos prometimos. Sí, se ha terminado nuestro amor eterno. Debe haber salido por las alcantarillas o haber sido arrastrado por la lluvia caída en estos últimos días. No sabría decirte, pero me voy.

Creo que debí llamarte o incluso decírtelo a la cara, pero estoy tan desconcertado como lo estarás tú, mientras lees este whatsapp (mensaje, mejor dicho).

Cuando me encuentre algo más estable, te llamo y quedamos. Hoy solo puedo hacer esto que te envío. Estaré en casa de mi hermana, si no le importa acogerme por unos días, luego como te digo, hablaremos.

A pesar de todo, sigo queriéndote mucho, no lo dudes.

Besos de tu Nico.

 

Nani, abril 2024

lunes, 1 de abril de 2024

SIEMPRE VUELVE

 


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Desbordado de negativos defectuosos, los estrujo e intento que no me afecten.

Los guardo apretados en la caja de lata, que un día conservó el dulce de membrillo y que traía padre de sus viajes por tierras cordobesas.

No quiero retenerla, pero al mismo tiempo me atrapa. Desprende los olores de la infancia y como complemento, esas diapositivas y negativos inservibles la mayoría que, como nuestro pasado, se ha ido borrando, están doblados o se han partido.

Lo mismo que el jarrón de porcelana que cayó al suelo tras el impacto de mi pelota y que no volvió a ser el que fue.


Nani, abril 2024

viernes, 22 de marzo de 2024

SIRENO O CABALLITO DE MAR

 


ilustradora África Fanlo

 

Hay días que me siento pez, sirena o caballito de mar, no sabría que decir, porque todo depende del momento, el estado de ánimo o si me siento lleno y con ganas de desovar.

Hay días que me siento ligero como una pluma, misterioso como una sirena llena de embrujo o con un peso enorme, deseando dejar los guijarros que me aprisionan y no me dejan respirar.

Sé que no soy un pez de esos bonitos y coloridos, sino uno muy normalito pero lleno de vida, ¿se puede pedir más?

Si me siento misterioso y tan bello como una sirena o sireno en este caso, cuando veo mi reflejo en las aguas, no tengo nada que envidiar al más poderoso y rico, a pesar de saber que no poseo bienes o fortuna, puedo asegurar en esos momentos que puedo realizar todo con un solo chasquido de dedos y acto seguido, soy el más eficaz y activo de los seres que conozco.

Pero cuando me siento caballito de mar, estoy pesado y deseoso de ir desovando rápidamente, aunque en esas ocasiones no son alevines lo que expulso como en el caso de dicho animalito marino, sino que lo que deseo soltar, son los guijarros y pesadumbres que tengo adheridos a mi espalda, tripas o pensamientos. ¡Tanto monta…!

La cuestión es que sea como sea, puedo ser una pelusa en el mar que siente y que vive, lo zarandean las mareas o lo acuna un arrecife colorido, llenándome de color y sobre todo, de esperanza.


Nani, marzo 2024

miércoles, 20 de marzo de 2024

BASTANTE SIMPLE

 


 

Foto de Ramón Masats

 

Les dijeron que en aquella pared estaba todo lo que desearan.

Para algunos fue el muro de las lamentaciones, para otros que se sentían voyeur y conseguían tener a tiro una rendija, fue el culmen del placer. Para otros, fue el lugar de citas a ciegas. Bien porque allí podían encontrarse y después seguir con lo que se presentara, como comida compartida, paseo en compañía o sábanas que arrugar. También podían dejar un deseo escrito, colocado más tarde en alguno de aquellos orificios y si lo encontraba la persona interesada, más tarde, hasta podrían cerrar un negocio o ir a patinar por la cuerda floja, descubrir el cielo o ver como la vida continuaba. Todo era cuestión de perspectiva.


Nani, marzo 2024